Carlos Alberto Montaner: "A Obama no se le puede creer en el tema de Cuba"
Carlos Alberto Montaner define la reciente abstención de EEUU en la ONU sobre el embargo a la isla, como un mecanismo de presión al Congreso
“Creerle a Obama en la cuestión cubana es un absurdo”, así resume el periodista y escritor Carlos Alberto Montaner su opinión respecto a la reciente abstención de EEUU en Naciones Unidas sobre la ley de embargo a Cuba.
En esta ocasión, con las abstenciones de Israel y EEUU a la resolución de condena al embargo presentada por CUBA ante la ONU, por primera vez en 25 años, el régimen de La Habana encuentra un argumento real para proclamar una victoria rotunda en esa votación.
Cuando el 17 de diciembre de 2014 el presidente Obama anunció el proceso de normalización de las relaciones con el régimen cubano, desde mucho antes ya había expresado su intención de eliminar la ley del embargo, pues, a su entender, en medio siglo de aislamiento económico hacia la isla no se habían obtenido frutos.
Desde entonces no pocos han criticado sus concesiones al régimen de los Castro, sobre todo cuando su administración ha tenido que reconocer la ausencia de avances en materia de libertades por parte del Gobierno de La Habana. Incluso varias instituciones internacionales de Derechos Humanos plantean más bien un retroceso, por el aumento de los arrestos y la represión contra los opositores en la isla.
Pese a esto, a muchos sorprendió que por primera vez EEUU se abstuviera en la ONU de emitir un voto en contra de una de sus propias leyes, en este caso el embargo a Cuba impuesto en 1960 y codificado en 1996 con la ley Helms-Burton.
“No lo esperaba -precisó Montaner en entrevista con DIARIO LAS AMÉRICAS-. El año pasado la representante ante la ONU hizo lo correcto y defendió a EEUU ante una resolución en su contra auspiciada por Cuba. El embargo norteamericano es la ley del país y se supone que su diplomacia esté ahí para defenderla”.
Para el analista, la decisión de este histórico giro se basó “en el deseo de Obama de poner presión sobre el Congreso para que levante el embargo, pues supone que no ha conseguido destruir al castrismo, cuando su función primero era castigarlo por la confiscación de las propiedades norteamericanas sin compensación, y luego formó parte de la estrategia de contención”.
Según el especialista en temas cubanos, la abstención de EEUU significa “una victoria política y propagandística para la dictadura de los Castro, y sirve para sustanciar su solicitud de compensación económica a EEUU”.
Qué ha sido y qué queda del embargo a Cuba
Mucho se habla del embargo, pero no muchos saben de qué realmente se trata, más allá de la propaganda de víctima que se hace Cuba a sí misma. “El embargo no es otra cosa que una serie de restricciones al comercio entre dos países. La dictadura cubana no tiene acceso a créditos norteamericanos, pero es legítimo que los gobiernos no financien a sus enemigos, especialmente cuando estos acostumbran a no pagar. En cuanto a comprar, Cuba puede hacerlo casi sin limitaciones, siempre que pida el correspondiente permiso. EEUU es el principal suministrador de alimentos y medicinas de la isla, unas veces como donaciones caritativas de iglesias, y otras por compras directas de Cuba. Y queda, además, el apoyo político que significa que EEUU otorgue más de 20.000 visas anuales, y el económico, mediante el envío de remesas”.
El mundo sabe muy poco de la realidad cubana
“De la realidad cubana, salvo lo que dice Cuba, se sabe poco. Hasta hace unos años existían en el Departamento de Estado unos diplomáticos encargados de explicar la política norteamericana hacia Cuba, pero eso fue eliminado. También existió una iniciativa para que se condenara la dictadura por sus violaciones de los Derechos Humanos, pero luego dejaron de hacerlo. Durante muchos años la ONU condenó al régimen por atropellar a los cubanos, pero desde que EEUU o la República Checa abandonaron esos esfuerzos ya nadie se ocupa del asunto”.
El aislamiento ha funcionado mejor
La embajadora estadounidense ante Naciones Unidas, Samantha Power, justificó este cambio político con el mismo argumento reiterado por Obama en los últimos dos años: que la anterior estrategia de aislamiento no estaba funcionando, y que en lugar de aislar a Cuba lo que habían estado haciendo era aislar a EEUU, incluso en la ONU.
“Hay una vieja discusión entre las dos estrategias. La que objetivamente funcionó mejor fue la del aislamiento. Si la URSS colapsó fue por la firmeza americana, combinada con la improductividad del sistema. Pensar que si se le hacen concesiones la dictadura se ablandará, es una tontería. Esto era la Ospolitik que defendieron los alemanes de Willy Brandt en los setenta y ochenta. Afortunadamente, no les hicieron caso”.
Víctimas de la crueldad de Washington y no un enemigo tenaz
Montaner afirma que a través de la abstención de EEUU, los Castro transmiten aún más la percepción de que han sido “víctimas de la crueldad de Washington, cuando se trata de un enemigo tenaz de EEUU. Al principio de la revolución, Castro le atribuía todos los males del país al sistema de intercambios comerciales con EEUU y a los precios impuestos por el imperialismo yanqui. Pasó el tiempo y los males de Cuba se debían a que EEUU dejó de explotar a Cuba declarando el embargo”.
Beneficios y perjuicios
Según Montaner, esta abstención no tiene ningún aspecto positivo para el Gobierno de Obama ni para el próximo. “Si dentro de un año continúa el embargo, Cuba volverá a la carga. En cuanto al régimen cubano, casi todo beneficia. No hay nada que lo perjudique. Por eso el canciller cubano le dio las gracias a Obama. Si se elimina el embargo y los Castro acceden a crédito norteamericano, la factura acabarán pagándola los estadounidenses con sus impuestos. Cuba no puede pagar porque el sistema es tremendamente improductivo. Y al cubano de a pie, no lo beneficia en nada objetivo. Pero tendrá la ilusión de que las cosas pueden mejorar”.
EEUU declaró que su deseo de eliminar el embargo no significa que estar “de acuerdo con todas las políticas y prácticas del gobierno cubano”, y reiteró su preocupación por las “graves violaciones de los derechos humanos” que el régimen comete contra su pueblo. Para Montaner, este discurso es “simplemente lo que los españoles llaman un Brindis al Sol: un gesto insustancial para la galería”.
¿Haría concesiones el régimen cubano?
Para el intelectual cubano, el totalitarismo habanero no hará ninguna concesión. “Obama, en cambio, puede perdonar a Ana Belén Montes, presa por conspirar para cometer espionaje a favor del gobierno cubano. Ha dicho que no lo hará, pero también dijo que no cambiaría la política sin una apertura cubana, y mintió".
En esta ocasión, con las abstenciones de Israel y EEUU a la resolución de condena al embargo presentada por CUBA ante la ONU, por primera vez en 25 años, el régimen de La Habana encuentra un argumento real para proclamar una victoria rotunda en esa votación.
Cuando el 17 de diciembre de 2014 el presidente Obama anunció el proceso de normalización de las relaciones con el régimen cubano, desde mucho antes ya había expresado su intención de eliminar la ley del embargo, pues, a su entender, en medio siglo de aislamiento económico hacia la isla no se habían obtenido frutos.
Desde entonces no pocos han criticado sus concesiones al régimen de los Castro, sobre todo cuando su administración ha tenido que reconocer la ausencia de avances en materia de libertades por parte del Gobierno de La Habana. Incluso varias instituciones internacionales de Derechos Humanos plantean más bien un retroceso, por el aumento de los arrestos y la represión contra los opositores en la isla.
Pese a esto, a muchos sorprendió que por primera vez EEUU se abstuviera en la ONU de emitir un voto en contra de una de sus propias leyes, en este caso el embargo a Cuba impuesto en 1960 y codificado en 1996 con la ley Helms-Burton.
“No lo esperaba -precisó Montaner en entrevista con DIARIO LAS AMÉRICAS-. El año pasado la representante ante la ONU hizo lo correcto y defendió a EEUU ante una resolución en su contra auspiciada por Cuba. El embargo norteamericano es la ley del país y se supone que su diplomacia esté ahí para defenderla”.
Para el analista, la decisión de este histórico giro se basó “en el deseo de Obama de poner presión sobre el Congreso para que levante el embargo, pues supone que no ha conseguido destruir al castrismo, cuando su función primero era castigarlo por la confiscación de las propiedades norteamericanas sin compensación, y luego formó parte de la estrategia de contención”.
Según el especialista en temas cubanos, la abstención de EEUU significa “una victoria política y propagandística para la dictadura de los Castro, y sirve para sustanciar su solicitud de compensación económica a EEUU”.
Qué ha sido y qué queda del embargo a Cuba
Mucho se habla del embargo, pero no muchos saben de qué realmente se trata, más allá de la propaganda de víctima que se hace Cuba a sí misma. “El embargo no es otra cosa que una serie de restricciones al comercio entre dos países. La dictadura cubana no tiene acceso a créditos norteamericanos, pero es legítimo que los gobiernos no financien a sus enemigos, especialmente cuando estos acostumbran a no pagar. En cuanto a comprar, Cuba puede hacerlo casi sin limitaciones, siempre que pida el correspondiente permiso. EEUU es el principal suministrador de alimentos y medicinas de la isla, unas veces como donaciones caritativas de iglesias, y otras por compras directas de Cuba. Y queda, además, el apoyo político que significa que EEUU otorgue más de 20.000 visas anuales, y el económico, mediante el envío de remesas”.
El mundo sabe muy poco de la realidad cubana
“De la realidad cubana, salvo lo que dice Cuba, se sabe poco. Hasta hace unos años existían en el Departamento de Estado unos diplomáticos encargados de explicar la política norteamericana hacia Cuba, pero eso fue eliminado. También existió una iniciativa para que se condenara la dictadura por sus violaciones de los Derechos Humanos, pero luego dejaron de hacerlo. Durante muchos años la ONU condenó al régimen por atropellar a los cubanos, pero desde que EEUU o la República Checa abandonaron esos esfuerzos ya nadie se ocupa del asunto”.
El aislamiento ha funcionado mejor
La embajadora estadounidense ante Naciones Unidas, Samantha Power, justificó este cambio político con el mismo argumento reiterado por Obama en los últimos dos años: que la anterior estrategia de aislamiento no estaba funcionando, y que en lugar de aislar a Cuba lo que habían estado haciendo era aislar a EEUU, incluso en la ONU.
“Hay una vieja discusión entre las dos estrategias. La que objetivamente funcionó mejor fue la del aislamiento. Si la URSS colapsó fue por la firmeza americana, combinada con la improductividad del sistema. Pensar que si se le hacen concesiones la dictadura se ablandará, es una tontería. Esto era la Ospolitik que defendieron los alemanes de Willy Brandt en los setenta y ochenta. Afortunadamente, no les hicieron caso”.
Víctimas de la crueldad de Washington y no un enemigo tenaz
Montaner afirma que a través de la abstención de EEUU, los Castro transmiten aún más la percepción de que han sido “víctimas de la crueldad de Washington, cuando se trata de un enemigo tenaz de EEUU. Al principio de la revolución, Castro le atribuía todos los males del país al sistema de intercambios comerciales con EEUU y a los precios impuestos por el imperialismo yanqui. Pasó el tiempo y los males de Cuba se debían a que EEUU dejó de explotar a Cuba declarando el embargo”.
Beneficios y perjuicios
Según Montaner, esta abstención no tiene ningún aspecto positivo para el Gobierno de Obama ni para el próximo. “Si dentro de un año continúa el embargo, Cuba volverá a la carga. En cuanto al régimen cubano, casi todo beneficia. No hay nada que lo perjudique. Por eso el canciller cubano le dio las gracias a Obama. Si se elimina el embargo y los Castro acceden a crédito norteamericano, la factura acabarán pagándola los estadounidenses con sus impuestos. Cuba no puede pagar porque el sistema es tremendamente improductivo. Y al cubano de a pie, no lo beneficia en nada objetivo. Pero tendrá la ilusión de que las cosas pueden mejorar”.
EEUU declaró que su deseo de eliminar el embargo no significa que estar “de acuerdo con todas las políticas y prácticas del gobierno cubano”, y reiteró su preocupación por las “graves violaciones de los derechos humanos” que el régimen comete contra su pueblo. Para Montaner, este discurso es “simplemente lo que los españoles llaman un Brindis al Sol: un gesto insustancial para la galería”.
¿Haría concesiones el régimen cubano?
Para el intelectual cubano, el totalitarismo habanero no hará ninguna concesión. “Obama, en cambio, puede perdonar a Ana Belén Montes, presa por conspirar para cometer espionaje a favor del gobierno cubano. Ha dicho que no lo hará, pero también dijo que no cambiaría la política sin una apertura cubana, y mintió".
0 comentarios:
Publicar un comentario
Enviar comentarios: