Gobierno chavista convierte a trabajadores en delatores
CARACAS.- En las empresas incorporan adeptos al Gobierno quienes son vasos comunicantes con el PSUV y las comunas que est谩n predispuestos a acusar a los trabajadores
NADIE CONF脥A EN NADIE | 23 de Diciembre de 2014
CARACAS.- EL NACIONAL
“Dentro de la oficina no me atrevo a mencionar los errores de las autoridades del organismo, y mucho menos del gobierno, porque somos espiados”, dijo una funcionaria de una instituci贸n del Estado que solicit贸 no mencionar su nombre. Su cautela se basa en que compa帽eros han sido citados y amonestados por sus supervisores porque “criticaron la revoluci贸n”.
Tambi茅n de manera an贸nima, otro empleado de una empresa estatal indic贸 que en una marcha de apoyo al gobierno se anot贸 en la lista de asistencia, pero se separ贸 en el mitin final para ir a comprar unas medicinas a su hijita que ten铆a fiebre. “Al d铆a siguiente, el gerente me dijo que mis compa帽eros de trabajo le informaron que me hab铆an visto y que seguidamente me ausent茅”, cont贸.
El ambiente laboral se ha tornado pesado por la desconfianza existente en el personal fijo y contratado de los ministerios, institutos aut贸nomos, fundaciones y empresas gubernamentales, adem谩s de las gobernaciones y alcald铆as en manos del oficialismo. “Hay miedo de ser delatado por quien menos piensas”, afirmaron las fuentes.
Prohibido pensar diferente
Iv谩n Freites, directivo de la Federaci贸n 脷nica de Trabajadores Petroleros de Venezuela, explic贸 que la estrategia gubernamental data de 2002, con el paro petrolero, para limpiar de opositores los organismos del sector p煤blico y, muy especialmente, la industria petrolera.
El gobierno tambi茅n apunt贸 al control y absorci贸n del sector privado con las expropiaciones de fincas y empresas, as铆 como las nacionalizaciones de compa帽铆as y plantas industriales con el objetivo de eliminar la propiedad privada e instaurar el socialismo, en el que el Estado es el due帽o del aparato productivo.
Rolando D铆az, asesor de organizaciones sindicales venezolanas y extranjeras, se帽al贸 que la Ley de Tierras fue el primer paso de esa pol铆tica, profundizada con las leyes de Seguridad y Defensa Nacional, de Comunas, Precios Justos y Seguridad Agro Alimentaria a trav茅s de los 贸rganos especialmente creados para ejercer el m谩ximo control.
Esp铆as en casa
Sindicalistas se帽alan el crecimiento de la n贸mina para impedir la disidencia en el sector p煤blico mediante la contrataci贸n de afectos al modelo del socialismo del siglo XXI. “En las empresas b谩sicas de Guayana ha ingresado personal sin cargos ni funciones espec铆ficas y cuyo m茅rito es ser militante del PSUV. Los trabajadores saben que est谩n all铆 para espiarlos”, expres贸 Jos茅 Luis Alcocer, dirigente sindical de la Sider煤rgica del Orinoco.
Asever贸 que esa n贸mina paralela, calculada en 5.000 personas, es una fuerza de choque que informa a los organismos de seguridad del Estado sobre protestas y conflictos generados por reclamos a los constantes incumplimientos laborales o de cualquier otra manifestaci贸n de la sociedad civil. “Ellos tambi茅n hacen bulto en las llamadas marchas espont谩neas pro oficialistas”, indic贸 Alcocer.
Freites inform贸 que Pdvsa paga una n贸mina paralela de 80.000 personas integrada por escoltas de funcionarios y altos dirigentes del partido de gobierno, adem谩s de patriotas cooperantes constituidos por militantes y comuneros. “Es gente que no oculta su fanatismo, y los trabajadores de carrera en la industria se mantienen alejados de ellos”, refiri贸.
D铆az record贸 que en el sector privado la estrategia comenz贸 en 2000 con la implantaci贸n de sindicatos chavistas en f谩bricas donde no los hab铆a y organizaciones obreras paralelas para desplazar sindicatos de empresa existentes, adem谩s de apuntalar dirigentes afectos en sus directivas.
Trabajadores de la harina no lo permiten
Juan Crespo, presidente de la Federaci贸n de Trabajadores de la Harina, alert贸 sobre el discurso virulento de esos directivos sindicales y afiliados oficialistas que los acompa帽an en se帽alar a las empresas como acaparadoras, cuando la realidad es que la producci贸n ha ca铆do por las malas pol铆ticas econ贸micas del gobierno.
“Lo trabajadores no aceptan en las plantas, por ejemplo en las de harina precocida, la presencia de funcionarios de organismos como la Sundde y la Guardia Nacional Bolivariana, los cuales les hacen ver que son c贸mplices del supuesto acaparamiento de los empresarios”, se帽al贸 el directivo de Fetraharina.
Alert贸 que esos adeptos son vasos comunicantes con el PSUV y las comunas que “est谩n predispuestos a acusar a los trabajadores de colaboracionistas”.
Acoso en las cementeras
Los gerentes de las empresas cementeras nacionalizadas exigen lealtad total a los trabajadores pese a que les niegan la discusi贸n de los contratos colectivos y las mejoras en las condiciones de seguridad y salud en el ambiente de trabajo, afirm贸 Ulises Rodr铆guez, dirigente sindical de Venezolana de Cemento.
“El acoso y el espionaje interno lo aplican los gerentes, quienes califican de enemigos y saboteadores al sindicato y a los trabajadores por reclamar sus reivindicaciones”, denunci贸 Rodr铆guez.
Record贸 que al momento de la estatizaci贸n de las cementeras en 2008, los trabajadores acompa帽aron al presidente Hugo Ch谩vez en la iniciativa porque los patronos de entonces no cumpl铆an sus obligaciones laborales, situaci贸n que no mejor贸 con el cambio de administraci贸n de las plantas.
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