Guantánamo: Hasta la democracia de Cuba
LA HABANA.- El reinicio de las relaciones diplomáticas entre EEUU y el régimen comunista representa un triunfo en la política estratégica castrista. Que unido a la libración de tres espías convictos en esa nación del norte pudiéramos describirla como jugada perfecta en el campo de la diplomacia castrista.
OPOSITOR CUBANO | 14 de Febrero de 2015
LA HABANA.- El reinicio de las relaciones diplomáticas entre EEUU y el régimen comunista representa un triunfo en la política estratégica castrista. Que unido a la libración de tres espías convictos en esa nación del norte pudiéramos describirla como jugada perfecta en el campo de la diplomacia castrista.
Del mismo modo, para continuar ese triunfo arrollador sobre su archienemigo norteño, sólo le faltaría concretar el levantamiento del embargo y la devolución del territorio de la Base Naval de Guantánamo (Gitmo).
La derogación del embargo económico, financiero y comercial supondría una prolongación de la existencia de la dictadura castrista y una nueva forma de explotación al pueblo cubano con la reafirmación política del castrocomunismo.
Sin embargo, la devolución a la jurisprudencia cubana del territorio de la base militar sería el mayor logro político en la historiografía nacional y en la restauración psicológica de la nación; únicamente superada por su dimensión con la declaración de independencia de Cuba e igualaría en hecho a la reintegración de la Isla de Pinos a nuestro patrimonio nacional o la supresión de la Enmienda Platt. Por lo que sobredimensionaría en beneficios a los Castro y su dictadura; y provocaría una mitigación justiciera al perverso estado criminal de ese régimen.
El general Raúl Castro conoce la rígida ortodoxia en la ideología de algunos de sus acólitos del Partido Comunista y fustiga el comienzo de las relaciones cubanoestadounidenses con pedidos imposibles de cumplir como la desmantelación y reclamación de la base militar de Guantánamo. Lo hizo para contentar esa fuerza burocrática y peligrosa de su Partido.
Por otra parte, siendo más realista, el Gobierno americano ajustándose a la estrategia geopolítica de su nación, deniega la devolución del territorio militar de Guantánamo, o quizás recordó que ese tratado se realizó entre los representantes gubernamentales de dos pueblos libres hace más de 100 años, en 1903. Y se reservará el derecho de aplazar conversaciones sobre el tema para cuando el pueblo cubano elija libremente a sus representantes para el Gobierno.
El territorio Guantánamo arrendado a perpetuidad por los EEUU a Cuba, está asociado a la Enmienda Platt, cláusula impuesta a la Constitución cubana de 1901 para lograr la independencia de Cuba. Esta enmienda fue derogada en 1934 por las autoridades estadounidenses y ratificada en otro tratado la continuidad del arrendamiento de la base militar guantanamera.
La importancia de la Enmienda Platt desde la historicidad americana es que ésta es portadora de la Doctrina Monroe (1823), ambas han sido tergiversadas por los políticos y escritores de ideología antiamericana.
“América para los americanos” fue la punta de lanza de los políticos latinoamericanos oportunistas que resaltaron el chovinismo en sus países para imponer sus autocracias. Y reinterpretaron esta frase como que los estadounidenses deseaban apoderarse de las tierras latinoamericanas y que no impedía la expansión colonial de los imperios europeos sobre las nacientes repúblicas latinas independientes.
Recordemos un hecho importante, los franceses impulsados por Napoleón III invadieron el México de Benito Juárez e impusieron a Maximiliano, archiduque de Austria como emperador, 1864-1867, por el Tratado de Miramar de 1864. Antes tropas de los imperios británicos, españoles y franceses habían ocupado la ciudad mexicana de Veracruz, en 1861; y a partir de 1862, los imperiales franceses extendieron la ocupación a todo el territorio mexicano. Estas difíciles circunstancias reafirman la doctrina Monroe, en plena guerra civil estaban los EEUU (1861-1865). Pero no dejaron solo al pueblo mexicano y condenaron la agresión; aunque no les importó a las fuerzas invasoras.
No obstante, en 1864, el presidente republicano Abraham Lincoln forzó, con una declaración de solidaridad con los mexicanos y de reconocimiento de su presidente y líder Benito Juárez, la retirada incondicional de los invasores extranjeros, que tuvo cumplimiento años después de terminada la guerra de secesión estadounidense.
En realidad, la doctrina Monroe se cierra oficialmente y en teoría con la derogación de la Enmienda Platt en 1934, que posibilitó la presencia en suelo cubano de las tropas militares soviéticas; los estadounidenses no pudieron forzar su salida hasta 10 años después de la caída del Imperio soviético. Manifiestas estas aspiraciones en la Ley libertad de Helms-Burton de 1996.
En la actualidad, John Kerry, secretario de Estado de EEUU, expuso el fin práctico de la doctrina Monroe; y el presidente estadounidense Barack Obama confirmó dichos objetivos al proclamar que todos éramos americanos y la igualdad entre todas las naciones del Hemisferio Occidental.
La base de Gitmo sigue siendo una reminiscencia de esa política. En espera de resolver por un Gobierno democrático cubano. Sin embargo, el general Castro puede manifestar su buena voluntad con los derechos humanos del pueblo cubano con la eliminación de las minas terrestres instaladas en esa región guantanamera y firmar el Tratado de Ottawa que prohíbe las minas antipersonales.
Presidente de la Fundación Lawton de Derechos Humanos
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