En prisión desde septiembre por supuestos delitos cometidos en 2014 y 2015, el abogado Julio Ferrer Tamayo continúa detenido pese a constantes denuncias de familiares y colegas por arbitrariedades en el proceso legal seguido en su contra.
El abogado disidente Julio Ferrer Tamayo, que cumple una condena de 3 años y seis meses en prisión, regresó el lunes a la cárcel tras un pase temporal en medio del desentendimiento de las autoridades judiciales que se niegan a revisar el caso, según explicó su hija.
El abogado, -miembro de la Consultoría independiente Cubalex-, fue detenido el 23 de septiembre del pasado año y procesado por el delito de falsificación de documentos públicos (2014) y por desacato (2015).
Desde el comienzo, familiares y colegas han denunciado arbitrariedades en el proceso. Un recurso de habeas corpus y otras peticiones interpuestas a su favor han sido denegadas por las instancias judiciales del país.
Su hija, Carla Ferrer, ofreció los más recientes detalles del caso, en entrevista con el Programa Cuba al Día, de Radio Martí.
"(Dicen) que aunque yo tenga razón, que ellos me entienden, todos los documentos que yo les llevo, todo lo que yo les explico, ellos lo entienden, pero dicen que ellos no pueden hacer nada que están atados de manos y pies", explicó, en alusión a una entrevista reciente que sostuvo con la jefatura de la Dirección Nacional de Prisiones.
"Ellos simplemente dicen que no tienen poder para poder acceder a alguna solución, (dicen) que todo tiene que ser a través del tribunal provincial o del tribunal supremo, que ellos como prisión no tienen esa obligación ni ese deber", agregó.
Un recuento de la detención publicado en el blog Diario de un preso político, narra algunos pormenores de la detención y condena de Ferrer.
"Nunca registraron mi detención. Me permitieron utilizar el teléfono público. Avisé a mi hija, pero cuando ella se personó en el lugar, le negaron mi presencia. A la mañana volví a llamarla y le insistí para que regresara y exigiera información sobre mí", narró el propio Ferrer, quien fue testigo de una pelea entre el oficial encargado del registro de los detenidos, -que se negaba a recibirlo-, y los patrulleros que lo trasladaron a la estación de Zanja en septiembre pasado.
Contradicciones entre la policía y la seguridad del Estado han sido evidentes en este caso, según las apreciaciones de Ferrer.
Al momento de su detención, contó incluso que un capitán que lo visitó en el calabozo le ofreció disculpas. "Me dijo que la unidad policial no tenía ningún interés en mí, argumentado que esperaba que la CI (contranteligencia) me fuera a buscar".
La detención de Ferrer fue parte de un operativo que buscó desmantelar al Centro de Información Legal Cubalex.
Este grupo indenpendiente ofrece asesoría legal independiente dentro de la isla, al tiempo que colabora en materia de Derechos Humanos, información y denuncias con organismos de Naciones Unidas, la oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
(Contiene entrevista realizada por el periodista Tomás Cardoso)
El abogado, -miembro de la Consultoría independiente Cubalex-, fue detenido el 23 de septiembre del pasado año y procesado por el delito de falsificación de documentos públicos (2014) y por desacato (2015).
Desde el comienzo, familiares y colegas han denunciado arbitrariedades en el proceso. Un recurso de habeas corpus y otras peticiones interpuestas a su favor han sido denegadas por las instancias judiciales del país.
Su hija, Carla Ferrer, ofreció los más recientes detalles del caso, en entrevista con el Programa Cuba al Día, de Radio Martí.
"(Dicen) que aunque yo tenga razón, que ellos me entienden, todos los documentos que yo les llevo, todo lo que yo les explico, ellos lo entienden, pero dicen que ellos no pueden hacer nada que están atados de manos y pies", explicó, en alusión a una entrevista reciente que sostuvo con la jefatura de la Dirección Nacional de Prisiones.
"Ellos simplemente dicen que no tienen poder para poder acceder a alguna solución, (dicen) que todo tiene que ser a través del tribunal provincial o del tribunal supremo, que ellos como prisión no tienen esa obligación ni ese deber", agregó.
Un recuento de la detención publicado en el blog Diario de un preso político, narra algunos pormenores de la detención y condena de Ferrer.
"Nunca registraron mi detención. Me permitieron utilizar el teléfono público. Avisé a mi hija, pero cuando ella se personó en el lugar, le negaron mi presencia. A la mañana volví a llamarla y le insistí para que regresara y exigiera información sobre mí", narró el propio Ferrer, quien fue testigo de una pelea entre el oficial encargado del registro de los detenidos, -que se negaba a recibirlo-, y los patrulleros que lo trasladaron a la estación de Zanja en septiembre pasado.
Contradicciones entre la policía y la seguridad del Estado han sido evidentes en este caso, según las apreciaciones de Ferrer.
Al momento de su detención, contó incluso que un capitán que lo visitó en el calabozo le ofreció disculpas. "Me dijo que la unidad policial no tenía ningún interés en mí, argumentado que esperaba que la CI (contranteligencia) me fuera a buscar".
La detención de Ferrer fue parte de un operativo que buscó desmantelar al Centro de Información Legal Cubalex.
Este grupo indenpendiente ofrece asesoría legal independiente dentro de la isla, al tiempo que colabora en materia de Derechos Humanos, información y denuncias con organismos de Naciones Unidas, la oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
(Contiene entrevista realizada por el periodista Tomás Cardoso)
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