El perfil psicológico de Fidel Castro que hizo la CIA
El estudio de la CIA, elaborado en 1961, destaca que Castro adora sentirse adulado por las masas, cuenta con grandes ansias de permanecer en el poder y necesita enfrentarse a un adversario para entender que su existencia es perfecta.
diciembre 23, 2014
Hace 53 años que la Agencia Central de Inteligencia (CIA) describió a Fidel Castro como un líder neurótico y narcisista, cuya única prioridad es "mantenerse en el poder", junto a otros rasgos que, desde entonces, la historia se ha encargado de confirmar.
El perfil psicológico de Castro, elaborado por un equipo de psiquiatras de la CIA en octubre de 1961, explica en primer lugar que Fidel Castro no está en ningún caso loco, aunque cuenta con una personalidad inestable vulnerable a la presión psicológica.
El informe de tres páginas, archivado en laBiblioteca Presidencial y Museo John F. Kennedy de Boston destaca también que Fidel Castro adora sentirse adulado por las masas, cuenta con grandes ansias de permanecer en el poder y necesita enfrentarse a un adversario para entender que su existencia es perfecta.
La CIA hace hincapié además en que Castro es inestable y necesita los halagos de sus congéneres para sentirse pleno: cualquier crítica lo vuelve inestable y hace que pierda el contacto con la realidad.
"Excepcionales elementos neuróticos de su personalidad son el hambre de poder y su necesidad de reconocimiento y adulación por las masas: es incapaz de obtener completa satisfacción de cualquier otra fuente", subraya el informe citado por el diario argentino Clarin.
A su vez, los expertos también consideraban por entonces que Castro contaba un miedo atroz a las desgracias que le pudieran suceder debido a su pasividad (entre ellas, perder el poder por no haber sabido reconocer a tiempo los peligros que le atacaban). Esta característica se relaciona con su necesidad psicológica de encontrarse siempre en la cima, controlando a la sociedad y velando por ella como si estuviera formada por menores de edad.
En otra parte del informe el equipo psiquiátrico de la CIA sugiere que "eldesvelo de Castro por el cuidado médico y la alimentación de los más pobres, por brindar igualdad de oportunidades educativas a los no privilegiados, y su deseo de ser reconocido por ellos como un hermano benevolente y protector, indica un grado de conciencia muy herida. Sus castigos extremos a las violaciones y robos hablan también de cierto grado de culpa inconsciente que tal vez pueda ser usado en su contra".
Sin embargo señala que, "pese a depender de las masas para su sostén (…) no confía en ellas lo suficiente como para llamar a elecciones. Su prioridad es mantenerse en el poder. Él probablemente destruiría a ambos, a sí mismo y al pueblo cubano, para preservar este estatus".
Después de analizar los vínculos de Castro con Raúl y con el Che, añade: "Castro parece ser un individuo pasivo que se defiende de sus miedos a esa pasividad con la exaltación de sus maneras agresivas y sádicas. Su hiperactividad, la anulación de la rutina, la falta de organización, su impulsividad, sus rabietas, sus tendencias masoquistas, incluso con un deseo hacia el martirio, parecen relacionadas al costado femenino-pasivo de su personalidad. Su necesidad compulsiva de estar "en la cima" y no ceder jamás el control o la autoridad, es otra indicación de sus miedos respecto a la pasividad".
Entre los rasgos que más definen la personalidad de Castro, el equipo señala que uno de los más claros es su absoluto egoísmo (característica que llegan a considerar como su "Talón de Aquiles". "Narcisista al extremo, en la victoria debe controlarlo todo, sin delegar autoridad. Cuando se enfrenta a la derrota, su primera preocupación es retirarse para reagrupar sus recursos", completa el texto.
El informe termina por destacar "la superior capacidad intelectual" de Castro, sus dotes como "líder revolucionario y agitador" y su "incapacidad para la organización y la administración. Además –dice– no puede confiar en nadie a quien delegar su autoridad".
La doctora Hilda Molina, quien durante años mantuvo una cercana relación como profesional con Castro, y ahora vive exiliada en Argentina, remitió la pasada semana al sitio Infobae que señala que durante ese tiempo fue trazando un perfil psicológico de Fidel: "Es un psicópata. Es incapaz de cualquier tipo de sentimientos. Diseña su estrategia con precisión maquiavélica".
Molina, una reconocida neurocirujana que dirigió el Centro Internacional de Restauración Neurológica en La Habana, dijo que llegó a estudiar Psicología para tratar de conocer mejor a Castro.
"Tiene muchos trastornos de la personalidad. Es un clásico psicópata, incapaz de cualquier tipo de sentimiento genuino hacia el semejante, los demás son instrumentos para su satisfacion y desechables cuando no los necesita", subrayó.
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