viernes, 5 de septiembre de 2014

Y PARA EL CRUEL QUE ME ARRANCA…

Y PARA EL CRUEL QUE ME ARRANCA………..
Por: Ariel Clavijo
No queremos ser repetitivos en señalar en lo que la tiranía de los hermanos Castro ha convertido a nuestra Cuba, pero si es bueno mencionar como, inteligentemente, han dividido al pueblo cubano, como han roto la familia y como han llegado a distorsionar las creencias religiosas otrora tan arraigadas en el sentimiento nacional.
En estos momentos en Cuba existen dos bandos; los que han acatado y siguen fervientemente a la revolución y aquellos que no aceptamos una ideología de odio y hambre. Aquellos que siguen la línea encabezada por el tirano Raúl Castro, heredero en el trono de Fidel Castro, y que practican la política estalinista y que amparados bajo la sombra protectora de los gendarmes de la Seguridad del Estado  y atacan con furia y odio a todo aquel que disiente del tirano y que esta opuesto a un sistema que ha sumido a la patria en la más horrible miseria, hambre y enfermedades.

Esos seguidores, que conjuntamente al tirano, han traicionado a la patria que nos vio crecer, no quedan exentos del hambre, la miseria y las enfermedades, además de quedar expuestos a la mirada del mundo que siguen con atención los acontecimientos de un pueblo que sufre y llora; un pueblo que cada vez más se hunde en el barro de la corrupción y la inmoralidad patentizada.
También los hijos de los seguidores del castro comunismo se prostituyen, también tienen hambre, también se enferman y sufren los rigores de la escases al igual que los demás. Los hijos de los seguidores del tirano son enviados a combatir en tierras extrañas apoyando el expansionismo ideológico, la ambición desmedida de aquel que ha esclavizado a su propio pueblo y también sufren la ausencia de la familia, sin libertad de pensamiento y movilidad, con las mismas barreras insalvables de aquellos que se oponen a ser esclavos.
Las esposas de los seguidores de Castro también sufren la ausencia de alimentos en sus casas, también envían a sus hijos a la escuela con hambre, también sufren la ausencia de medicamentos fundamentales para combatir las epidemias que les azotan; porque formamos parte del mismo pueblo, porque todos estamos considerados como esclavos, porque todos iguales, porque todos formamos parte de la igualdad proletaria, no importa si aplaudes o condenas al tirano, simplemente eres uno más que obedece, uno más sin esperanzas y sin derechos.
Los seguidores propinan golpes a los opositores, pero ellos también son golpeados por el puño del tirano, porque reciben los mismos beneficios que aquellos a los que ellos golpean. Los seguidores gritan Patria o Muerte y solo la Muerte los espera en la misma Patria.
¿Por qué golpear, porque dar actos de repudio, porque vigilar las actividades de los demás con el ánimo de hacer daño si por esa actividad no recibes nada?
Revolución significa cambios que beneficien al pueblo, Revolución no es asesinar, no es encarcelar, no es reprimir, no es discriminar a aquellos que practican la fe cristiana, no es perseguir a los que piensan diferente o los que quieren cambios; Revolución no es imponer el criterio de unos pocos, Revolución no significa un solo partido, Revolución es algo más profundo que marcha con la voluntad del pueblo y con sus necesidades, Revolución no es matar de hambre a un pueblo y hundirlo en la miseria. Revolución significa dar al pueblo los beneficios de sus luchas sociales, libertad, democracia, pluri-partidismo, elecciones libres, educación, salud pública, mejoras económicas y sociales; y también dar al pueblo la paz y tranquilidad que ese pueblo se merece proporcionándole fuentes de trabajo donde puedan desarrollarse los conocimientos adquiridos mediante los estudios cursados.
Nacimos en el mismo país, hablamos el mismo idioma, tenemos las mismas costumbres y queremos vivir en paz. Pero debemos seguir viéndonos como los vecinos de antaño, como la gran familia unida por el mismo dolor y la misma alegría, compartiendo nuestros alimentos y nuestros sueños, sin esclavistas que quieran dirigir nuestras vidas, donde podamos pensar y decidir el mejor camino a seguir.
“Y para el cruel que me arranca el corazón con que vivo, cardo ni ortigas cultivo, cultivo una rosa blanca”.




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