domingo, 30 de octubre de 2016

RECONSIDERAR LA LUCHA


RECONSIDERAR LA LUCHA.

Por: Ariel Clavijo



Todavía están por descifrar los verdaderos intereses del Presidente de los Estados Unidos de América en brindar en bandeja de plata los beneficios que le fueron vedados a la tiranía de los hermanos Castro por 57 años consecutivos. Lo cierto es, que la salida de Barack Obama de la Casa Blanca no ofrece un panorama muy halagador al sufrido pueblo de Cuba que se ve amenazado por la permanencia de una dinastía que se desconoce su duración y las consecuencias que esta traería para la democracia en el continente. El pueblo cubano se encuentra acorralado entre  la política sumisa del Presidente Obama y en continuismo de esta política de salir electa la señora Hillary Clinton, aunque también es digno de pensar muy detenidamente sobre las declaraciones del magnate inmobiliario Donald Trump en sus reiteradas visitas al estado de la Florida.

La política a desarrollar en contra de los hermanos Castro ha sido tema polémico de muchos aspirantes a la presidencia de los Estados Unidos por muchos años, con las reiteradas consecuencias de no haberse hecho nada para darle la libertad al sufrido pueblo cubano. El restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países fue el pre-ambulo de una serie de concesiones a la tiranía por parte de su vecino y archí enemigo político Estados Unidos y podemos citar el cambio y aprobación de los diferentes países del área a favor de la suspensión del llamado bloqueo a la isla. Los argumentos esgrimidos por la tiranía con respecto al bloqueo, seguido por la política de chantaje hacia los países latinos, las falsas promesas de cooperación por parte de los componentes de los países del clan Socialismo del siglo XXI, han logrado socavar el sentido solidario de aquellos países que se consideraban promotores y protectores y defensores de la Democracia en Latinoamérica.


Mientras tanto el pueblo cubano sigue  observando apaciblemente como se le cierran cada día más las puertas hacia la conquista de la deseada libertad y el establecimiento del Estado de Derecho en la isla esclava. Nos encontramos frente a una oposición interna que se ha mostrado incapaz de llevar un mensaje claro al pueblo de Cuba y vemos como se abre camino al protagonismo y al caudillismo dentro de las filas opositoras. Esto se está apoderando de las fuerzas vivas y hasta el momento has sido incapaces de retomar el verdadero camino que se encuentra en la unidad de esas fuerzas vivas y de todos aquellos que verdaderamente desean la libertad de la patria de Martí.

La mayoría de los líderes opositores solo tienen ante sí el presente, salir a las calles a recibir golpes, ser arrestados y sancionados por diferentes causas, pero no muchos han dedicado el tiempo a buscar soluciones verdaderamente inteligentes para el futuro de la isla y labrar el futuro político y constitucional que debe seguir todo sistema Democrático dentro de un Estado de Derecho que le permita a todos y cada uno de sus ciudadanos vivir en paz y tranquilidad.

La oposición debe buscar una reconsideración y buscar una posición común y esa posición común es buscar una forma inteligente de lucha que dé al traste con el tirano que nos oprime. Recibir golpes para llamar la atención de los sectores políticos e informativos del exterior; no es una política para derrocar al tirano. Venir a participar en foros internacionales hasta ahora solo ha servido para dar créditos a aquellos políticos que juegan con el dolor del pueblo cubano para lograr sus propósitos propagandísticos y sociales frente a grupos inescrupulosos que en definitiva no resuelven nada y no se conmueven con el sufrimiento de un pueblo que sufre los rigores de una tiranía cruel y asesina.

Tendríamos que comenzar por respetar nuestros valores y nuestros símbolos patrios, nuestra familia, nuestros mártires y todo aquellos que nos relacionen como un factor común y comencemos a trabajar. Acercarse a otros líderes y hablar sobre la situación de la Patria no es una traición, no se hace dejación de la lucha, por lo contrario, nos une en una lucha común contra un enemigo común. Muchos de los cubanos, y sobre todo los de nuevas generaciones y aquellos que por conveniencia propia quieren desconocer esos símbolos y aquellos, que nacidos dentro del sistema tiránico han sido indoctrinados a desconocer esos valores, están obligados a documentarse sobre la existencia de esos valores y esos símbolos patrios por los que nuestros mártires ofrecieron sus vidas al altar de la Patria.

Nuestros símbolos están presentes en cada una de las actividades diarias y no pueden ser desconocidos. Existen tres símbolos que la tiranía mancilla día por día y son el Himno Nacional, la Bandera y el Escudo y el cuarto símbolo Nacional es la Carta Magna de la Republica o sea, nuestra Constitución. Con esta introducción daremos paso a analizar de qué forma se violan estos sagrados símbolos patrios y como debemos defenderlos y pensar en ellos como la única forma de la incorporación al Sistema de Derechos dentro de un Sistema Democrático que solamente lo garantiza el reconocimiento de la Constitución del 1940.

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