Mesa se abocará al crecimiento hacia afuera con política de calle
El objetivo prioritario es la victoria en 2015 para comicios de la AN.
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La noche del miércoles, Delsa Solórzano (UNT) informó que la MUD acordó una estrategia (Cortesía)
ELVIA GÓMEZ | EL UNIVERSAL
viernes 15 de agosto de 2014 11:20 AM
Los 25 partidos que participaron la noche del miércoles en el debate de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) nacional, acordaron dejar los esfuerzos meramente teóricos y pasar a la práctica, con una estrategia de crecimiento hacia la calle, incorporando y aglutinando a sectores descontentos con el chavismo-madurismo, para hacer realidad el cambio político definitivo, donde es clave la victoria en las elecciones parlamentarias de 2015, tarea que se declaró prioritaria, sin descartar eventos impredecibles.
Los integrantes de la Mesa de la Unidad saldrán de la confrontación política en la que los ha mantenido la estrategia del Gobierno y que, estiman, los ha incomunicado con vastos sectores nacionales.
La alianza ratificó, como lo recomendó el documento central -elaborado por Omar Barboza (UNT) y aprobado por el equipo permanente (G-7) de la MUD el lunes- cumplir lineamientos fundacionales de la agrupación, como son alcanzar el cambio por la vía democrática, constitucional, electoral y pacífica, y la incorporación del liderazgo social organizado.
La Mesa admite que existe una mayoría social y política descontenta con el oficialismo, pero que no apoya en la misma medida a la alternativa que intentan encarnar. De allí la convicción de que solo con una estrategia única, común, la oposición democrática podrá consolidar la mayoría que le hace falta y podrá tener "mando y coherencia". Asimismo, se acordó incluir la sanción a los miembros de la alianza que se desvíen o tomen atajos respecto de la línea oficial pactada por los miembros de la alianza, de acuerdo a las normas que ellos mismos se han dado. Se entenderá que cualquier actuación fuera de la estrategia común dejará fuera de la corporación a los indisciplinados, confiaron participantes en los debates del lunes y del miércoles.
La Mesa hará central en su mensaje unívoco al país, su compromiso con un cambio político para establecer un gobierno de unidad para la reconstrucción nacional y la reconciliación, objetivo declarado desde 2009. Se comprometen a desarrollar mecanismos con amplitud para la selección de los candidatos a la Asamblea Nacional, e impulsar estrategias para la defensa del proceso de descentralización.
Asimismo, la Mesa mantendrá sus lineamientos, ya anunciados al país, en el sentido de presionar por los cambios en los poderes públicos que tienen sus períodos vencidos, siendo de especial importancia el Consejo Nacional Electoral. Al mismo tiempo desarrollará la alianza, en su estrategia de política de calle, críticas hacia el desempeño del gobierno de Nicolás Maduro en las áreas económica y social, especialmente, para convencer a la mayoría de los electores que lo padecen, del fracaso del modelo impuesto en los últimos 15 años.
El activismo de calle se enfocará, además, en la agenda de conflictividad social, inseguridad personal, denuncias sobre la corrupción administrativa oficial, la lucha por la defensa de los derechos humanos, especialmente en la lucha por la liberación de los presos políticos y el regreso de los exiliados.
Sobre la actuación de los partidos políticos aliados en la Mesa de la Unidad, queda claro que todos podrán desarrollar sus propias estrategias de crecimiento. Siempre que estén enmarcadas en la estrategia común acordada para el cambio político, no tendrán limitaciones en sus planes proselitistas.
En el documento estratégico, la MUD establece la caracterización de sí misma y del régimen, que describen como "antidemocrático", "hegemónico" y "de vocación totalitaria". Por eso estiman de capital importancia la consolidación de esa mayoría descontenta para derrotar el ventajismo del Gobierno por la vía electoral y pacífica, y alcanzar el reconocimiento y apoyo internacional.
Los integrantes de la Mesa de la Unidad saldrán de la confrontación política en la que los ha mantenido la estrategia del Gobierno y que, estiman, los ha incomunicado con vastos sectores nacionales.
La alianza ratificó, como lo recomendó el documento central -elaborado por Omar Barboza (UNT) y aprobado por el equipo permanente (G-7) de la MUD el lunes- cumplir lineamientos fundacionales de la agrupación, como son alcanzar el cambio por la vía democrática, constitucional, electoral y pacífica, y la incorporación del liderazgo social organizado.
La Mesa admite que existe una mayoría social y política descontenta con el oficialismo, pero que no apoya en la misma medida a la alternativa que intentan encarnar. De allí la convicción de que solo con una estrategia única, común, la oposición democrática podrá consolidar la mayoría que le hace falta y podrá tener "mando y coherencia". Asimismo, se acordó incluir la sanción a los miembros de la alianza que se desvíen o tomen atajos respecto de la línea oficial pactada por los miembros de la alianza, de acuerdo a las normas que ellos mismos se han dado. Se entenderá que cualquier actuación fuera de la estrategia común dejará fuera de la corporación a los indisciplinados, confiaron participantes en los debates del lunes y del miércoles.
La Mesa hará central en su mensaje unívoco al país, su compromiso con un cambio político para establecer un gobierno de unidad para la reconstrucción nacional y la reconciliación, objetivo declarado desde 2009. Se comprometen a desarrollar mecanismos con amplitud para la selección de los candidatos a la Asamblea Nacional, e impulsar estrategias para la defensa del proceso de descentralización.
Asimismo, la Mesa mantendrá sus lineamientos, ya anunciados al país, en el sentido de presionar por los cambios en los poderes públicos que tienen sus períodos vencidos, siendo de especial importancia el Consejo Nacional Electoral. Al mismo tiempo desarrollará la alianza, en su estrategia de política de calle, críticas hacia el desempeño del gobierno de Nicolás Maduro en las áreas económica y social, especialmente, para convencer a la mayoría de los electores que lo padecen, del fracaso del modelo impuesto en los últimos 15 años.
El activismo de calle se enfocará, además, en la agenda de conflictividad social, inseguridad personal, denuncias sobre la corrupción administrativa oficial, la lucha por la defensa de los derechos humanos, especialmente en la lucha por la liberación de los presos políticos y el regreso de los exiliados.
Sobre la actuación de los partidos políticos aliados en la Mesa de la Unidad, queda claro que todos podrán desarrollar sus propias estrategias de crecimiento. Siempre que estén enmarcadas en la estrategia común acordada para el cambio político, no tendrán limitaciones en sus planes proselitistas.
En el documento estratégico, la MUD establece la caracterización de sí misma y del régimen, que describen como "antidemocrático", "hegemónico" y "de vocación totalitaria". Por eso estiman de capital importancia la consolidación de esa mayoría descontenta para derrotar el ventajismo del Gobierno por la vía electoral y pacífica, y alcanzar el reconocimiento y apoyo internacional.
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