Hamas y la guerra fría árabe
El realineamiento diplomático en la región ha hecho que el grupo palestino pierda aliados
Hamas ha dado un viraje en sus relaciones con Siria e Irán tras la guerra civil siria
Palestinos se concentran junto a una mezquita destruida en un bombardeo israelí, ayer, en Gaza. REUTERS
Desde que estallaron las revoluciones árabes, una guerra fría entre estados está realineando las alianzas diplomáticas en Oriente Próximo y el Magreb.
Siempre han existido rivalidades y las tradicionales pujas entre Arabia Saudí y Egipto por convertirse en potencias regionales. Pero conflictos como el de Siria o transiciones fallidas como la egipcia están abriendo un nuevo panorama político regional en el que Turquía, Qatar o Irán se confirman como actores clave tras décadas desafiando los roles establecidos de Riad o El Cairo.
La organización palestina Hamas, imperante en la Franja de Gaza, no es ajena a todo lo que está ocurriendo a su alrededor. Al contrario, se está viendo muy afectada por los cambios y los conflictos en los países vecinos. La actual ofensiva israelí sobre Gaza, que ya ha provocado la muerte de más de 1.300 palestinos -el 85% de ellos civiles, según el Centro Palestino de Derechos Humanos-, está también poniendo contra las cuerdas los apoyos políticos de Hamas, quien no ha dudado en criticar el "silencio" de la mayoría de líderes árabes desde que se iniciara la campaña militar israelí.
El grupo palestino -al que EEUU, la UE e Israel incluyen en sus listas de organizaciones terroristas- tiene dos claros aliados hoy por hoy: Qatar y Turquía. Según los expertos, ambos países proporcionan apoyo público y asistencia financiera a Hamas. Qatar es además la sede del buró político de Hamas y acoge a su líder, Jaled Meshal, quien tuvo que abandonar Damasco en los albores de la guerra civil siria. El emirato ha protagonizado en los últimos años varias ofensivas diplomáticas para acabar con la división política entre los palestinos, separados también por la geografía del poder de Hamas en Gaza y de Al Fatah en Cisjordania desde 2006. Paradójicamente, Qatar es el más importante aliado de Estados Unidos en el Golfo Pérsico y mantiene contactos amistosos con Israel.
Turquía, en su creciente papel regional desde que el despertar árabe acercara al poder a grupos afines a la ideología de la formación gobernante, el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), ha seguido también cerca de Hamas y el año pasado, Meshal visitó al primer ministro turco, Tayip Erdogan.
Perdiendo amigos valiosos
Pero desde 2011, en los vericuetos de las revueltas árabes, el Grupo de Resistencia Islámica (significado del acrónimo Hamas) ha perdido a varios aliados valiosos. El realineamiento más devastador para Hamas ha sido el derrocamiento de Mohamed Mursi y lailegalización de los Hermanos Musulmanes en Egipto. Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos son también hostiles a los Hermanos Musulmanes, rama ideológica a la que pertenece Hamas.
Por otra parte, aunque eran extraños compañeros de cama, Hamas era tradicional aliado de Siria e Irán. La guerra civil en Siria y la violencia sectaria que disparó el conflicto hizo que la organización palestina tuviera que tomar parte y lo hizo por la mayoría suní en Siria y en contra del régimen de los Asad, aposentado en el apoyo de la secta alauí -una rama del islam chií-. Al igual que la población siria que se opone a Asad, los refugiados palestinos en Siria -casi 600.000 antes del conflicto- están sufriendo también las consecuencias de la guerra civil, forzados a un nuevo exilio, al hambre y la muerte.
La Siria de Asad daba asilo a Meshal y su buró político hasta que estalló la guerra y se estima que el régimen derivaba una media de 10 millones de euros cada mes a Hamas hasta 2011. Abandonar a Siria ha traído para Hamas otra consecuencia: el enfriamiento de sus relaciones con Irán, un país de mayoría chií. Y, en un efecto dominó, el distanciamiento con la milicia chií libanesa Hizbulá, respaldada por Teherán y que lucha del lado de Asad. Todo ello tuvo tremendos estragos en la financiación iraní a Hamas, que tuvo que hacer las maletas y salir del Líbano.
El actual conflicto en la Franja de Gaza "podría traer una especie de aproximación entre los líderes iraníes y Hamas", consideraba Farwaz Gerges, profesor de la London School of Economics, en un artículo publicado recientemente en la revista 'Time'. Aunque este experto en Oriente Próximo reconoce que "un retorno a los cálidos días" de alianza entre Irán, Hizbulá y Hamas será difícil. Lo que sí habrá es un realineamiento de fuerzas.
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