La hoz y el martillo en las manos del Papa
Evo Morales hizo entrega al papa Francisco de una imagen de Cristo crucificado en el mango de un martillo, simbología de un sistema totalitario que ha costado a la humanidad más de 100 millones de muertos.
julio 09, 2015
En un gesto que en tiempos menos relativistas hubiese sido calificado de herejía, el presidente izquierdista de Bolivia Evo Morales obsequió al papa Francisco un peculiarcrucifijo tallado en madera sobre la hoz y el martillo, símbolo del sistema comunista que ha costado a la humanidad más de cien millones de muertos, durante una reunión que sostuvieron este miércoles por la noche en la Casa de Gobierno y que fue transmitida por televisión.
La talla contenía la imagen de un Cristo crucificado en el mango del martillo, según mostraron imágenes de la televisión estatal.
El hecho, aparentemente intrascendente dada la avalancha inducida del imaginario marxista, ha llevado sin embargo a algunos analistas del acontecer a preguntarse si el papa Francisco hubiese aceptado una imagen que en vez de un Cristo crucificado en el mango de un martillo comunista tuviera la imagen de un Cristo crucificado sobre la esvástica nazi.
Morales se define como socialista y representa una corriente regional conocida como "Socialismo del siglo XXI", que también profesan los Gobiernos de Venezuela y Ecuador, y que al final no es otra cosa que el mismo comunismo de siempre.
De acuerdo a la Radio Vaticana, el Papa se mostró sorprendido de recibir semejante regalo: "No está bien eso", dijo el Papa ante la explicación de Morales que parece describir la presente como una réplica de una talla que hizo en los 70 el sacerdote jesuita español Luis Espinal Camps, asesinado en 1980 por la dictadura, y por quien el pontífice rezó en el camino que lo condujo del aeropuerto de El Alto hasta La Paz".
Junto a ese obsequio, el mandatario boliviano entregó también al pontífice un ejemplar del Libro del mar, editado por el Gobierno de Bolivia, que contiene un resumen histórico de la centenaria demanda del país andino contra Chile, que se dilucida en la Corte Internacional de La Haya.
En el encuentro en la Casa de Gobierno, Morales también entregó al papa Francisco el Cóndor de los Andes, la condecoración máxima del país.
En retribución, el Obispo de Roma obsequió a Morales una reproducción del mosaico "Salus Populi Romani", una imagen de la Virgen con el niño en brazos, que desde 1611 ocupa la magnífica capilla Paulina de la Basílica Papal de Santa María la Mayor.
El crucifijo tallado sobre una hoz y un martillo, provocó ácidas críticas de opositores que consideraron el obsequio como algo "vergonzoso" que sorprendió al Sumo Pontífice.
"Solo en #Bolivia. Se regala un Cristo crucificado en una hoz y martillo, símbolo del comunismo ateo! Vergonzoso!", dijo en su cuenta de Twitter la exparlamentaria opositora Alejandra Prado. "Al César lo del César y a Dios lo de Dios. No se puede poner a Cristo sobre la hoz y el martillo. Sorprendieron al #PapaFrancisco #Bolivia", sostuvo de su parte, la exsenadora opositora Centa Reck.
Comoquiera, parece paradójico que se pretenda imponer la idea de un Cristo acomodado sobre el símbolo del comunismo que es no sólo un sistema ateo por naturaleza y principio filosófico, sino que es un sistema que donde quiera que se ha implantado o pretendido implantar ha encarcelado, perseguido y matado a los creyentes en Cristo, a veces con saña enfermiza como en la Rusia de Stalin, la guerra civil española o la Cuba de Fidel Castro. Pero, lo paradójico por excelencia es que el Papa lo acepte; aquí paz y en el cielo la internacional.
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