El Gobierno declina celebrar un evento internacional por los 50 años de CLACSO
La "decisión de declinar" las celebraciones del organismo ha generado "preocupación y malestar" dentro del Comité Directivo y la Secretaría Ejecutiva de CLACSO.
En un extenso correo al que tuvo acceso DIARIO DE CUBA, Pablo Gentili, secretario ejecutivo de la institución latinoamericana, explicó los motivos que tuvo CLACSO para proponer a Cuba como sede de los festejos desde comienzos del pasado año 2016.
"Cuba, desde el triunfo de su heroica revolución, ha sido una referencia, un ejemplo que ha iluminado nuestras luchas, que nos ha ayudado a crecer políticamente, que nos ha enseñado a pensar y a actuar, defendiendo los ideales de una América unida, liberada, soberana y emancipada…"
"Veníamos con el entusiasmo y la energía de la impresionante Conferencia de Medellín, que contó con más de 30.000 inscriptos, 800 invitados e invitadas internacionales, los expresidentes Lula, Mujica, Samper y figuras de la izquierda política de más de 30 países", escribió.
Gentili habla de los viajes que realizó a la Isla donde "amplió la propuesta", mantuvo "reuniones con diversos funcionarios y encuentros de largas horas con los promotores de la iniciativa dentro del país".
Desde el principio percibió preocupación por "un probable desborde de la capacidad de La Habana para albergar un evento que podía convocar a miles de personas que vendrían desde el exterior". En ese sentido señala que Casa de las Américas les "ofreció su magnífica red de hospedaje solidario (centenas de casas y residencias)" y mantuvieron reuniones con empresas de organización de grandes eventos en el país.
"Acordamos que la dimensión de la convocatoria no podía superar las condiciones de hacer un evento acorde a la infraestructura hotelera y logística de la ciudad. También se nos manifestó la preocupación oficial sobre la viabilidad financiera de la Conferencia. Sostuve y expresé nuestro compromiso de que CLACSO sería responsable por el financiamiento total del evento y que ningún gasto directo, que no pudiera ser aportado por libre voluntad, sería exigido a Cuba", añadió.
"Estaba todo listo, hasta que algunos compañeros, no sabemos si en representación oficial del Gobierno o de ellos mismos, cuestionaron nuestra negativa a realizar el evento en el Centro de Convenciones Palco, conocido mundialmente como sede de grandes congresos", indicó.
Argumentó que Palco posee "una magnífica estructura", pero "cuesta más de 200 mil dólares de alquiler y para los estudiantes y docentes cubanos es muy difícil llegar hasta allí dada la limitada comunicación con el transporte público local".
Sostuvimos que "el evento, como el de Medellín, debía ser abierto y sin cobranza de ningún tipo de inscripción". CLACSO pretendía celebrar sus actividades en sus centros asociados y en la propia Universidad de La Habana.
"Sostuve que imaginaba que nuestro homenaje a quienes construyeron CLACSO y el pensamiento crítico latinoamericano, así como nuestro homenaje al Che, debía realizarse en un espacio lleno de jóvenes, en un ámbito de debate abierto y plural, democrático y libre", agregó Gentili, quien precisó que "el apoyo de los centros cubanos a este formato de evento fue pleno y total".
Sin embargo, todavía en octubre del año pasado, las autoridades del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA) seguían sin enviar señales a CLACSO acerca de cómo avanzar en la organización de la Conferencia. El CITMA había sido indicada como la institución responsable por las conversaciones con CLACSO.
El 11 de noviembre, José Fidel Santana Núñez, viceministro de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, en un escueto mensaje que reprodujo Gentili, notifica finalmente que "se ha decidido declinar la celebración de CLACSO en el año 2017, en La Habana, por razones organizativas y de planificación, que no permite asegurar una realización exitosa de este importante evento".
El secretario ejecutivo asegura de CLACSO intentó "saber más del asunto, de las razones y motivos que produjeron esta notable decisión", pero que "nadie pudo decir más nada".
"Toda mi vida combatí el uso de las 'razones de Estado' para limitar el debate público, la formación de cuadros, la deliberación democrática, abierta y plural. Si este fue el motivo en este caso, la abomino también. Ni Cuba ni CLACSO se merecían esta frustración", manifestó.
No obstante declaró para concluir: "Seguiremos juntos, como siempre, con Cuba, con la memoria y el ejemplo de Fidel, empujando nuestro entusiasmo. Con la revolución y con nuestras luchas, iluminando nuestro futuro".
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