Crece la tensión política en Venezuela ante el silencio del poder electoral
Opositores venezolanos intentan una vez más este jueves marchar hacia la sede del poder electoral para exigirle la fecha de ratificación de las firmas que activarán el referendo revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro. La tensión política crece en momentos de fuerte crispación social, reporta la AFP.
Casi 40 días después de que presentó al Consejo Nacional Electoral (CNE) 1,8 millones de firmas para abrir el proceso, la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) aún no completa el primer paso del engorroso proceso de referendo, que busca con urgencia para este mismo año.
Dirigentes opositores esperaban que el CNE publicara el miércoles la hoja de ruta del referendo, luego de que les anunciara el martes que de las 1,8 millones de firmas entregadas son válidas 1,3 millones, seis veces más que las 200.000 requeridas por norma (1% del padrón electoral) para activar la consulta.
Ante el silencio electoral, este jueves un grupo de diputados opositores —que son mayoría en el Parlamento— acudieron a las oficinas del órgano electoral para reclamar la fecha de ratificación de las firmas, un proceso que se debe hacer en cinco días.
El jefe de la bancada opositora en el Parlamento, Julio Borges, señaló a las puertas del CNE —frente a una barricada de la militarizada Guardia Nacional que les bloqueaba el paso— que querían reunirse con la directiva del poder electoral, "que nunca ha querido darle la cara a los diputados".
Borges aseguró que "no vamos a dejar de protestar hasta que las firmas se materialicen en un referendo revocatorio este año", y reiteró que "no hay ninguna razón para que se retarde" un proceso de validación de firmas que se ha demorado 40 días.
Paralelamente, una marcha de estudiantes y otros sectores opositores se dirigirá hasta el CNE, en la cuarta vez que intentarán llegar a la sede del organismo pues las anteriores manifestaciones fueron bloqueadas y disueltas por efectivos de seguridad.
"Las señoras (rectoras) del CNE están retando a todo un país que quiere paz (...) Temerario que crean que están por encima del derecho de la gente", advirtió en Twitter el excandidato presidencial Henrique Capriles, quien ha encabezado las marchas.
Maduro sostiene que a la oposición no le interesa el referendo sino generar violencia para provocar una intervención extranjera.
Ante las manifestaciones opositoras, el Gobierno convocó por tercer día consecutivo a sus seguidores a marchar hasta el palacio presidencial de Miraflores, en un trayecto muy cercano al que transitarán los estudiantes opositores.
El dirigente estudiantil Hassler Iglesias, entrevistado en Éxitos FM, anunció que modificarán la ruta de su protesta al considerar la cercana concentración chavista como una "provocación".
'La válvula de escape'
Acusándolo de servir al Gobierno, la MUD sostiene que el CNE demora todo para evitar que el referendo se haga antes de 2017 —cuando se cumplen cuatro años del mandato presidencial—, pues si se hace este año y Maduro pierde se llamará a elecciones. Si se efectúa el año próximo, sería sustituido por el vicepresidente nombrado por el gobernante.
Según las encuestas, de seis a siete de cada diez venezolanos está a favor de un cambio de Gobierno. Para revocar el mandato de Maduro, la oposición necesita más de 7,5 millones de votos, con los que fue elegido en 2013 tras la muerte de Hugo Chávez.
"Esto es un país polarizado, no puede darse el lujo de un árbitro que no termina de decidir las cosas, que no está siendo claro pese al clima político. La gente no entiende la demora", opinó Ignacio Avalos, director de la ONG Observatorio Electoral Venezolano (OEV).
Mientras, la efervescencia social va en aumento, las protestas se han vuelto cotidianas al agravarse la escasez de alimentos y medicinas, y el alza del costo de vida. La inflación es la más alta el mundo: 180% en 2015 y el FMI pronostica 700% para el cierre de este año.
Para la oposición, el referendo "es una válvula de escape" que tienen los venezolanos.
'¿Cacería de brujas?'
La MUD exige que el CNE fije la fecha de confirmación de firmas, que podría ser del 16 al 20 de junio según una versión extraoficial, para pasar a la segunda etapa: la recolección de otras cuatro millones de rúbricas (20% del registro electoral) para convocar el referendo.
El abogado constitucionalista José Ignacio Hernández opinó que el órgano electoral violó sus propias normas, que establecían cinco días para el proceso de revisión de firmas, pero ha pasado más de un mes desde que le fueron presentadas.
"No hay forma de justificar el silencio administrativo del CNE en dar respuesta a un trámite que el propio CNE inventó", aseguró Eugenio Martínez, experto en temas electorales.
El vocero de la MUD, Jesús Torrealba, advirtió que el CNE pretende usar un mecanismo en su página web "de exclusión de firmas" en la fase de ratificación, para que quienes deseen puedan consignar su arrepentimiento.
"Eso, por supuesto, es un pretexto para abrir una cacería de brujas inmensa en los ministerios y en las oficinas de la administración pública", aseguró.
El número dos del chavismo, Diosdado Cabello, ha advertido varias veces que los funcionarios que firmaron para pedir el referendo deben de ser despedidos.
El chavismo se moviliza
Mientras, el Gobierno volvió a llamar a sus partidarios a las calles para que demuestre su respaldo a la revolución bolivariana.
Varias decenas de chavistas marcharon en Caracas en apoyo a los llamados Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) creados por el Gobierno para distribuir los productos básicos que han desaparecido de los comercios, un sistema que ha sido criticado por la oposición, reportó EFE.
El ministro de Alimentación, Rodolfo Marco, dijo en la manifestación que los CLAP son "el poder popular llevándole el alimento al pueblo", un sistema creado "para combatir la guerra económica".
En el plano internacional, el Gobierno venezolano recibió también un espaldarazo de una docena de países sudamericanos y caribeños que dejaron claro que respaldarán a la nación petrolera frente a la decisión de la Secretaría de la Organización de Estados Americanos (OEA) de activar la Carta Democrática a Venezuela.
Los representantes de los países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA-TCP) se reunieron en Caracas en un Consejo Político presidido por el propio Gobierno de Venezuela para adoptar "estrategias en común para la defensa de la región" y cerrar filas con la nación petrolera en un momento en el que, asegura, está siendo amenazada por fuerzas extranjeras.
Al término de esa reunión, la canciller venezolana, Delcy Rodríguez, dijo que los países de la ALBA-TCP acudirán a la Asamblea General de la OEA la próxima semana en República Dominicana para rechazar la activación del mecanismo invocado por el secretario general de la organización hemisférica, Luis Almagro.
Mientras tanto, continúa el clima de crispación interno en el que las calles de Caracas fueron escenario de nuevas protestas de ciudadanos que exigían, por separado, alimentos y repuestos para vehículos.
El Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS) dijo a la agencia española que el país afronta a diario un promedio de 19 protestas en medio de un clima de conflictividad en ascenso por la escasez de alimentos y la demanda de servicios básicos, que contabiliza 2.779 manifestaciones registradas en el país en los primeros cinco meses del año.
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