Revelan carta dirigida al Papa con críticas sobre su visión del matrimonio
El cardenal de la curia alemán Gerhard Ludwig Müller dijo al diario "Corriere della Sera" que la difusión de una carta de índole privada es un escándalo, al que describió como "un nuevo Vatileaks", en referencia a la difusión de documentos secretos del Vaticano en 2012
VATICANO
ROMA.-DPA
Una carta de un grupo de cardenales conservadores sobre el actual sínodo de obispos, dirigida al papa Francisco y difundida en Internet, generó este martes gran revuelo en Roma.
El cardenal de la curia alemán Gerhard Ludwig Müller dijo al diario "Corriere della Sera" que la difusión de una carta de índole privada es un escándalo, al que describió como "un nuevo Vatileaks", en referencia a la difusión de documentos secretos del Vaticano en 2012.
La carta al papa fue difundida el lunes por el periodista Sandro Magister, especializado en el Vaticano, en su blog. En la misiva, los firmantes expresan su preocupación por que el resultado el sínodo sobre el matrimonio y la familia ya esté predeterminado. Además, dicen que el documento de trabajo "Instrumentum Laboris" debe ser reelaborado en algunas partes. Sin embargo, varios de los 13 firmantes desmintieron tras la publicación haber firmado la carta.
El cardenal de la curia alemán Gerhard Ludwig Müller dijo al diario "Corriere della Sera" que la difusión de una carta de índole privada es un escándalo, al que describió como "un nuevo Vatileaks", en referencia a la difusión de documentos secretos del Vaticano en 2012.
La carta al papa fue difundida el lunes por el periodista Sandro Magister, especializado en el Vaticano, en su blog. En la misiva, los firmantes expresan su preocupación por que el resultado el sínodo sobre el matrimonio y la familia ya esté predeterminado. Además, dicen que el documento de trabajo "Instrumentum Laboris" debe ser reelaborado en algunas partes. Sin embargo, varios de los 13 firmantes desmintieron tras la publicación haber firmado la carta.
Un portavoz del cardenal de la curia George Pell, que habría entregado la carta al papa, confirmó el lunes por la noche la existencia de la misma. Sin embargo, en la misiva difundida en Internet hay errores en el contenido y la lista de firmantes.
Las principales diferencias en el sínodo de tres semanas giran en torno a cómo lidiar con los divorciados vueltos a casar.
A continuación el texto de la carta:
Santidad,
Mientras inicia el Sínodo sobre la familia, y con el deseo de verlo servir provechosamente a la Iglesia y a usted en su ministerio, respetuosamente le pedimos que tome en consideración una serie de preocupaciones que tienen otros padres sinodales y que nosotros compartimos.
Si bien el documento preparatorio del Sínodo, el "Instrumentum laboris", tiene puntos admirables, también tiene secciones que se beneficiarían de una sustancial reflexión y reelaboración. La nueva metodología que guía el sínodo parece asegurar una excesiva influencia sobre las deliberaciones del sínodo y el documento sinodal final. Tal y como está, y dada la preocupación que han expresado muchos padres acerca de varias secciones problemáticas del mismo, el "Instrumentum" no puede servir de manera adecuada como texto guía o fundamento de un documento final.
Algunos ambientes considerarán que a la nueva metodología sinodal le falta apertura y genuina colegialidad. En el pasado, el método de presentar propuestas y votarlas tenía como valioso fin saber la posición de los padres sinodales. La ausencia de propuestas y de las correspondientes discusiones y votaciones parecer desalentar un debate abierto y limitar las discusiones a los "circoli minori"; por consiguiente, nos parece urgente que se restablezca la redacción de propuestas que deberán ser votadas por todo el sínodo. Votar un documento final llega demasiado tarde en el proceso para una revisión total del mismo y un ajuste serio del texto.
Además, la falta de participación de los padres sinodales en la composición del comité de redacción ha creado un notable malestar. Sus miembros han sido nombrados, no elegidos, sin consulta previa. Del mismo modo, cualquiera que forme parte de la redacción de cualquier texto a nivel de los "circoli minori" debería ser elegido, no nombrado.
A su vez, estos hechos han creado el temor de que la nueva metodología no siga el espíritu tradicional y la finalidad de un sínodo. No se entiende la necesidad de estos cambios en la metodología. A un determinado número de padres les parece que la nueva metodología está configurada para facilitar unos resultados predeterminados sobre cuestiones importantes que son objeto de controversia.
Por último, y es tal vez lo más urgente, varios padres han expresado su preocupación de que un sínodo planificado para afrontar una cuestión pastoral vital -reforzar la dignidad del matrimonio y la familia- pueda llegar a estar dominado por el problema teológico/doctrinal de la comunión a los divorciados que se han vuelto a casar por lo civil. Si así fuera, esto inevitablemente levantaría cuestiones aún más fundamentales sobre cómo la Iglesia, en su camino, debería interpretar y aplicar la Palabra de Dios, sus doctrinas y sus disciplinas a los cambios en la cultura. El colapso de las iglesias protestantes progresistas en la época moderna, acelerado por su abandono de los elementos clave de la fe y de la práctica cristiana en nombre de la adaptación pastoral justifica una gran cautela en nuestras discusiones sinodales.
Santidad, le ofrecemos estos pensamientos en un espíritu de fidelidad y le agradecemos que los tome en consideración.
Fielmente suyos en Jesucristo.
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