jueves, 19 de enero de 2017

¿Le conviene a Trump revertir el 'deshielo' con La Habana?

¿Le conviene a Trump revertir el 'deshielo' con La Habana?


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Donald Trump. (AP)
Analistas consultados por EFE señalan que los "avances" del "deshielo" en las relaciones entre La Habana y Washington no entran en conflicto con las ideas del nuevo presidente, Donald Trump, y que benefician a ambos gobiernos.
"La reversibilidad depende de evaluar los beneficios reales de las medidas de Barack Obama, que por supuesto sí creo son altos y buenos para EEUU", señaló a EFE el presidente de la Academia de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Harvard, Jorge Domínguez.

Memorandos de entendimiento en materia medioambiental, en salud e investigación, o los instrumentos firmados para combatir el narcotráfico o la búsqueda y salvamento marítimo convienen a los dos países, sin coste político alguno.
Domínguez también señala que el acuerdo sobre aviación civil, que permitió reanudar el pasado agosto los vuelos comerciales directos entre los dos países suspendidos desde 1963, excluye a la estatal Cubana de Aviación, por lo que las principales beneficiadas son las aerolíneas estadounidenses.
La connivencia de Trump con el sector empresarial hace poco probable que el magnate revierta ese acuerdo, el más trascendental logrado hasta el momento entre los dos países.
Ante esta situación, más que dar marcha atrás en la nueva política con el Gobierno de Cuba hasta el punto de romper relaciones o cerrar la embajada, Trump sí podría congelar o ralentizar el proceso, con los derechos humanos como principal argumento.
Con el objetivo de sumar votos, no fue hasta los últimos momentos de la campaña presidencial cuando Trump se alineó con las posturas más duras del exilio anticastrista de Miami y, ya como presidente electo, habló de la necesidad de negociar "un mejor acuerdo" con Cuba que contemplara concesiones en materia de derechos humanos.
"Cuba se negaría a negociar sus políticas de derechos humanos para avanzar la normalización. Pero Cuba sí ha adoptado, soberana, unilateral e independientemente, medidas como la liberación de presos. Es decir, se puede llegar a un mismo resultado sin necesidad de decir que hubo una negociación", apuntó al respecto Domínguez.
De opinión parecida es el catedrático de la Universidad de Texas, Arturo López-Levy, quien considera que "esperar que Cuba vaya a tomar orientaciones de Washington sobre derechos humanos o cualquier otro tema es desconocer la historia de los vínculos bilaterales".
"Si Trump quiere proseguir la normalización, se encontrarán formas de manejar el diálogo en derechos humanos. Si quiere usar un encontronazo con Cuba para abandonar la mesa de negociación, lo va a encontrar pronto. La diplomacia cubana es bastante profesional como para dárselo, en una estrategia de riesgo calculado", indicó.
No obstante, revocar el deshielo con la Isla se toparía con un obstáculo importante: las agencias de seguridad interna y defensa de EEUU, como la CIA o el Pentágono, que se han expresado a favor de la nueva política con La Habana.
"Esas colaboraciones, una vez acordadas, tienden a ser las más duraderas y resistentes a las presiones de política interna. No es fácil en EEUU apostar contra las posiciones del Pentágono en política exterior", aclaró López-Levy.
Mientras tanto, las autoridades cubanas aguardan con cautela a que el nuevo presidente mueva ficha en el tablero de la política exterior, donde también entra en juego la buena relación que tanto La Habana como Trump mantienen con Moscú, concluye EFE.

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