sábado, 13 de diciembre de 2014

Oposición política da pena”


  • Fonseca dice que la población no tiene esperanza en los opositores
Monseñor Silvio Fonseca, vicario de Familia, Vida e Infancia de la Arquidiócesis de Managua, considera que la clase política opositora de Nicaragua, además de estar desgastada, da vergüenza y hasta cree que estos reciben salarios por desunirse y atacarse públicamente.
“Los opositores políticos están desgastados y sin credibilidad”, sostiene el guía espiritual, quién además asegura que la falta de valores morales está afectando a toda la sociedad.

“En este país la gente no tiene esperanza en los políticos opositores porque estos buscan sus propios intereses”, criticó monseñor Fonseca, luego de meditar cómo afecta la crisis de los valores morales a la clase política y a la sociedad.
El sacerdote explicó que el actuar de muchos políticos opositores da vergüenza y que por tal razón la sociedad ha dejado de creer en su gestión política.
“Hasta a veces parece que hasta les pagan para tirarse entre sí y después los ves en kupia kumi, comiendo en el mismo plato, después que se atacan. Es una vergüenza, se han perdido los principios morales de muchos políticos y eso da vergüenza”, sentenció el vicario de Familia.
Por otro lado, monseñor Silvio Fonseca criticó los altos costos de la canasta básica, pese a que el combustible ha tenido una baja considerable en su precio.
“Es una injusticia porque mientras el petróleo experimenta una considerable baja en sus precios, esto no se aplica en la baja de los alimentos de la canasta básica, cuando las alzas de los alimentos siempre se justifican por los altos precios del petróleo. Entonces, ¿dónde está la justicia? Si el petróleo baja, entonces que baje la canasta básica. Eso sería de justicia”, reflexionó el sacerdote.
El pastor católico también explicó que mientras una clase pudiente se hace más rica, el número de pobres en el país sigue aumentando.
“Es una ironía porque mientras hay una clase poderosa, la mayoría de los nicaragüenses busca el pan de cada día y muchos están en los semáforos vendiendo caramelos y guayabas para poder llevar el alimento a sus hogares. No es justo”, sostiene.
Fonseca valoró que si el país tuviera un Gobierno transparente, no habría tanta pobreza, ni miles de personas desempleadas.
“La pobreza de los nicaragüenses es cada vez más aguda, tristemente seguimos siendo el país más empobrecido de América Latina, pero si tuviéramos un Gobierno transparente no nos miraríamos en este dolor de tantos nicaragüenses desempleados; pero desde acá se exporta hacia el extranjero que estamos de lo mejor, pero la realidad es otra. Es de pobreza. Eso no es de justicia”, valora monseñor Silvio Fonseca Martínez.

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