martes, 23 de diciembre de 2014

En el exilio cubano, los fieles hablan de traición

En el exilio cubano, los fieles hablan de traición

Muchos católicos están molestos por la mediación del Papa
Por   | Agencia AP
MIAMI.- El papel clave que jugó el papa Francisco al alentar las conversaciones entre los presidentes Barack Obama y Raúl Castro dejó fracturas entre los fieles cubano-estadounidenses del sur de Florida, donde muchos católicos de más edad comparan a los hermanos Castro con el diablo.
Muchos católicos de todo el mundo han expresado orgullo de ver al papa Francisco alentar esperanzas de progreso en la isla de gobierno comunista, pero algunos cubano-estadounidenses dicen que su líder espiritual los ha traicionado.
"Yo seré católico hasta el día que muera'', dijo Efraín Rivas, de 53 años y empleado de mantenimiento que fue preso político en la isla 16 años. "Pero soy un católico sin papa."

Rivas dijo que lloró cuando Obama anunció sorpresivamente la marcha atrás de medio siglo de esfuerzos por aislar a Cuba. Entonces, cuando se enteró del papel del Papa, se puso furioso.
El arzobispo de Miami, Thomas Wenski, reconoció que algunos católicos están "preocupados o suspicaces'', pero dijo que muchos exiliados han recibido de buena gana los avances a pesar de su sufrimiento.
"El dolor es real, pero no se puede construir el futuro sobre los resentimientos'', dijo Wenski.
El Vaticano se ha acercado a Cuba desde el histórico viaje del papa Juan Pablo II a la isla en 1998. Las discusiones continuaron bajo el papa Benedicto XVI, quien visitó la isla en 2012. Y Francisco, el primer papa latinoamericano, defendió el fin del embargo estadounidense desde que participó en la visita de Juan Pablo II a la isla poco antes de ser nombrado cardenal de Buenos Aires.
El cardenal cubano Jaime Ortega Alamino, persona cercana a Francisco, coordinó las visitas papales y ha jugado un papel decisivo en mejorar las relaciones entre la iglesia y el Estado cubano, oficialmente ateo, desde que fue nombrado arzobispo de La Habana, en 1981. Esto ha frustrado a los católicos de más edad, quienes prefieren que la iglesia use su estatus único dentro de la isla para tomar posturas más duras.
"La Iglesia está contaminada'', dijo Miguel Saavedra, un mecánico de Miami de 57 años que lidera un grupo anticastrista y luce una cruz de oro al cuello como señal de su fe.
Los exiliados, molestos por los acontecimientos, se preguntan abiertamente: ¿presionó el presidente Barack Obama al Papa? ¿Entiende el Pontífice la maldad de los hermanos Castro? ¿O quizás intenta tontamente cementar su imagen de alentar los cambios?
"No sé qué estaba pensando el Papa'', dijo José Sánchez Gronlier, un abogado de 53 años que fue perseguido por su fe hasta que salió de Cuba cuando era adolescente. "Veo cierta ingenuidad en el papa Francisco", dijo.
El senador Marco Rubio, un cubano-estadounidense de Florida que lideró las críticas republicanas a la decisión de Obama sobre Cuba, dijo a los periodistas en Washington que "le pediría a Su Santidad que defendiera la causa de la libertad y la democracia''.
La Iglesia Católica sigue siendo la mayor fuerza religiosa en Cuba, aunque la asistencia a misa es baja, tras decenios de ateísmo oficial. La institución siempre ha ofrecido un centro alternativo de poder en que al menos son posibles algunas críticas al gobierno..

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