sábado, 6 de diciembre de 2014

Temo que la Corte se derechice', dice rector del Externado

'Temo que la Corte se derechice', dice rector del Externado

Juan Carlos Henao dice que siente que el proceso de paz va por el camino correcto.

 
El rector Juan Carlos Henao fue elegido recientemente representante en el Consejo de Educación Superior (Cesu).
Foto: Archivo EL TIEMPO
El rector Juan Carlos Henao fue elegido recientemente representante en el Consejo de Educación Superior (Cesu).
Juan Carlos Henao (diciembre, 1958) solo ha pisado dos veces el Senado de la República. La primera vez fue en noviembre del 2008, cuando presentó su candidatura a la Corte Constitucional; y la última, el pasado 11 de noviembre. Ese día recibió la Orden del Congreso en el Grado de Gran Cruz con placa de oro. Un reconocimiento por su labor en beneficio de la ciencia jurídica y la Nación.

“Me sentí honrado y pensé qué mensaje podía dejar en ese recinto, así fuera como quien lanza una botella en el mar, pero con la ilusión de que algo quede”, cuenta en su oficina en la Universidad Externado de Colombia, de la que es rector desde hace dos años. En su discurso evocó una frase del expresidente Santiago Pérez que aún se comenta en el Capitolio: “el Estado colombiano ha sido a veces una oligarquía más o menos bastarda”.
¿Qué mensaje quería dejar con su discurso?
Quería hablar de la sencillez y de la incertidumbre. Yo creo que los seres humanos tenemos un error, y es que siempre nos educan y nos acostumbran a la seguridad, que todo tiene que buscarse a través de la seguridad. Desde el amor –por eso el matrimonio es un contrato– hasta en ámbito laboral, donde no se puede ser rebelde porque lo echan. Quería dejar el mensaje de que cuando uno acepta la incertidumbre como una dinámica de la vida, se desechan la seguridad y todas las deformaciones que trae consigo, que es lo que se ve en la gente que tiene poder.
También habló de paz...
Sí, y el punto de partida fue una frase del expresidente y exrector de la Universidad Externado de Colombia, Santiago Pérez, para decir que el Estado colombiano ha sido en ocasiones una oligarquía más o menos bastarda que ha producido hechos que denigran del decoro de la Nación. Y esa reflexión es importante ahora que estamos en un proceso de paz, porque la sociedad debe entender que la guerrilla no es tan mala como la pintan; ni el Estado, tan como bueno como se ha creído.
¿Cómo ve el proceso de paz con las Farc?
Yo lo veo muy bien. Siento que esta vez va por el camino correcto. Fue muy desafortunado, militarmente, el error que, creo, cometió el general Rubén Darío Alzate. Sin embargo, creo que este suceso va a reforzar el proceso de paz.
Usted fue presidente de la Corte Constitucional, pero no terminó su periodo por aceptar la rectoría del Externado.
¿Cómo ve en este momento a ese alto tribunal?
Me preocupa que la Corte Constitucional se derechice a raíz de la salida de Humberto Sierra y la mía. Nosotros éramos un costado liberal y fuimos reemplazados por personas muy respetables y buenas en lo que hacen, pero definitivamente con una manera de pensar muy distinta y conservadora. El temor más grande que tengo es el de que la Corte se empiece a echar para atrás en temas en los que, con mucho esfuerzo, avanzamos.
¿No fue un avance la sentencia que permitió que una pareja gay adopte?
Esa decisión fue para un caso particular, y se necesita tener padre biológico o madre biológica. Entonces, uno se pregunta: ¿cómo harían dos varones homosexuales que quieren adoptar? Yo creo que la Corte debió haber ido mucho más allá en ese sentido.
¿Qué otras decisiones le hacen pensar que la Corte se está volviendo ‘goda’?
Todo lo que tiene que ver con desplazados. Hay que ver lo que pasa con el seguimiento de la sentencia T-025 del 2004, que dio tantas garantías y que se ha ido recortando mucho. No hay que olvidar que esos son derechos sociales y culturales. Es grave que la Corte se vuelva poco protectora de igualdades y de la inclusión social.
¿Y cómo ve al Consejo de Estado?
Yo siento que ha mejorado, ha dado pruebas de independencia, de talante jurídico. Como, por ejemplo, las decisiones a raíz de la ‘puerta giratoria’ frente a dos magistrados. Uno ve que el Consejo de Estado busca acertar no solo frente a la opinión pública, sino frente a la juridicidad.
¿No siente que le faltó mucho por hacer en la Corte?
A mí me dio mucha tristeza, porque estaba como pez en el agua; pero yo no podía decirle que no a la rectoría de la Universidad Externado de Colombia. No solo por mi maestro Fernando Hinestrosa, que fue como mi segundo padre, sino por la universidad misma, por la institución, que es librepensadora, laica, rebelde. Debía estar acá.
Ahora, de vuelta a la academia, ¿cómo ve a los jóvenes estudiantes?
Por naturaleza, soy optimista; yo creo en la perfectibilidad del ser humano. Yo creo que, a pesar de todo, el país va mejorando, las expectativas de la paz, el crecimiento económico, la baja en el desempleo. Veo en los jóvenes un futuro con mucho anhelo, con muchas ganas de vivir y de salir adelante.
En el Externado estudia Camila Abuabara, la joven que está luchando contra el cáncer y que generó debate frente al tema de tratamientos en el exterior. ¿Cuál es su opinión frente a ese caso?
Este tema, independientemente del caso de Camila Abuabara, hablando en general, es uno de los más polémicos que hay en derecho, porque cuestiona hasta dónde tiene que ir el nivel de protección y hasta dónde los recursos financieros excusan los compromisos que un Estado debe tener. Yo creo que todo presupuesto tiene un límite, y hay que mirarlo desde el principio de igualdad. Preguntarse por qué a unas personas se les podría dar este tratamiento y a otras no.
¿Ha pensado qué hacer después de dejar la rectoría?
Yo estoy nombrado por 6 años, con posibilidad de reelección por 3 años más. En el fondo tengo un alma académica, lo que más me gusta en la vida es estar escribiendo e investigando. Estoy en mi salsa y eso lo hace uno hasta que se muera.
¿Cuál cree que ha sido, hasta ahora, su gran aporte al Externado?
La interrelación entre todas las unidades académicas. Estamos haciendo investigación transversal entre todos los ejes de investigación. Además, estamos abriendo más la relación de la universidad con Estados Unidos y China. Estamos haciendo investigaciones guiadas por las nuevas normas de Colciencias, donde estamos haciendo unas exigencias mucho mayores a los profesores.
¿Qué opina sobre lo que está pasando con algunas universidades, a las que parece importarles más el negocio que la educación?
Quien funde una universidad para hacer dinero para sí mismo está violando todos los principios que tiene que tener el sistema educativo, Uno no puede olvidar que las universidades son fundaciones que no le pertenecen a nadie, son entes autónomos que están hechos para vivir por la educación y para la educación.
Entrar a una universidad de gran prestigio no es fácil para todos...
Claro. Eso pasa porque el sistema público no da abasto: el rector de la Universidad Nacional me dijo hace poco que le toca rechazar a cerca de cien mil personas, y esas cien mil terminan estudiando en cualquier lugar. El tema es complejo porque no puede exigirle a una universidad pública que reciba cincuenta mil personas más, porque para recibirlas tiene que tener un cuerpo de profesores capacitado, y eso no es fácil.
SALLY PALOMINO C.

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