Cuba restringe la introducción de bienes de consumo al país
El Gobierno controlará los productos que llegan a través de las maletas de los viajeros
Esta nueva medida está siendo muy impopular
Un ciudadano cubano etiqueta con la palabra "frágil" una televisión ara llevársela a Cuba LYNNE SLADKY AP
Cuba ha elevado los impuestos y restringido las importaciones sobre los bienes de consumo que llegan al país a través de vuelos o por correo, imponiendo mayores restricciones al incipiente sector privado y provocando el enfado de los ciudadanos.
Las nuevas restricciones, que comienzan este lunes, favorecen la compra de bienes a través del mercado negro, que dispone de todo aquello que es difícil de encontrar en el mercado normal o viene con impuestos especiales.
La medida también carga contra los cubanos que dirigen pequeños negocios como restaurantes y salones de belleza que dependen de las mercancías que les llegan a través de maletas de viaje.
"A nadie le gusta y la gente está enfadada" declara Silvio Madero, un ciudadano cubano americano de Homestead, Florida, que ha visitado a su familia cubana en seis ocasiones durante los últimos cuatro años, llevándoles la preciada mercancía.
"El país necesita que el dinero entre y con estas medidas eso no va a pasar. Nos deben dejar entrar todos los bienes necesarios para ayudar a nuestros familiares y amigos".
En el Aeropuerto Internacional de Miami, cubanos y cubano americanos rutinariamente hacen cola para vuelos charter mientras cargan con televisores, neumáticos de bicicletas e innumerables útiles para proveer a los habitantes de la isla.
La decisión del Gobierno de disminuir este tipo de importaciones se basa en aumentar sus impuestos, con un incremento adicional de 100 dólares (76 euros) en la mayoría de los productos. El impuesto para una pantalla de 32 pulgadas (81 cm) pasa a ser de 250 dólares (190 euros), de 400 dólares para aquellos televisores de entre 32 y 42 pulgadas (106 cm) y 500 dólares (380 euros) en modelos aún más grandes.
Algunos cubanos o cubano americanos se ganan la vida como "mulas" transportando mercancías como pasajeros de líneas aéreas. Otros, prefieren llevar mayor equipaje antes que pagar tasas por una tarifa aérea. Todos estos viajeros frecuentes ahora tendrán que pasar por las aduanas y los productos les serán confiscados.
Bajo distintas reformas económicas promulgadas por el presidente Raúl Castro, los cubanos pueden tener diferentes negocios como pequeños restaurantes, salones de belleza, hostales,... Pero no existe un mercado al por mayor, obligando a los empresarios a importar los bienes a través de los viajeros aéreos, pagando un mínimo de 240 por ciento del impuesto de ventas.
La modernización de la economía que está tratando de llevar a cabo Cuba está siendo desigual, marcada por paradas.
Algunas medidas anteriores han demostrado ser muy impopulares, como la prohibición en las casas del cine 3D o la venta privada de los bienes importados de ropa del año pasado. Los cubanos sí aceptaron con gusto la liberalización de la venta de coches nuevos, pero se volvió en indignación cuando conocieron que los impuestos de los vehículos familiares eran similares a los de los coches deportivos europeos.
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