La MUAD exige que la reforma de la Constitución se haga de forma 'plural' y no a 'puerta cerrada'
La Mesa de Unidad de Acción Democrática(MUAD) ha reclamado que la reforma de la Constitución, anunciada por Raúl Castro en el VII Congreso del Partido Comunista, se haga mediante un proceso "plural, abierto, consensuado y aprobado por medio del sufragio universal".
Un grupo de 28 personas y
organizaciones, reunido entre el 21 y 25 de junio en el estado de Quintana Roo, en México, emitió una declaración que reprueba "cualquier redacción (de la Constitución) a puerta cerrada, controlada por el Partido Comunista de Cuba".
En este sentido, los opositores exigen "establecer el Tribunal de Garantías Constitucionales, así como la rendición de cuentas bajo una concepción de la política como servicio público".
El documento también considera "imprescindible que se convoque a elecciones plurales y transparentes por medio de una nueva Ley Electoral, que establezca la competitividad de los cargos públicos, así como la eliminación de todos los procesos que dificulten la libre elección de los candidatos, como es la actual Comisión de Candidaturas".
Los opositores creen además que "estos procesos deben estar acompañados por observadores nacionales e internacionales de carácter imparcial y diverso".
La declaración también rechaza "cualquier forma de violencia como modo de control y cambio político y demanda el cese de la represión al ejercicio de los derechos de asociación, reunión y expresión".
El texto también reivindica "el derecho de los ciudadanos cubanos a manifestarse de forma no violenta" y demanda "la liberación inmediata de todos los presos políticos, el cese de las golpizas y la abolición de la pena de muerte".
Entre otras exigencias, la MUAD pide al Gobierno cubano "que respete el derecho de todo ciudadano cubano a entrar y salir libremente de su país y restituya a los cubanos emigrados todos sus derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales".
Asimismo, las demandas incluyen que todos los cubanos puedan "acceder libremente y de manera inmediata a todos los medios de comunicación y de información" y un "acceso transparente a la información sobre la gestión estatal".
En el terreno económico, la declaración considera que "es un derecho de todos, cubanos y extranjeros, participar en el desarrollo económico de la nación con seguridad jurídica" por lo que tacha de "inaceptable una política inversionista y de propiedad que discrimina a los cubanos".
Sobre los derechos laborales, los opositores piden "el cese de la explotación del trabajador cubano" y consideran "imprescindible la libre sindicalización, el reconocimiento a formar sindicatos independientes y el derecho a la huelga".
"Reclamamos la libertad para que los trabajadores puedan elegir su empleo, en condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo decente y salario digno, con el derecho a negociar directamente sus contratos y el pago de su labor, eliminando, en el caso de las empresas mixtas, al estado como intermediario", agrega la declaración.
La MUAD asegura promover "una política social basada en el respeto a la dignidad de la persona humana y todos los derechos universalmente reconocidos, en la que todos y cada uno de los cubanos puedan vivir y realizarse en libertad, solidaridad, justicia social y predominio de la ley".
"Consideramos imprescindible al estado como garante del bien común y para la realización de una política social universalmente integral, que combine de forma óptima los principios de autorresponsabilidad, solidaridad y subsidiaridad, con énfasis en la protección a los sectores más vulnerables de la sociedad", concluye.
Varios de los activistas de estuvieron en México para aprobar este documento fueron retenidos el sábado en el aeropuerto de La Habana cuando regresaban del evento, auspiciado por la Fundación Konrad Adenauer y la Organización Demócrata Cristiana de las Américas (ODCA).
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