Uniformes capitalistas

La tan cacareada educación infantil castrista apenas llega para ofrecer un uniforme por niño para el curso escolar

REDACCIÓN DLAmar sep 9 2014 00:20

A pesar de la demonización que los líderes de la revolución cubana han hecho del capitalismo desde su llegada al poder, la realidad en innumerables ocasiones ha dejado en ridículo la inflexible doctrina comunista. El último ejemplo se está viviendo en Miami, donde algunos establecimientos están vendiendo los uniformes escolares para los niños cubanos.

Cada vez son más los cubanos de la isla los que sobreviven gracias al apoyo y solidaridad de sus parientes en el extranjero. Miami es sin duda la capital de esa solidaridad y en los últimos días se han vendido miles de uniformes escolares que acabarán siendo utilizados por sus pequeños familiares de La Habana, Santiago o cualquier otra ciudad de su patria de origen. 

La tan cacareada educación infantil castrista apenas llega para ofrecer un uniforme por niño para el curso escolar y las camisas y pantalones de unas tiendas de Hialeah son al final los que resuelven el problema al que el socialismo de los Castro no ha sabido dar respuesta.

De nada vale la escolarización si los niños carecen de los materiales adecuados para su educación en un país además en el que las salidas profesionales son nulas y en el que la única alternativa es huir en busca de un futuro en el extranjero. Y es aquí donde el demonizado capitalismo vuelve a aparecer porque los jóvenes cubanos sueñan con un futuro en Estados Unidos, España o en algún otro país de la vieja Europa. Sus sueños nos pasan por Venezuela o Corea del Norte.

Manipular a los niños, lavarles el cerebro, vestirles con un uniforme cuyo único significado es la sumisión son los síntomas más evidentes del fracaso del sistema comunista pero además su cara más amarga. La de aquellos que son capaces de aprovecharse de los más débiles para perpetuarse en el poder.