Los cubanos, ajenos a las 15 medidas ejecutivas de Obama
La prensa oficial apenas informa de los pasos dados por Washington.
Lo poco que han podido conocer los cubanos fue lo expresado por Raúl Castro en la recién concluida III Cumbre de la CELAC.
Al referirse a las medidas, Castro se limitó a decir: "Hemos seguidos con atención el anuncio del Presidente de los EEUU de algunas decisiones ejecutivas para modificar ciertos aspectos de la aplicación del embargo".
Más adelante, el mandatario cubano, con la deliberada intención de confundir y contentar a los sectores del gobierno y del Partido Comunista contrarios a estas conversaciones, afirmó: "Las medidas son muy limitadas. Persisten la prohibición de créditos, del uso del dólar en nuestras transacciones financieras internacionales, se impiden los viajes individuales de norteamericanos bajo licencia para los llamados intercambios 'pueblo a pueblo', se condiciona estos a fines subversivos y se impide también que viajen por vía marítima".
Como el Gobierno cubano es dueño de la prensa, sus editores se limitan a divulgar lo que se les ordena. Los cubanos, al no saber los detalles ni la trascendencia de las medidas de Washington, no pueden evaluarlas para determinar por sí mismos si realmente, como se les ha dicho, son perjudiciales a la soberanía y la libre determinación de la nación.
¿A qué se debe el ocultamiento de las medidas?
En las 12 categorías de viajes autorizados será aplicada una licencia general. Esto significa que las personas que cumplen las condiciones establecidas no tendrán que solicitar una licencia para viajar a Cuba.
Se autoriza a los viajeros procedentes de EEUU a utilizar tarjetas de crédito y débito en Cuba.
A las agencias de viajes y compañías aéreas radicadas en territorio norteamericano se les autoriza a prestar servicio sin necesidad de una licencia específica, es decir, que se pone fin a los vuelos chárter y se autorizan los vuelos regulares.
A todo viajero radicado en EEUU que visite Cuba se le autoriza a importar 400 dólares en bienes para uso personal y 100 dólares en bebidas alcohólicas y tabaco. Tal medida tendrá un efecto positivo en el crecimiento en las ventas de estos artículos tan demandados.
Se concederán licencias que facilitarán el establecimiento de instalaciones comerciales de telecomunicaciones que permitan a los cubanos comunicarse dentro de la Isla, con EEUU y el resto del mundo. Además, bajo una nueva licencia de excepción se autoriza la comercialización de determinados dispositivos empleados en la Tecnología de la Información y la Comunicaciones (TIC).
Al mismo tiempo, las medidas puestas en vigor autorizan la venta comercial, donaciones, exportación y reexportación de computadoras, teléfonos móviles, televisores, dispositivos de memorias, grabación y software de consumo.
Como un elemento novedoso, las medidas autorizan, por primera vez tras 55 años, a las instituciones bancarias de EEUU a abrir y mantener cuentas ordinarias en entidades financieras cubanas para facilitar el procesamiento de las transacciones con tarjetas de créditos y débitos para los viajes y otras operaciones autorizadas.
En lo referido a las remesas de los cubanos, se incrementaron de 500 a 2000 dólares por trimestre. Los viajeros podrán traer a Cuba hasta 10.000 dólares. Las remesas pueden ser familiares, periódicas, para organizaciones religiosas y de estudios, estas últimas con la licencia requerida.
Las medidas autorizan determinados proyectos de microfinanciamiento y formación empresarial, y operaciones comerciales y agrícolas, destinadas al sector de los pequeños empresarios privados. Además, se contempla la importación comercial de productos producidos por pequeños agricultores y cooperativas, de acuerdo a lo que fije el Departamento de Estado, que ha anunciado que el listado de productos se publicará oportunamente en su sitio digital.
Estas son algunas de las medidas más relevantes y que tocan directamente a los cubanos, pero deliberadamente, el régimen no las ha dado a conocer.
Los 478.000 cubanos autorizados a ejercer la actividad privada tenían, al cierre de 2014, cerca de 3.000 pequeños restaurantes, hostales y miles de cafeterías en las que laboran millares de trabajadores contratados.
De ser autorizadas las transacciones comerciales de exportación e importación, el Gobierno estaría obligado a cambiarles su estatus legal, de persona natural a persona jurídica.
Pero como el Gobierno ha dicho claramente que su intención no es fomentar ni mucho menos fortalecer una clase media poderosa e influyente, no dará ese paso. Por tanto, los pequeños empresarios privados, desde el punto de vista legal, no podrán hacer ninguna transacción con terceros radicados en EEUU a menos que los autoricen, cosa que de momento no ocurrirá.
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