Clinton se lleva el voto de la Isla
Ciudadanos norteamericanos votan en un colegio público en Nueva York. (AFP)
Como este niño habanero, muchos cubanos no dudarían en votar en las elecciones estadounidenses.
Mientras Raúl Castro o el canciller Bruno Rodríguez evaden las preguntas sobre cuál líder convendría más a La Habana y dicen que es una decisión del pueblo estadounidense, los cubanos tienen bien claro quién debe ser el próximo inquilino de la Casa Blanca: quien apoye las relaciones con el Gobierno de la Isla.
Decenas de personas entrevistadas por DIARIO DE CUBA dan su apoyo a la candidata de los demócratas por su discurso favorable al fin del embargo y a la continuidad de la política de Barack Obama.
Precisamente, la ampliación de las relaciones entre los dos gobiernos es considerada por muchos en la Isla como la solución a los problemas económicos. Aunque por el momento el acercamiento no haya mejorado la vida de la gran mayoría, básicamente por la falta de correspondencia por parte del régimen a las medidas aperturistas de Obama, cada cual lo ve según su realidad inmediata: una ola de turistas norteamericanos en su restaurante, la posibilidad de ver con más frecuencia a la familia de Miami o un buen patrocinador para el equipo de fútbol.
Tampoco faltan quienes desconfían de la exsecretaria de Estado, pero prefieren de dos males el que consideran menor.
En Cuba prevalece la imagen de Donald Trump como un verdadero elefante capaz de arremeter contra lo avanzado en el acercamiento entre los dos gobiernos. El magnate, quien en un inicio pareció favorable a los vínculos, aseguró más tarde que los rompería. Finalmente matizó sus palabras diciendo que buscaría con La Habana un acuerdo más beneficioso para Estados Unidos.
Y aunque parece poco probable que el republicano, de ser elegido presidente, haga realidad sus declaraciones sobre los nexos con La Habana, lo cierto es que ya se ganó el desagrado de muchos cubanos de la Isla, para quienes un presidente como Barack Obama es incluso más popular que los propios Castro.
Esta ha sido una de las campañas electorales más seguidas por los cubanos que residen en la Isla. Para el país más poderoso del mundo, con importantes intereses en política exterior, Cuba solo es un tema más en la agenda. Sin embargo, muchos cubanos creen que en la carrera por la Casa Blanca también está en juego el futuro del país.
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