lunes, 31 de octubre de 2016

El chavismo, en fase terminal

El chavismo, en fase terminal


Archivado en

Nicolás Maduro. (EL CONFIDENCIAL)
El coronel Hugo Rafael Chávez Frías fundó en los años 80 el Movimiento Bolivariano Revolucionario. En 1992 encabezó un frustrado golpe de Estado. En 1994 conoció a Fidel Castro. En 1997 fundó el Movimiento Quinta República y en 2007, junto a otros partidos, creó el Partido Socialista Unido de Venezuela.
Con un discurso populista y nacionalista capitalizó el descontento generado por las injusticias sociales y se impuso en las elecciones presidenciales de 1998.  Una vez en el poder, en lugar de emprender transformaciones dirigidas a convertir a los venezolanos en sujetos económicos, se empeñó en exportar el populismo bolivariano a la región y repetir la revolución cubana, lo que alguien calificó como "cubanizar a Venezuela".

Durante el chavismo, debido a los altos precios del petróleo —de unos 10 dólares por barril en 1998 a más de 100 dólares en 2013—, Venezuela recibió más divisas que en toda su historia precedente. Sin embargo, la incapacidad administrativa hizo disminuir la producción en más de un millón de barriles diarios, mientras la estatización de empresas rentables y la intervención de cientos de fincas obligó a importar casi el 80% de lo que se consume. Como expresara el sociólogo, teórico del socialismo del siglo XXI y ex asesor de Hugo Hugo Chávez, Heinz Dieterich: "Este es uno de los gobiernos más ineptos que ha habido en la historia de América Latina, porque ha tenido todas las condiciones objetivas para construir algo, pero no ha podido hacer nada".
Otras causas no tan evidentes como las mencionadas
Tras las elecciones de 1998, el chavismo repitió la victoria en 2002, 2006, 2012 y en 2013 con Nicolás Maduro. Los triunfos le han permitido hasta hoy la posesión del poder durante 18 años consecutivos, acompañado de un control casi total de los poderes legislativo y judicial.
En 1998 Hugo Chávez anunció una "revolución pacífica y democrática". Para legitimarla promovió un referendo y reformó la Carta Magna. La asamblea bicameral se fundió en una sola cámara; el período presidencial se aumentó de cinco a seis años; los poderes públicos se reorganizaron; se estableció la reelección inmediata por un período; se aprobó el derecho al voto de los militares activos y cambió el nombre del país por el de  República Bolivariana de Venezuela. En 2002, Chávez solicitó a la Asamblea bajo su control poderes especiales para legislar por decreto.
En las elecciones regionales y municipales de 2004, al imponerse en 22 de los 24 estados y dominar más del 80 por ciento de las alcaldías, Hugo Chávez utilizó la victoria para reformar la Constitución de 1999 y concentrar el poder de forma similar a la dictadura del general Juan Vicente Gómez (1908-1935). En diciembre de 2005 la ausencia de la oposición en los comicios parlamentarios permitió que la Asamblea Nacional quedara totalmente en manos del chavismo. En diciembre de 2006 Hugo Chávez ganó las elecciones presidenciales con casi el 63% de los votos. Y en enero de 2007 anunció la construcción del "Socialismo del siglo XXI", y convocó otro referendo para reformar la Constitución y establecer la reelección presidencial ilimitada.
El agotamiento
En noviembre de 2008, en los comicios regionales y municipales, aunque el chavismo conquistó la mayoría, no pudo impedir que la oposición se impusiera en varios estados y alcaldías importantes. En un nuevo referendo convocado por los partidarios del líder para eliminar los límites a la reelección de cargos, el chavismo obtuvo cerca del 55 por ciento de los votos. Sin embargo en las elecciones parlamentarias de septiembre de 2010 perdió la mayoría absoluta de la Asamblea Nacional, que le permitía gobernar por decreto.
En octubre de 2012, Chávez ganó las cuartas elecciones presidenciales con el 55.07%, pero la oposición acumuló 6,5 millones de votos. Y en diciembre de 2012, cuando Hugo Chávez convalecía en Cuba, Nicolás Maduro ganó la mayoría de las gobernaciones, pero el opositor Henrique Capriles se consolidó en el importante estado de Miranda. En 2013, en las elecciones adelantadas por la muerte de Hugo Chávez, el agotamiento se hizo evidente: Nicolás Maduro ganó con el 50,61% de los votos, cinco puntos menos de los obtenidos en octubre de 2012. Y en diciembre de 2015 el chavismo perdió abrumadoramente las elecciones parlamentarias.
En 2016, después de haber hecho uso y abuso de los procesos electorales y plebiscitarios, el chavismo, en franca minoría, niega el uso de esos mismos mecanismos. La razón está clara, con el revocatorio perdería el poder. Si no fuera así lo usaría, como lo usó Hugo Chávez en agosto de 2004. Esos intentos de eliminar la Asamblea Nacional elegida por mayoría e impedir el referendo revocatorio, colocan al chavismo en su fase terminal: en la dictadura.
Sencillamente, los intentos de repetir la revolución cubana mediante la guerra de guerrillas fracasó. El intento de lograrlo mediante las urnas en Chile demostró que ese camino era imposible sin desmontar la institucionalidad existente. El chavismo intentó el desmontaje mediante las reformas constitucionales, pero éstas le jugaron una mala pasada. Una vez en minoría, al oponerse al referendo revocatorio, que forma parte del andamiaje constitucional montado por el propio chavismo, le ha obligado a quitarse la careta populista.
Lo que demostró el chavismo
- La imposibilidad de emplear el poder adquirido en las urnas para transitar hacia la dictadura. Al emerger de las urnas y revalidarse en ellas, el chavismo quedó atado a los mecanismos democráticos.
- La imposibilidad de distribuir riqueza desde el poder sin capacidad de crearla. La distribución sirvió para ganar elecciones, pero no para transformar las causas de las injusticias sociales. El reciente aumento del salario mínimo en 40%, unos días antes de que cientos de miles de opositores inundaron las calles de Venezuela, son acciones para la manipulación política.
- En una veintena de citas electorales, durante 17 años, los venezolanos legitimaron tanto al chavismo como a la oposición, lo que impide a cualquiera de las partes hablar en nombre del pueblo. Sin embargo, en 2015, en la víspera de las elecciones parlamentarias, Nicolás Maduro expresó que, en caso de que perdiera, "pasaría a gobernar con el pueblo en unión cívico-militar". Es decir, con la minoría, lo que demuestra que el chavismo ha entrado en fase terminal.
- Afirmar que lo ocurrido en Venezuela es resultado de la ofensiva imperialista es soslayar la incapacidad demostrada por el chavismo y su vocación dictatorial de desconocer la propia legislación del país. Un izquierdista como José Mujica, siendo aún presidente de Uruguay, expresó: "Nadie va a poder gobernar con ese clima de confrontación que tiene Venezuela. […] El mejor camino de Venezuela es respetar la Constitución a rajatabla". Por su parte, el ecuatoriano Rafael Correa ha dicho que en  Venezuela: "se han cometido, con mucho respeto, desde mi punto de vista, errores económicos (…) y eso exacerba las contradicciones políticas".
- La incapacidad y la naturaleza antidemocrática del chavismo ha colocado al país al borde de una guerra civil. La inminencia de tan doloroso desastre obligará a la gran mayoría de los países y de las instituciones regionales e internacionales a ejercer presión sobre el gobierno de Nicolás Maduro para obligarle a respetar la constitución vigente.
- El resultado de 18 años de poder chavista ha sido la evolución del bolivarismo al socialismo del siglo XXI, para terminar encallado en la dictadura. Una experiencia que trascenderá Venezuela y repercutirá en toda la región.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Enviar comentarios: