Rousseff prorroga la estancia de especialistas extranjeros, la mayoría cubanos, en el programa Más Médicos
La presidenta Dilma Rousseff firmó este viernes una 'medida provisoria' que prorroga por tres años la permanencia de extranjeros en el programa Más Médicos, entre ellos miles de cubanos, durante un acto en que agradeció al Gobierno de la Isla por los servicios realizados, según reportó la estatal Prensa Latina.
"De este modo garantizamos que el pueblo tenga el acceso a la atención de salud que necesita", dijo Rousseff en un discurso, en el cual ofreció su gratitud a los profesionales cubanos "que vinieron en la primera hora y al Gobierno, a través de su embajadora, Marielena Ruiz".
La medida —adoptada cuando el Senado decide sobre el proceso de juicio político a Rousseff y un día después que el ministro de Salud Pública renunciara al cargo—, busca asegurar la estancia este año de alrededor de 7.000 de los 18.240 médicos que forman parte del programa.
La mandataria defendió que Más Médicos ha beneficiado a 63 millones de brasileños, y la no ratificación del proyecto en su ausencia "dejaría desprotegida una amplia capa de la ciudadanía".
Dijo que una vez finalizado el plazo de tres años contemplado por la prórroga firmada, cabe la posibilidad de renovar los contratos por un periodo similar, y lo justificó añadiendo que el país todavía no formó la cantidad suficiente de profesionales para garantizar la continuidad de Más Médicos.
La propia Rousseff recordó que el proyecto, lanzado en julio de 2013 solo semanas después de fuertes manifestaciones antigubernamentales, fue bastante cuestionado.
Las críticas no solo han surgido dentro del propio territorio brasileño. En la Isla, Más Médicos ha sido blanco de críticas incluso dentro del sector de Salud. El Gobierno federal paga a los profesionales a través de la Organización Panamericana de la Salud, que entrega el dinero a La Habana. El régimen se queda con cerca del 70% de lo que Brasilia abona por el servicio de los especialistas.
La presidenta dijo que sus resultados hoy demuestran que existe, por parte de la población atendida, una "evaluación extremadamente positiva" del mismo.
Roussef aprovechó asimismo para arremeter contra quienes exigen el juicio político y reiteró que "un proceso de este tipo sin crimen de responsabilidad es un golpe de Estado".
Aseguró que continuará luchando por defender la democracia brasileña y para garantizar la preservación de lo alcanzado por la sociedad, en referencia a Más Médicos.
El programa de salud se implementó a partir de 2013 y de acuerdo con estadísticas del ministerio responsable de su funcionamiento, hoy incluye a 18.240 galenos, más de 11.400 de ellos cubanos, distribuidos en 4.058 municipios, el 73 % del total nacional, y en los 34 distritos sanitarios indígenas, según Prensa Latina.
El ministro de Salud de Brasil también dimite del Gobierno de Rousseff
El ministro de Salud de Brasil, Marcelo Castro, dimitió del Gobierno de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, en medio de la grave crisis política que le podría costar el cargo a la jefa de Estado, informaron el jueves fuentes oficiales, reportó EFE.
La dimisión de Castro se anunció en un decreto publicado en el Diario Oficial, en el que Rousseff precisa que fue una "petición" del ahora exministro.
La salida de Castro se produce en un momento en el que Brasil lucha contra el zika, un virus transmitido por el mosquito Aedes aegypti y que ha encendido las alarmas en el país después de que algunos estudios lo relacionaran con el aumento de casos de microcefalia.
Castro es militante del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), fuerza que rompió el mes pasado con Rousseff y que está encabezada por el vicepresidente, Michel Temer, primero en la línea de sucesión si prospera el juicio político contra la jefa de Estado.
Al romper con Rousseff, la dirección del PMDB anunció que entregaría todos sus cargos en el Gobierno, pero uno de sus siete ministros aún permanece en su cargo, la titular de Agricultura, Kátia Abreu.
En las últimas semanas, otros ocho ministros, del PMDB y otros partidos renunciaron a sus cargos y Rousseff anunció la sustitución de cuatro de ellos por funcionarios de perfil técnico.
Por otra parte, el ministro de Hacienda de Brasil, Nelson Barbosa, compareció hoy ante la comisión del Senado que debate si la presidenta, Dilma Rousseff, debe ser sometida a un juicio político e insistió en que no existe base legal para el proceso.
Barbosa fue presentado como testigo de la defensa de Rousseff, que en cuestión de unas dos semanas podría ser separada del cargo durante 180 días en el caso de que fuera aceptado el proceso para un juicio con miras a su destitución.
La acusación se sustenta en unas maniobras contables realizadas por el Gobierno para maquillar sus resultados en 2014 y 2015, que según la oposición constituyen un "crimen de responsabilidad", que es como la Constitución define las causas que pueden llevar a destituir a un mandatario.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Enviar comentarios: