Con las nuevas medidas de Obama empresas de EEUU podrían firmar contratos con La Habana
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Todos estos escenarios son posibles, al menos teóricamente, a tenor con los nuevos cambios normativos implementados por el Gobierno del presidente Barack Obama como parte del acercamiento de Washington a La Habana.
"Estos cambios no son sólo de naturaleza técnica", dijo Andy Fernández, abogado de Miami y jefe del Equipo Cuba del bufete de abogados Holland & Knight, citado por El Nuevo Herald. "Otorgan autoridad adicional y tienen por fin aumentar la actividad comercial con Cuba".
El más importante, dijo, es un cambio que permite a empresas estadounidenses firmar contratos contingentes o memorandos de entendimiento vinculantes.
Ahora ejecutivos estadounidenses pueden ir a Cuba, discutir transacciones de negocios prohibidas por el embargo e incluso firmar contratos de cumplimiento obligatorio, supeditado a recibir autorización futura de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro o al momento que se levante el embargo sobre La Habana.
Anteriormente, las compañías norteamericanas que querían negociar acuerdos que son excepciones al embargo tenían que recibir autorización previa de la OFAC. Ese proceso demora unos 9 meses y algunos ejecutivos han dudado en dedicar el tiempo y la energía que exige el proceso.
Otros sectores que podrían beneficiarse
Según el medio miamense, en el lenguaje burocrático de los cambios más recientes hay otras cuatro reglas que pudieran resultar significativas y que tienen que ver con los puertos, la salud, los servicios, así como con renglones como el tabaco y el alcohol.
Anteriormente, los barcos de otros países no podían cargar o descargar material en puertos estadounidenses durante los 180 días siguientes a tocar puerto en Cuba.
Kavulich dijo que eliminar esa regla "es una ayuda inmensa" para el puerto cubano del Mariel, pero dijo que también beneficia a compañías de flete y puertos estadounidenses, así como puertos en el Caribe.
El Puerto del Mariel ya tiene calado suficiente para manejar los enormes barcos que cruzaban el Canal de Panamá y está dragando sus canales para que en el 2017 pueda recibir los nuevos buques que cruzan el ampliado Canal de Panamá.
Ese cambio, dijo Kavulich, "comienza a restablecer una competencia comercial normal" y hace más probable que las líneas navieras incluyan a la Isla en sus itinerarios. Algún día, dijo, también habrá muchos cargamentos menores de Estados Unidos a Cuba para reconstruir casas familiares y negocios.
En la salud los cambios amplían las oportunidades para que estadounidenses participen en investigaciones médicas conjuntas con especialistas cubanos, permiten que estadounidenses obtengan aprobación de la FDA para importar, mercadear y vender medicamentos de origen cubano.
En este momento se realizan pruebas preclínicas de una vacuna cubana contra el cáncer de pulmón, CIMAvax, en el Roswell Park Cancer Institute en Buffalo, Nueva York, y Cuba ha desarrollado otros medicamentos y tratamientos que se consideran prometedores.
Sin embargo, el cambio de reglas "no autoriza a los norteamericanos a establecer un negocio o presencia física en Cuba, ni contratar a cubanos como parte de sus actividades de investigación", indicó el bufete Akin Gump en un análisis de los cambios normativos.
Por otra parte, ahora las compañías que ofrecen servicios —como de ingeniería o arquitectura— pueden ofrecer servicios relacionados con el desarrollo, reparación, mantenimiento y mejoras de proyectos cubanos de infraestructura, siempre y cuando beneficien directamente al pueblo cubano, señala El Nuevo Herald.
Eso significa, teóricamente, que empresas estadounidenses pueden ofrecer servicios a proyectos como mejoras del transporte público, acueducto y manejo de desechos, hospitales, escuelas, generación de electricidad por medios no nucleares y servicios de protección ambiental.
Acerca de la eliminación de límites sobre los productos de alcohol y tabaco traídos de la Isla para uso personal, antes del cambio había un límite combinado de estos productos por valor total de 100 dólares. Eso significaba que un viajero no podía traer una caja de puros de primera calidad.
Aunque el ron cubano puede comprarse a precios económicos, las botellas de los rones añejos Santiago y Havana Club cuestan entre 50 y 55 dólares, y una botella de ron premium de Havana Club puede llegar a costar 350.
Los viajeros tendrán que pagar los aranceles e impuestos correspondientes.
"Este cambio probablemente impulse la venta de ron y puros cubanos finos", dijo Augusto Maxwell, abogado de Miami entre cuyos clientes están varias compañías que hacen negocios con Cuba o están en trámites para ello.
Aunque los analistas dicen que pudiera facilitar el comercio entre los dos países, los cambios no contemplaron permitir que instituciones financieras operadas por el Gobierno cubano tengan cuentas corresponsales en instituciones financieras con sede en Estados Unidos. Eso significa que los pagos de exportaciones permitidas tienen que seguir enviándose a través de bancos en terceros países.
Que ese cambio no se haya implementado es "absurdo", dijo Kavulich. "Eso es negligencia comercial. La base de una economía de mercado es el movimiento eficiente de bienes y servicios, y eso significa pagar y recibir pagos por esos bienes y servicios. Es asombroso que el presidente siga dejando esas decisiones sobre la mesa", añadió.
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