viernes, 27 de enero de 2017

LA INDIFERENCIA DE ALGUNOS ES TAMBIEN PARTE DE LA LUCHA




LA INDIFERENCIA DE ALGUNOS ES TAMBIEN PARTE DE LA LUCHA
Por: Ariel Clavijo
Los cubanos en el exilio y los de dentro de Cuba, militando en diversas organizaciones y partidos políticos, han venido luchando para derrocar la tiranía de los hermanos Castro de diversas formas y maneras. Tal vez, muchos de los más jóvenes, no se han enterado todavía de todos aquellos que murieron enfrentándose a las tropas conjuntas Soviético-cubanas en Pinar del Rio, El Escambray, Sierra Maestra y otros puntos de la isla. Tampoco conocen de los grupos de infiltración que desembarcaron por diferentes puntos de la isla para llevarles suministros a los alzados o provocar situaciones engorrosas al tirano ya establecido en Cuba. Tampoco conocen la extensa lista de aquellos que fueron ejecutados frente al paredón de fusilamiento y los miles de años repartidos entre miles de cubanos en las ergástulas dela tiranía. Para eso es la historia, para leerla y ampliar los conocimientos sobre temas que no vivimos pero que tienen que ver con muchos aspectos de nuestras vidas, y en este caso, nos vemos obligados a leer, preguntar, estudiar, sobre las diferentes etapas de las luchas por la libertad de nuestra patria.


Hoy, en Cuba, existen múltiples organizaciones que luchan abiertamente en contra de la tiranía, estas organizaciones y partidos políticos, con sus dirigentes , militantes y simpatizantes, se juegan la vida en los enfrentamientos diarios contra las grupos de respuesta rápida, la Policía Nacional Revolucionaria y la Seguridad del Estado, además de aquellos simpatizantes que se anexan a estos grupos para hacer actos de repudio y agredir físicamente a los opositores no violentos que luchan por la libertad de Cuba y el retorno a una Democracia dentro de un Estado de Derecho.

Muchos, en Cuba, desconocen que en el exilio se recolectan CENTAVOS  que provienen del trabajo o del retiro de aquellos que aun aman y luchan por el bienestar de su patria, aquellos que quieren ver a su patria libre, aquellos que siguiendo los deseos de sus seres queridos ya desaparecidos cooperan con algunos de los grupos existentes en el exilio. Muchas organizaciones recurren a planificar alguna comida en algún lugar, no solo para aplacar la nostalgia que nos invade, no solo para encontrarnos y recordar los momentos vividos en nuestra patria, sino también para recolectar algunos dólares para enviarlos a esos grupos que luchan dentro de Cuba. Ellos necesitan equipos para comunicarse, para informar las noticias, los atropellos del tirano, las golpizas a los opositores, y los deseos del pueblo.

Oponerse a que aquellos que deseen abandonar la isla lo hagan de la forma que ellos lo deseen no es una forma democrática, pues cada uno tiene la libertad de escoger su forma de vida, y cada cual tiene la libertad la forma en que quiera abandonar los dominios del tirano. Eso también forma parte de la democracia y el respeto hacia el derecho de los demás. Muchos de los que hoy en día se encuentran fuera de Cuba, no es porque ellos escogieron esa vía sino, porque vieron, de una forma u otra, sus vidas en peligro, otros porque fueron obligados a abandonar su tierra natal, también muchos emigraron por razones económicas o por no encontrarse preparados para un enfrentamiento con la tiranía ya existente.

Hoy en día, después de 58 largos años de la ocupación comunista en Cuba, aún existen aquellos valerosos luchadores, otros ya partieron, pero los que aun quedamos, estamos inspirados por aquellos que valientemente ofrendaron sus vidas al altar de la patria.

Aun se recuerdan aquellos tiempos en que los sonidos de las botas de los gendarmes al servicio del deshonor, retumbaban en los oídos de aquellos, que en sus celdas, aguardaban su llegada y con ellos las bayonetas golpeando las espaldas de los indefensos presos políticos; siempre aquellas bayonetas, encontraban la carne de alguno y allí se enterraba para causar aún más dolor, más indignación y más deseos de luchar. Nadie escuchaba las voces de aquellos que en las ergástulas, gritaban abajo Fidel, abajo el comunismo; nadie escuchaba, nadie fuera de aquel infierno alzaba sus voces para reclamar, para condenar aquellas barbaries, que en ocasiones se convertían en crímenes horrendos, en asesinatos. Nadie escuchaba aquellas voces, ni en el exilio ni dentro de la propia Cuba. Solo los familiares de aquellos indefensos presos políticos, eran testigos de los maltratos, de las vejaciones, las humillaciones de los familiares, los abusos, las burlas, las suspensiones de las visitas, de las huelgas de hambre, de los ingresados y de los muertos. El mundo seguía su curso mientras cubanos, hermanos cubanos, eran conducidos al paredón de fusilamiento; nadie, fuera de los muros de la Cabaña o de cualquier otro lugar donde  funcionaba el paredón de fusilamiento, escuchaban los gritos de VIVA CRISTO REY, VIVA CUBA LIBRE. Esa escena desgarradora, esos gritos que aún resuenan en los oídos de aquellos privilegiados que los escucharon, no eran escuchados por aquellos, que a pocos metros, y conociendo lo que allí ocurría, eran oídos sordos a la tragedia de la familia de aquellos que escalaban, en ese momento, al altar de la Patria.

Estamos seguros que no era la intención de aquellos, que si supieron enfrentarse valientemente al paredón y permanecer largos años guardando prisión, hacer publicidad de su sufrimiento; nunca ningún periódico o revista, emisora radial o televisión, publico los actos criminales de la tiranía de los hermanos Castro y lo que acontecía dentro de las prisiones.

Hoy en día, todo cambia, y hemos leído en la prensa, las declaraciones de alguien, por así llamarlo, que trata de llamar la atención de toda una comunidad, por encontrarse varado en la frontera de México y que  debe demostrar a las autoridades de este país, que realmente es un perseguido político y no un agente de la Seguridad del Estado que viene a infiltrarse e informar a los servicios de inteligencia enemigos, de las actividades militares internas y otros asuntos de índole estratégica. Alguien que dice que desde aquí quieren tumbar al gobierno (ni siquiera dicen a la tiranía) pero a costa de la sangre de otros. Tal parece que esa persona desconoce cuanta sangre noble se ha derramado en este país y en nuestras costas y en el paredón, en las prisiones, para tratar de liberar a los cubanos del yugo que los oprime. Esa persona nunca ha estado en contacto con aquellos que reciben golpizas diariamente por luchar por la libertad de Cuba. Esos que arriesgan sus vidas no están en una frontera, están de frente al enemigo, de frente al tirano, de frente a aquellos que le pueden arrebatar su vida.

Dice esa persona, eso duele, la indiferencia ante lo que viven tus propios hermanos. Y que pasa con tu indiferencia cuando abandonaste a tu patria y no fuiste capaz de ayudar a aquellos que se juegan su vida luchando por la libertad de Cuba?, Es que acaso no fuiste indiferente cuando conocías que golpeaban a la Damas de Blanco en las calles de la Habana y no fuiste a apoyarlas? Es que no es indiferencia desconocer a tus hermanos opositores?

Esta persona no tiene el menor sentido de lo que es hermandad, de lo que luchar, de lo que es la Patria y mucho menos lo que es la lucha interna de los opositores en cuba. Esta persona, que se encuentra en la frontera, solo quiere que le den entrada para el año próximo volver a exhibir lo que ha podido conseguir en este país de libertad.

Conocemos que no todos los que se encuentran en el otro lado de la frontera tienen las características de esta persona, pero no puedo permitir que esta forma de pensar de esta persona sea un modelo para otros, que sufriendo las mismas penurias y habiendo vivido en una tiranía, se formen un falso concepto de lo que es la comunidad cubano-americana en los Estados Unidos y sean capaces de ofender de esa forma tan equivocada los valores y sentimientos de aquellos que aun, y a pesar de su edad, luchan por la libertad de la Patria que los vio nacer.






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