lunes, 13 de julio de 2015

Devaluación de la moneda lleva al país por un despeñadero

Devaluación de la moneda lleva al país por un despeñadero

Un dólar estadounidense cuesta alrededor de 611 bolívares, aunque la cifra puede variar en minutos

UN PAÍS EN CRISIS | 13 de Julio de 2015
Devaluación de la moneda lleva al país por un despeñadero
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El  tema de la devaluación del bolívar, la moneda nacional venezolana, no se trata a profundidad en el país porque la información sobre las tasas oficiales se mantiene restringida. (ARCHIVO)
CARACAS.-REDACCIÓN
La devaluación del bolívar, la moneda nacional venezolana, es un tema que no se trata a profundidad en el país porque la información sobre las tasas oficiales se mantiene restringida.
Sin embargo, los problemas económicos constituyen el centro de las conversaciones familiares y es normal encontrar en el Metro a personas comentando la tarifa con que amaneció el dólar paralelo o algún que otro vendedor ambulante que justifica el alza del precio de la mercancía porque “el dólar subió”.
En Venezuela un dólar estadounidense en estos momentos cuesta alrededor de 611 bolívares (Bs). Es una cifra que varía con el transcurrir de minutos. No hay precisión y exactitud en la cotización
.
El país sudamericano es hoy una moneda. La cara de la inflación y el rostro de la angustia. Por un lado, la impresión acelerada de dinero inorgánico por parte del Banco Central, la baja producción a nivel nacional y en ínfimo estímulo a los empresarios hacen que día a día se tambalee más el aparato venezolano. La otra cara, la ciudadana, expresa la frustración por el desabastecimiento.
Diagnóstico y tratamiento
El economista José Toro Hardy sugiere con precisión cómo se podría salir a flote: Hacer todo lo contrario a lo que está haciendo el Gobierno.
 “Esta es una regla básica y racional”, explica. A su juicio, desde el Ejecutivo hay que producir confianza. “No han sido capaces de protegernos ante la caída del petróleo, hoy la principal empresa del país, PDVSA presenta un déficit inmanejable”.
Ante la pregunta ¿Por qué sube el denominado paralelo ante la mirada atónita de los venezolanos? La respuesta se resume en dos frases: El Gobierno emite con desenfreno dinero inorgánico (que no se respalda con metales preciosos ni nada que no sea una promesa de pago y se basa en la confianza de la comunidad) el aparato productivo se daña por no tener inversión, el usuario no tiene vienes que comprar y se dirige al mercado negro, en este mercado los precios suben a la misma velocidad que se acercan clientes.
“La economía se transforma en un sistema demencial, la espiral inflacionaria no tiene control y la caída del Producto Interno Bruto es estrepitosa. Sin contar las Reservas Internacionales, que van en picada”, explica el especialista.
Explicar qué pasa en el país para que sea comprendido por el resto del mundo no es tarea fácil. “No se puede explicar ni aquí, mucho menos encontrar un racionamiento lógico para explicar el caos. Es un conjunto de locuras”, asegura Toro Hardy.
¿Cuánto más puede subir el dólar paralelo? ¿Cuánto más se puede devaluar la moneda nacional? El cielo es el límite.
La imagen es aterradora, el país está en una suerte de terapia intensiva. Mientras se tratan de curar los hematomas que han dejado los coletazos económicos, una radiografía explica qué pasa en la psiquis del ciudadano común.
El psiquiatra Roberto Vries, alerta sobre una patología que gana terreno dentro de los venezolanos: La psicología de la supervivencia. Es decir, en la población se han perdido los valores morales, se comienzan a perder los elementos de control y se borra la capacidad de sentir, de compadecer y de reconocer al otro como hermano.
“Es frecuente ver dentro de la psicología de la supervivencia cómo aparece la agresión, la violencia, esto hace que el peligro de vivir en sociedad se incremente. Hay falta de amor, lo que se transforma en falta de compromiso lo que genera que no se confíe del otro y, peor aún, que no importe lo que le suceda al otro pues sobrevive el más fuerte, el que se gane un puesto por la fuerza”, apunta Vries.
Ambos especialistas indican que es necesario reconocer el problema y encaminar a la nación hacia otro rumbo. Vries habla de un líder capaz de hablar de hermandad, una persona o una institución a la que puedan concurrir todos los ciudadanos y encontrarse. Toro Hardy habla de voluntad, de capacidad y de firmeza para poder frenar la excavación del foso hacia el que va Venezuela. 

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