Este joven, de unos 30 años, es un proxeneta que controla lo que considera "su ganado" en la zona del Malecón del municipio Centro Habana que limita con La Habana Vieja. Accede a relatar algunos detalles de cómo "la Policía obtiene beneficios directos de la prostitución y del proxenetismo".
Su nombre y el de todos los entrevistados para este reportaje han sido cambiados para evitar represalias. También la ubicación exacta de los domicilios donde "las muchachitas llevan al 'yuma a 'matar la jugada'".