viernes, 16 de octubre de 2015

Diego Scharifker: "Todos tememos por la vida de Manuel Rosales"

Diego Scharifker: "Todos tememos por la vida de Manuel Rosales"

La única garantía que encontraría Rosales al pisar suelo venezolano era la de ser encarcelado y recibir una orden de aprehensión emitida por el Ministerio Público

ENTREVISTA
Diego Scharifker: "Todos tememos por la vida de Manuel Rosales"
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Rosales desciende del avión que le trajo de vuelta a Venezuela. (@partidoUNT)
CARACAS.-REDACCIÓN
“Él estaba convencido de su decisión y se mantuvo sereno durante el vuelo… Con una intención clara, transparente y sin hechos ocultos, Manuel Rosales quiso regresar a Venezuela a demostrar su inocencia”, relató el concejal y miembro del partido Un Nuevo Tiempo, Diego Scharifker, quien acompañó al excandidato presidencial exiliado durante el vuelo desde Aruba con destino al país.
La única garantía que encontraría Rosales al pisar suelo venezolano era la de ser encarcelado y recibir una orden de aprehensión emitida por el Ministerio Público. Y así fue. Antes de su llegada, cientos de militares rodearon el Aeropuerto Internacional de La Chinita, en el estado Zulia, para trasladarlo a la sede del Sebin en El Helicoide.

“Al ingresar Manuel Rosales al avión, todos los pasajeros fueron desalojados, excepto los que pertenecíamos a la comitiva del partido. Allí, nos mandaron a borrar todo tipo de fotos y grabaciones que tuviéramos en los celulares y hasta fueron agredidos algunos periodistas”, narró el concejal. Al llegar a Venezuela, comenta que Rosales fue bajado del avión por unas escaleras auxiliares, le llevaron hasta una camioneta blanca sin identificaciones y no lo agredieron.
Manuel Rosales se mantuvo siempre sobrio y no titubeó sobre su decisión. Con deseos de demostrar su inocencia, extendió sus manos para ser esposado. No pudo tener contacto con su abogado ni con uno de sus hijos, pero aún así está tras las rejas con una expectativa sobre su destino.
Así como ha ocurrido con el caso del preso político Leopoldo López, los familiares de Rosales “temen por su vida” y están conscientes de que los mismos escenarios se pueden repetir en su caso: violación de sus derechos humanos y una incertidumbre que recae sobre sus hombros, su familia y la de los miembros de su partido.  
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