- OpinionesObama vs los disidentesEl presidente cubano, Raúl Castro, a la derecha, levanta el brazo del presidente Obama en la conclusiónde su conferencia de prensa conjunta en el Palacio de la Revolución en La Habana el 21 de marzo.(Ramon Espinosa/Associated Press)Existen dos formas en que pueden terminar las dictaduras, dice Óscar Elías Biscet. “Una es larevolución de la superestructura, en que la parte superior se cambia a sí misma. La otra es uncambio de abajo hacia arriba", como los que introdujeron la democracia al sudeste de Asia,Europa del Este y, más recientemente, Túnez. Los principales disidentes de Cuba estánseguros de su elección. “Queremos construir un movimiento cívico, no violento, que derroque alrégimen y traiga la democracia a Cuba ", dijo Biscet.El presidente Obama ha apostado por la otra opción. Ha pasado los últimos años buscandoarreglarse con el régimen de Raúl Castro, con la teoría de que las relaciones diplomáticasnormales y el aumento del comercio darán lugar, finalmente, a una mayor libertad para loscubanos. Al anunciar la apertura, llegó incluso a decir que ni los cubanos ni losestadounidenses deberían desear que "colapsara" el régimen de Castro.El miércoles pasado, mientras Biscet llegaba a Washington por primera vez en su vida,enviados estadounidenses del FBI, el Departamento de Seguridad Nacional y el Departamentode Estado se reunían en La Habana con los interlocutores elegidos por Obama - losfuncionarios de seguridad del régimen, incluidos los del notorio Ministerio del Interior,encargado de la represión interna. Biscet, quien llegó a conocer bien al Ministerio del Interiordurante los doce años que pasó como preso político, explicaba entretanto por qué es másprobable que la estrategia de Obama contribuya a afianzar el comunismo cubano que atransformarlo.
- “Esta fue una jugada muy conveniente para Castro", dijo el doctor de 54 años de edad, que fuegalardonado con la Medalla Presidencial de la Libertad por George W. Bush en 2007, mientrasestaba en prisión. El acercamiento con Estados Unidos, dijo, proporcionó a Cuba un apoyoeconómico vital en un momento en que estaba perdiendo el apoyo de una Venezuela enimplosión. Por otra parte, "cuando la gente ve a Obama saludando a Castro en la forma en quelo hizo, da una legitimidad mundial al régimen totalitario”.La política de Obama ha tenido el efecto de descalabrar a las personas más pro-democracia ypro-estadounidenses en Cuba - los activistas que se han pasado la vida luchando contra elsistema a un enorme costo personal. Mientras que el régimen recibe cooperación y dólares deEE.UU., la represión contra la oposición ha aumentado considerablemente; según la ComisiónCubana de Derechos Humanos, hubo 6.075 detenciones por motivos políticos durante losprimeros cinco meses de este año, el número más alto en décadas.Este mes a dos de los líderes disidentes más importantes, Biscet y José Daniel Ferrer, se lespermitió salir de la isla por primera vez. ¿Por qué los Castro les concederían súbitamente estepermiso para viajar? “Ellos se sienten fuertes", dijo Biscet. “Piensan que en este momento novamos a recibir mucha atención." Ambos, sin embargo, llegaron a Washington para exponersus argumentos. Pese a todo, los republicanos del Congreso todavía les prestan oído; acabande aprobar una legislación que limitaría el desarrollo1 º de contactos militares entreEE.UU. y Cuba.Biscet y Ferrer tienen mucho en común: Ambos fueron detenidos a principios de la década del2000, durante una amplia oleada represiva contra la oposición, y condenados a 25 años deprisión. Cuando una amnistía de los presos políticos mediada por el Vaticano, tuvo lugar en2010, los dos permanecieron tras las rejas, porque se negaron a exiliarse. Finalmente liberadosen 2011, ambos iniciaron movimientos políticos de pueblo. Biscet dirige el Proyecto Emilia, consede en La Habana, que según él ha recogido 3.000 firmas en un manifiesto a favor de lademocracia.Ferrer, de 45 años y residente en la ciudad oriental de Santiago de Cuba, encabeza la aúnmayor Unión Patriótica de Cuba, que da sus propios servicios sociales y distribuye DVDs de lasnoticias y la información prohibida en las plazas públicas de Cuba.Difieren, sin embargo, en cuanto a la iniciativa de Obama. Biscet se opone implacablemente, apesar de que todavía llama a Estados Unidos " un faro de libertad." Ferrer evita la condena, a laque llama " suicidio político", dado el amplio apoyo a la apertura entre los cubanos de a pie,que desesperadamente esperan algún cambio.Ferrer, no obstante, tiene una visión similar de la iniciativa de Obama. "Se corre el riesgo deque el régimen sea el que salga ganador", dijo durante una conversación una semana antes dela visita de Biscet. "Se está haciendo posible que cualquier cambio en Cuba no termine endemocracia, sino en algo parecido a la Rusia de Vladimir Putin."
viernes, 24 de junio de 2016
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