El Gobierno cubano usa figuras del código penal como el desacato y se vale de arrestos arbitrarios para no crear prisioneros de conciencia por los que Amnistía Internacional pueda interceder.
La sección estadounidense de Amnistía Internacional (AI) concluyó en Miami su 51 reunión anual con críticas al Gobierno de Raúl Castro y sus tácticas para intimidar a los activistas de Derechos Humanos y restringir sus movimientos.
Marcela Gonzalves, directora de AI para las Américas, dijo a Martí Noticiasque las figuras del código penal como desacato, irrespeto a las autoridades y los arrestos arbitrarios –donde no le imponen cargos oficiales a los disidentes– están entre las tácticas más usadas en los últimos años para no crear prisioneros de conciencia por los que ellos puedan interceder.
Las detenciones arbitrarias duran entre ocho y 30 horas y luego los liberansin cargos oficiales. Esto se torna difícil de monitorear por las organizaciones encargadas de velar porque se respeten los Derechos Humanos en Cuba, enfatizó.
De Cuba, asistieron Martha Beatriz Roque Cabello, exprisionera política, y la abogada Laritza Diversent, directora de Cubalex, quien vio en el encuentro una oportunidad para hacer llegar a los activistas del mundo la situación real de los Derechos Humanos y la libertad de expresión en la isla.
En el evento participaron unos 1.000 activistas de diferentes países, paradenunciar el irrespeto a la libertad de expresión, de disensión y los abusos policiales, entre otros.
La conferencia de Derechos Humanos de Amnistía Internacional analizó, entre otros temas, las trabas para acceder a internet en Cuba, la tortura en el penal de Guantánamo y la recuperación de la nacionalidad de los haitianos nacidos en Dominicana.
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