Apuntes de la audiencia: Nueva política hacia Cuba y la seguridad nacional de EEUU
Los testigos recordaron actividades pasadas y presentes, secretas y públicas, desarrolladas por el Gobierno de Cuba contra EEUU y para alterar el balance de poder en el hemisferio.
febrero 26, 2015
Que Cuba continúa siendo un peligro claro y presente para Estados Unidos se desprende del testimonio ofrecido este jueves por varios expertos en la audiencia "La nueva política del Presidente y la seguridad nacional de EEUU", en el Subcomité de Asuntos del Hemisferio Occidental de la Cámara de Representantes.
Comparecieron como testigos Christopher Scott Simmons, fundador delblog Cuba Confidential y veterano agente de contrainteligencia de Estados Unidos; Fernando Menéndez, asociado principal del Centro para una Sociedad Libre y Segura (Center for a Secure Free Society); Jozé Azel, economista e investigador asociado principal del Instituto de Estudios Cubanos y Cubanoamericanos de la Universidad de Miami; y el embajador Dennis Hays, director de The Emergence Groupy ex coordinador del Buró de Asuntos Cubanos del Departamento de Estado durante la Administración Clinton.
La audiencia fue convocada por el presidente del subcomité Jeff Duncan (Carolina del Sur), y participaron los congresistas Albio Sires(D-Nueva Jersey); Ileana Ros-Lehtinen (R-Florida); Gregory Meeks(D-Nueva York); Ron DeSantis (R-Florida); Joaquin Castro (D-Texas);Matt Salmon (R-Arizona); Christopher Smith (R-Nueva Jersey); y Ted Yoho (R-Florida).
Los testigos recordaron actividades pasadas y presentes, secretas y públicas, desarrolladas por el Gobierno de Cuba contra Estados Unidos y para alterar el balance de poder en el hemisferio.
En el aspecto histórico se mencionó el envío de oficiales cubanos a Vietnam para interrogar a prisioneros de guerra estadounidenses; el refugio ofrecido a miembros de organizaciones terroristas como la ETA vasca y las FARC colombianas, y también a fugitivos de la justicia estadounidense como los acusados de fraudes millonarios y la terrorista Joanne Chesimard, una de los diez más buscados por la Oficina Federal de Investigaciones.
Como parte de las actividades contra la seguridad de Estados Unidos y del mundo actuales, o que continúan hasta el día de hoy, se expuso la exportación de asesores militares, policiales y de inteligencia para controlar vigilar y reprimir y masacrar a los venezolanos; las conversaciones con Rusia para reabrir la base de escucha radioelectrónica de Lourdes y la admisión de buques espías rusos en puertos cubanos.
También, la expedición de 173 pasaportes venezolanos a elementos islamistas para ingresar a Canadá; el envío secreto de armamento a Corea del Norte, vetado y verificado por la ONU; la venta –o compartición– de secretos de Estados Unidos a Gobiernos como los de Irán, Siria y Rusia; y el reclutamiento e infiltración de espías en altas esferas del Gobierno de Estados Unidos.
En ese sentido, salieron a relucir la información ofrecida al FMLN de El Salvador y al Gobierno de Manuel Noriega en Panamá por la espía cubana sembrada en la Agencia de Inteligencia para la Defensa Ana Belén Montes; la ofrecida a Saddam Hussein sobre la invasión de Estados Unidos; y más recientemente una penetración cubana en la Oficina Nacional de Reconocimiento (satelital) de Estados Unidos alrededor de 2012 que sólo cesó con el inicio de las conversaciones bilaterales.
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