jueves, 24 de marzo de 2016

“Obama tocó la fibra de la gente”

“Obama tocó la fibra de la gente”

Contrario a lo que publican los medios oficialistas, el periodista independiente Iván García asegura que la visita del Presidente en Cuba “tuvo mucho calado”

TRAS LA VISITA
“Obama tocó la fibra de la gente”
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Ivan Garcia (centro), junto a Ben Rhoden y otros dos reporteros durante el encuentro del funcionario con cuatro periodistas independientes en la embajada de EEUU en La Habana (CORTESÍA)
MIAMI.-ILIANA LAVASTIDA
ilavastida@diariolasamericas.com
@IlianaLavastida
Mientras la prensa oficialista cubana se ha encargado de satanizar el discurso pronunciado por Barack Obama el martes último en La Habana, y las redes sociales se han ido colmando de intervenciones en las que voceros del régimen pronuncian arengas antimperialistas, el periodista independiente Iván García Quintero asegura que “para la gente de a pie, la visita tuvo mucho calado, incluso entre los que son indiferentes a la política”.

Iván, que reporta desde La Habana para DIARIO LAS AMÉRICAS, junto a Augusto César San Martín, de Cubanet; Ignacio González, que realiza audiovisuales para Radio y TV Martí y la bloguera Yoani Sánchez, asistieron el martes a un encuentro al que fueron convocados por la misión diplomática de EEUU en Cuba.
“Cuando me avisaron el lunes en la noche, de primer momento no estuve muy seguro de ir porque tengo mucho trabajo acumulado y no me aclararon quién me estaba invitando”, recordó Iván en conversación telefónica desde La Habana.
“Me dijeron que estuviera en la casa de la agregada de prensa de la embajada a las 10:00 de la mañana. Coincidía con la hora anunciada para el discurso de Obama en el Teatro Alicia Alonso (Gran Teatro de la Habana). De ahí nos llevaron a la embajada en una camioneta van, nos advirtieron que Obama se reuniría en privado con los disidentes y que los periodistas no podrían hacerle preguntas por falta de tiempo”.
Cuando llegó la comitiva presidencial, después del saludo y algunas fotos, Obama se reunió aparte con los opositores. Iván y los otros tres periodistas independientes fueron llevados a una sala en el ala Este del edificio, donde tenían una mesa y sillas identificadas con sus nombres.
Ben Rhodes, el asesor principal del Presidente para la política hacia Cuba, fue el anfitrión de este encuentro.
Lo que más le impactó a Iván de su estancia en la embajada fue que en territorio estadounidense, tuvo que escuchar el discurso pronunciado por Obama para el pueblo de Cuba a través de un teléfono, con audífonos “porque en el sala de espera de la sede diplomática no tenían un televisor disponible”.
Después, cuando quedaron solos con Rhodes, el periodista describe que le llamó la atención el aspecto de agotamiento del funcionario, “le comenté que tenía más cara de decepcionado que de cansado”.
“Tras las palabras de rigor, nos permitió hacer unas preguntas. Nos interesamos por las expectativas reales que podían tener la gente respecto a un cambio, sobre el uso de Internet, si pondrían atención a la celebración del próximo congreso del partido comunista en Cuba, sobre inmigración, teniendo en cuenta la cantidad de cubanos que en el último año abandonaron el país, y si dentro de la creación de cooperativas privadas y el respaldo a los trabajadores por cuenta propia habían pensado en la prensa. Nos dijo que sí, admitió que para algunas cosas se requiere tiempo, pero lo más importantes como siempre, se dijo después de dar por terminado el encuentro”.
Para Iván García, que dibuja en sus reseñas con absoluta crudeza la realidad de las barriadas a donde ni la prensa del Gobierno ni los grandes medios llegan, “para bien o para mal, gústelo o no a muchos, el presidente Obama en Cuba tiene mucha popularidad”.
“Es mucho más popular que los Rolling Stone que van  a dar un concierto aquí el viernes. Quizás sea más popular que en su propio país y más popular que Raúl Castro en Cuba”.
En su opinión, la popularidad de Obama se debe a “la empatía que siente por él una población mayoritariamente mestiza, la ruptura de su discurso con lo que estamos acostumbrados a oír y la emotividad de lo que dice, que logra llegar a la fibra de mucha gente”.
“No sé qué pueda pasar después de esta visita. Los cambios no se ven  aún, ni siquiera para los que trabajan como esclavos, pero estamos viviendo un escenario mejor que el de hace un año atrás”, aseguró.
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