AFERRADOS A UNA ESPERANZA.
Por: Ariel Clavijo
El huracán Mateo ya es
historia y como historia deja un recuerdo, para muchos el recuerdo solo fue un susto,
para otros, siempre será una triste e inolvidable realidad. Nos siguen
invadiendo las imágenes de
la destrucción causada
por Mateo y para los que no tuvimos que atravesar por esa desgracia, es solo un
acontecimiento periodístico que no pasa de ser una historia de 'acción, pero
para aquellos que estuvieron dentro de la trayectoria del monstruoso fenómeno
atmosférico, siempre será uno de los peores momentos de sus vidas, sobre todo,
si tuvieron que lamentar la desaparición de un ser querido.
En la Republica de
Haití, se ha concentrado toda la calamidad, la muerte, desolación, tristeza, amargura,
ruinas y lo peor está por llegar; las epidemias. Hasta el momento suman más de
cien los muertos y aun buscan a muchos desaparecidos. Es lamentable esta
situación de ese hermano país, pues todavía no se había recuperado del duro
golpe del terremoto que dejo miles de muertes y la destrucción total de la
infraestructura del país.
Las manifestaciones de
dolor, cooperación y solidaridad con los países afectados por Mateo no se hicieron
esperar. La disposición de ayuda se hizo latente y se comenzó a recolectar todo
lo necesario para ser enviado a los países afectados. Todos los gobernantes de
esos países abrieron sus puertos y aeropuertos para recibir todo tipo de ayuda
menos Cuba. No se han reportado muertes, pero el desastre en la zona de la
provincia Guantanamera es desgarrador sobre todo cuando la tiranía de los
hermanos
Castro no cuenta con los
recursos suficientes para reemplazar la destrucción causada por el huracán.
Tenemos también que
tener en cuenta que el pueblo de Cuba en su totalidad viene padeciendo del peor
huracán de su historia como nación; el huracán de la fatídica Revolución
comunista implantada desde el año 1959. Una Revolución que se ha caracterizado
por haber destruido la creciente economía de la
era Republicana, y no
solamente la economía, se ha encargado de la destrucción de la familia cubana,
de cultura y de la moral construida a través de los valores concebidos.
No solamente la
destrucción de la infraestructura de la zona que ha dejado incomunicados a
cientos de personas marginadas por el mismo sistema político, otros factores
están influyendo en el dolor de los vecinos del área; la mentira. Ya hemos
mencionado la falta de recursos de los organismos del Estado, y por todos es
conocido que aquellos afectados irán a parar a barracas prefabricadas sin ningún
tipo de condiciones higiénicas, de seguridad y privacidad para que la
convivencia fuere llevadera. Sabemos que esto significa que los asignados a
esos albergues, pasaran muchos años en ellos y verán muertas sus esperanzas de
retornar a sus feudos. Sabemos que las palabras del tirano Raúl Castro,
pronunciadas unas horas antes del paso del huracán y antes de partir a ponerse
a buen recaudo de los peligros del fenómeno natural, son todas MENTIRAS, pues él
conoce que no posee los re3cursos para reparar los daños causados por el huracán.
Es una grotesca burla la
cometida por el siniestro tirano, que ni siquiera tuvo el valor de permanecer
en el área para dar el frente y conocer, de primera mano, el desastre causado
por el huracán Mateo. Es tal la crueldad del tirano de turno, que ni siquiera
se ha pronunciado a favor de recibir la ayuda humanitaria ofrecida por los
pueblos hermanos del área. De esa forma, demuestra una vez más cuál es su posición
en contra de las recién restablecida relaciones entre los Estados Unidos y
Cuba.
El pueblo de Cuba es el
que &ene la última palabra y debe valorar todas y cada una de las
miserables posiciones política, sociales y económicas asumidas por el tirano de
Cuba que no favorecen en nada al bienestar y la paz deseada por el pueblo y que
solamente antepone los miserables deseos de un sistema político y económico
fracasado que ha sumido a Cuba en la más terrible miseria que jamás habíamos padecido.
El Gobierno Constitucional
Cubano en el Exilio lamenta grandemente los momentos vividos por el pueblo de
Cuba y se solidariza con el dolor de todos aquellos que de una forma u otra han
sufrido alguna perdida y los instamos a trabajar en la Tabla de la Libertad
como único medio posible de un levantamiento pacifico el día que tengamos
varios millones de personas en las calles de Cuba exigiendo la salida del
tirano de nuestras vidas e implantemos una verdadera democracia dentro del
Estado de Derecho en el que deseamos vivir.
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