martes, 1 de noviembre de 2016

Decenas de damnificados de Matthew se quejan de 'lentitud' en la asignación de materiales

Decenas de damnificados de Matthew se quejan de 'lentitud' en la asignación de materiales


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Vivienda en Baracoa tras el paso de Matthew. (DDC)
Decenas de damnificados por el huracán Matthew en los municipios guantanameros de Baracoa y Maisí, que sufrieron derrumbes en sus viviendas, se quejan de la lentitud en la asignación de materiales y otras cuestiones alrededor del proceso, que el Gobierno anunció financiaría, en algunos casos de forma gratuita.
Según un reportaje del periódico oficial Venceremos, una "maquinaria lenta" hace que la gente se aglomere entorno a la oficina de trámites para los damnificados de Matthew en Maisí, donde tanto dentro como fuera del local "hay muchas personas quejándose".

El medio recuerda "la magnitud de los perjuicios", pero igualmente reconoce "la morosidad de los trámites" en un municipios cuyas autoridades han estimado unas 8.926 viviendas dañadas, de un fondo habitacional de 11.398, según el Censo de Población y Vivienda.
Julianny Noa Lobaina, a quien la esperan en su casa en La Máquina tres menores de edad y una vivienda a medio derrumbar, cuenta que "la Comisión pasó... ", pero ahora se perdió su planilla y hace días que va, y nadie le explica.
Tuvo que armar con los restos de su casa y de otras un cuarto que los tapa del sol, que les da la sensación de no dormir al sereno, pero que, en los últimos aguaceros, demostró ser nada contra la lluvia.
"Como ella —reconoce el periódico local— viven decenas, a ojos vistas".
En Los Llanos, por otra parte, ya Osmar Frómeta completó su techo que compró en efectivo, a mitad de precio según la decisión del Gobierno, pero no sin problemas.
"Me tardé porque habían contradicciones entre los elementos que puso la comisión y lo real, y faltaban firmas y en la tienda, además, todo demora mucho y faltan cantidad de elementos, no hay puertas, persianas, los ganchos jota...", describe.
A Obdulia Rodríguez Cantillo no ha ido a verla la comisión (formada por un técnico de la Vivienda, un representante del Instituto de Planificación Física y un trabajador social) a La Yagruma, donde regresó de viaje para encontrarse el techo ido, la carpintería maltrecha y los equipos muertos, ni a Rafaela Delgado López, en Los Arados, una comunidad a escasos dos kilómetros de La Máquina.
En el Puesto de Dirección de La Máquina, su jefe, José Alfredo Massaret, reconoce las demoras y que, en los últimos días, "ha habido muchas decisiones diferentes".
El funcionario asegura que las planillas no están perdidas sino extraviadas, y se refiere además  a borrones o fallo en los cálculos de los materiales en valores, a confusiones de técnicos entre puntillas y clavos o en el número de tejas reales que se perdieron.
Acerca de las comisiones que realizan las valoración sobre el terreno, en el Consejo Popular más poblado del municipio de Maisí son solo cuatro.
Geordanis Cantillo Mustelier y Leonel Céspedes Perdomo, trabajadores sociales de la ciudad de Guantánamo, dijeron a Venceremos que en un día, cada uno por su lado, solo lograron llegar a 32 casos. "Esto va muy lento", aseguran.
Los problemas son tantos que de 40 personas que atienden a diario, solo 20 salen con los papeles listos para que se decida la forma de pago ya sea crédito, subsidio o bonificación, si no puede hacerlo en efectivo, señala la publicación estatal.
Según las autoridades, de 465 viviendas afectadas se han solucionado, con techo en mano, unos 265 casos.
Por otra parte, la publicación estatal destaca que "en las tiendas, las sombras están relacionadas con la ausencia de varios materiales, algunos de los cuales, como los bloques de siete pesos, hay que buscarlos en el almacén central, a varios kilómetros. Otros, ni allí están".
Funcionarios entrevistados explican que los techos son la prioridad y esos son los primeros que llegan. Admiten igualmente que aun así son insuficientes.
"Lo que tenemos cubre una parte mínima de lo que necesitamos, pero el país se comprometió a seguir mandando, junto al resto de las necesidades", dice.
La situación en Baracoa
Las historias en Baracoa se repiten de parte y parte, aunque, al igual que en Maisí, la mayoría de las personas todavía no recupera sus viviendas.
En Crombet número 174, el 22 de octubre Migdalia Machado Matos recién recibió sus tejas, y en el puesto de dirección de La Asunción, en la cabecera municipal, varias mujeres esperan con quejas a José Ernesto Medina Toirac, el jefe, quien admite que hasta el día anterior solo 18 casos habían comprado materiales de los casi 3.000 afectados. En la mañana, el número roza los 200.
María Inés Jiménez quiere comprar en efectivo, pero a su ficha técnica la han virado cinco veces desde el puesto de mando por errores. Maribel Derove espera, porque por su casa aún no ha pasado la comisión y Marelis Matos dice tener problemas con el Banco, que no le aceptó el crédito.
Según el periódico oficial, "como en Maisí, en Baracoa mucha gente desconoce las nuevas disposiciones".
En la tienda de La Asunción solo hay tejas, aunque Tony Matos Romero, presidente del CDM, asegura que las varas rollizas se están trasladando a la ciudad por la Empresa Forestal, y el cemento no es una preocupación, pues a las 360 toneladas que ya tienen deben sumarse otras que vienen en patana, aunque reconoce que hay muchas cosas que llegan pocas, y pone como ejemplo las persianas.
Sobre los recursos que han entrado, el presidente enumera: "52.200 tejas de fibrocemento, 75.000 de fibroasfalto, 2.375 módulos de zinc, 360 toneladas de cemento, 12.000 bloques, 35 toneladas de puntillas, 1.584 módulos de purlins, que es solo un 28 % de lo demandado para la recuperación del fondo habitacional".
Este último, precisa, está compuesto por 27.000 viviendas, de las cuales se estima se dañaron 21.329.
Según datos de la Defensa Civil citados la televisión estatal, los daños causados por el paso del huracán Matthew por el Oriente de la Isla superan los 1.580 millones de pesos cubanos, unos 63,36 millones de dólares. 

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