María Lourdes Afiuni declaró en su juicio las torturas y violación sexual que sufrió en prisión
La jueza María Lourdes Afiuni puso a la justicia venezolana en su contra por haber otorgado, en diciembre de 2009, una medida cautelar de libertad bajo régimen de presentación al banquero Eligio Cedeño, quien era señalado como un preso del presidente Hugo Chávez.
VENEZUELA | 02 de Julio de 2015
CARACAS.-REDACCIÓN
Después de cinco años enfrentando un juicio en su contra, luego de haber estado en prisión y tener su vivienda como celda, la jueza venezolana María Lourdes Afiuni decidió por primera vez asistir a una audiencia para declarar, y para solicitar permiso al juez para salir del país, a fin de viajar a Suiza para demandar a la fiscal por usar documentos falsos en su contra ante la ONU. Uno de los asistentes a la audiencia logró grabar su declaración. A continuación les presentamos las frases más impactantes.
La razón que la llevó a romper el silencio tiene sobrado peso: desmentir las declaraciones de la fiscal general de la república Luisa Ortega Díaz, quien recientemente negó ante una comisión de la ONU que la jueza haya sido víctima de violación o tortura durante su encarcelamiento en el Internado Nacional de Orientación Femenina (Inof), a las afueras de Caracas.
Ortega Díaz consignó ante la Comisión de Derechos Humanos de la ONU un documento escrito, según sus palabras, de puño y letra por la jueza, en la que niega que haya sido violada o torturada.
Durante su juicio, Afiuni hizo frente a las afirmaciones de Luisa Ortega Díaz. “La fiscal general del Ministerio Público manifestó ante todos los miembros de la ONU que ella tenía una carta donde yo confesaba que lo que yo había manifestado en un libro que publicó un periodista (Afiuni, la presa del Comandante, escrito por Francisco Olivares), yo había dicho que era falso. Cuestión que a mí me sorprende, porque yo no lo hice”.
Es preciso recordar que la jueza María Lourdes Afiuni puso a la justicia venezolana en su contra por haber otorgado, en diciembre de 2009, una medida cautelar de libertad bajo régimen de presentación al banquero Eligio Cedeño, quien era señalado como un preso del presidente Hugo Chávez.
En esa oportunidad, las declaraciones del entonces presidente Hugo Chávez, en cadena nacional transmitida por radio y televisión, daban cuenta de lo que enfrentaría Afiuni. “Yo exijo dureza contra esa jueza (…) Habrá que meterle 30 años a esta jueza y a los que hagan eso. ¡30 años de prisión pido yo a nombre de la dignidad del país”.
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“Yo otorgué una medida cautelar a Eligio Cedeño porque la ONU me lo ordenó”, aclaró la jueza para defender su actuación. La ONU emitió una resolución de ofrecerle al acusado una medida sustitutiva en virtud de las irregularidades y vicios que presentaba el proceso en su contra.
“Me he negado rotundamente a entrar a estas audiencias de juicio oral y público, toda vez que yo considero que esto es una farsa que se inició hace cinco años y seis meses, el 10 de diciembre de 2009”, dijo Afiuni al comenzar sus declaraciones en la audiencia de este martes.
La jueza decidió esta vez acudir al juicio, ante la imposibilidad que pesa sobre ella de declarar ante medios de comunicación o ante la opinión pública.
Afiuni recordó que su equipo de abogados desde un principio apeló la decisión de recluirla en el Inof, porque allí se encontraban 24 mujeres que habían sido condenadas por ella.
Narró que sufrió muchas agresiones, desde golpizas hasta amenazas con gasolina de que iban a quemarla dentro de su celda. Detalló que cada uno de estos atropellos fue denunciado de manera oportuna ante la ONU.
Las claves de las declaraciones de Afiuni
A continuación relacionamos algunas frases realmente impactantes, extraidas del audio que se grabó durante la comparecencia de María Lourdes Afiuni:
“Mis abogados se cansaron de implorar, no mi libertad, porque después que un presidente pide en cadena nacional 30 años (de presidio), pide que me pasen por las armas, después dice que mejor modifiquen la constitución y me apliquen 35 años; yo no iba a ser tan idiota de pensar que me iban a dar una libertad, solamente pedí: sáquenme de allí, mándenme para el DIM (Dirección de Inteligencia Militar), mándenme para cualquier lado donde yo pueda estar tranquila”.
“Quiero que sepa una cosa (refiriéndose al juez). A mí me vaciaron el útero, porque lo tenía vuelto mierda (sic), pero no contentos con eso, se me destruyó la vejiga la vagina y el ano, yo estoy reconstruida”.
“No hubo semana en la que no me amenazaran”. Confesó sufrir de trastornos del sueño porque en la cárcel procuraba no dormir de noche. “Pasé un año y dos meses sin dormir ni cinco horas corridas. Yo dormía dos horas en la mañana y dos horas en la tarde para poder estar despierta toda la noche, porque las cosas que una ve ahí no habrá película ni libro que lo describa”.
“Este juicio tiene que ser una farsa cuando una de las partes, la jefe del Ministerio Público, la titular de la acción penal, se encuentra en Ginebra ante la ONU inventando cuentos chinos míos. Qué equidad puedo yo tener aquí”.
“Yo a todos los fiscales que están aquí los conozco desde que están estudiando, y me da mucho dolor que se presten a decir mentiras porque tienen miedo”.
“Yo pasé un año y dos meses en el Inof y tengo marcas de toda índole”.
Luisa Ortega dijo que “yo nunca había ido para el hospital militar, que yo siempre he tenido mis médicos de confianza. Pero a mí sí me llevaron a ese hospital violando tratados internacionales, un tratado de reglamento de reclusos que Venezuela firmó, donde se prohíbe que los presos civiles estén en cárceles militares, así mismo prohíbe que los reclusos sean tratados en hospitales militares. Pues a mí me llevaron allá y me desnudaron frente a los 30 soldados que me trasladaron ese día, y me hicieron las mamografías con soldados armados, sometidos a radiación conmigo con sus armas largas”.
“Yo tengo la cuarta parte del seno comprometida por el coñazo (sic) que me dieron en el penal con una bota, y a esta altura nadie me lo quiere tocar porque no saben lo que tengo ahí. Todo el mundo ve las mamografías, pero me dicen que eso no se toca. Nadie sabe qué tengo. Llevo cinco años con eso”, desde enero de 2010.
“Yo no puedo hacerme partícipe de este circo”.
“Por tercera vez me vengo a defender de la infamia de un gobierno, de unas instituciones que están en manos de dos personas, Nicolás Maduro y Diosdado Cabello. Yo estoy clara, no puedo luchar contra eso, por eso lo pongo en manos de Dios”.
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