Expareja de Morales se convirtió en "prisionera política", según su abogado
La Policía trasladó el jueves a Zapata desde la cárcel de Obrajes a la de Miraflores, ambos en La Paz, debido a una orden del Gobierno que argumentó motivos de seguridad
LA PAZ.- EFE
La boliviana Gabriela Zapata, expareja del presidente Evo Morales, se convirtió en una "prisionera política" porque no se respetaron sus derechos al haber sido trasladada de un penal a otro con una decisión administrativa y sin orden judicial, afirmó este sábado uno de sus abogados, Eduardo León.
El jurista enfatizó ante los medios que Zapata "deja de ser una detenida preventiva" y se convierte en "una prisionera política" porque una autoridad administrativa del sistema penitenciario violó sus derechos al instruir que sea llevada a otra cárcel.
La Policía trasladó el jueves a Zapata desde la cárcel de Obrajes a la de Miraflores, ambos en La Paz, debido a una orden del Gobierno que argumentó motivos de seguridad.
Según León, la decisión de cambiar de prisión a Zapata supone una limitación para que ella haga conocer públicamente "la verdad que el pueblo está necesitando saber" sobre su relación con el presidente.
Zapata está detenida desde el 28 de febrero pasado acusada de varios supuestos delitos económicos, entre ellos enriquecimiento ilícito, y a los que se ha sumado en los últimos días denuncias sobre presuntos actos de falsedad y falsificación de documentos.
En la cárcel de Obrajes Zapata recibió más de un centenar de visitas e incluso concedió entrevistas a varios medios contando parte de su relación con Morales, mientras que en la penitenciaria de Miraflores hay más restricciones, según sus familiares.
En paralelo a la investigación sobre esos delitos, Zapata y Morales han polemizado por el hijo que ambos tuvieron en 2007.
Morales y sus ministros aseguran, con contradicciones incluidas, que el menor está muerto o nunca existió, mientras que ella y sus abogados sostienen que está vivo, pero que no lo presentan porque su vida está en peligro y necesitan garantías internacionales.
El jefe de Estado contaba con 47 años cuando se relacionó con Zapata y esta, según declaró a los medios, tenía 18 años, aunque el Gobierno ha mostrado documentos que indican que contaba con 20.
El director del Sistema Penitenciario, Jorge López, replicó hoy a los abogados de Zapata y dijo que no hubo violación de sus derechos porque la norma le permite, de manera excepcional, disponer el cambio de prisión de cualquier recluso para cuidar su integridad o para asegurar la "convivencia pacífica de un recinto penitenciario".
López agregó que fueron los abogados de Zapata quienes alertaron en su momento de que la vida de la mujer corre peligro en prisión.
La cárcel de Obrajes indicó a media semana que Zapata "estaría causando malestar, intranquilidad y la división dentro de la población penal", según un comunicado del Ministerio de Gobierno.
En su momento, Zapata también dijo que temía por su vida en una carta enviada al representante de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH), Denis Racicot.
La relación de Morales y Zapata fue revelada a principios de febrero por el comentarista de televisión Carlos Valverde, quien expresó su sospecha de que la firma china Camce, donde trabajaba ella, se ha beneficiado con varios contratos millonarios del Estado.
El mandatario ha rechazado las denuncias y ha pedido que sean el Parlamento y la Contraloría General, manejados por el oficialismo, los que investiguen esas denuncias.
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JUSTICIA | 26 de Marzo de 2016
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Zapata está detenida desde el 28 de febrero pasado acusada de varios supuestos delitos económicos (CORTESÍA)
La boliviana Gabriela Zapata, expareja del presidente Evo Morales, se convirtió en una "prisionera política" porque no se respetaron sus derechos al haber sido trasladada de un penal a otro con una decisión administrativa y sin orden judicial, afirmó este sábado uno de sus abogados, Eduardo León.
El jurista enfatizó ante los medios que Zapata "deja de ser una detenida preventiva" y se convierte en "una prisionera política" porque una autoridad administrativa del sistema penitenciario violó sus derechos al instruir que sea llevada a otra cárcel.
La Policía trasladó el jueves a Zapata desde la cárcel de Obrajes a la de Miraflores, ambos en La Paz, debido a una orden del Gobierno que argumentó motivos de seguridad.
Según León, la decisión de cambiar de prisión a Zapata supone una limitación para que ella haga conocer públicamente "la verdad que el pueblo está necesitando saber" sobre su relación con el presidente.
Zapata está detenida desde el 28 de febrero pasado acusada de varios supuestos delitos económicos, entre ellos enriquecimiento ilícito, y a los que se ha sumado en los últimos días denuncias sobre presuntos actos de falsedad y falsificación de documentos.
En la cárcel de Obrajes Zapata recibió más de un centenar de visitas e incluso concedió entrevistas a varios medios contando parte de su relación con Morales, mientras que en la penitenciaria de Miraflores hay más restricciones, según sus familiares.
En paralelo a la investigación sobre esos delitos, Zapata y Morales han polemizado por el hijo que ambos tuvieron en 2007.
Morales y sus ministros aseguran, con contradicciones incluidas, que el menor está muerto o nunca existió, mientras que ella y sus abogados sostienen que está vivo, pero que no lo presentan porque su vida está en peligro y necesitan garantías internacionales.
El jefe de Estado contaba con 47 años cuando se relacionó con Zapata y esta, según declaró a los medios, tenía 18 años, aunque el Gobierno ha mostrado documentos que indican que contaba con 20.
El director del Sistema Penitenciario, Jorge López, replicó hoy a los abogados de Zapata y dijo que no hubo violación de sus derechos porque la norma le permite, de manera excepcional, disponer el cambio de prisión de cualquier recluso para cuidar su integridad o para asegurar la "convivencia pacífica de un recinto penitenciario".
López agregó que fueron los abogados de Zapata quienes alertaron en su momento de que la vida de la mujer corre peligro en prisión.
La cárcel de Obrajes indicó a media semana que Zapata "estaría causando malestar, intranquilidad y la división dentro de la población penal", según un comunicado del Ministerio de Gobierno.
En su momento, Zapata también dijo que temía por su vida en una carta enviada al representante de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH), Denis Racicot.
La relación de Morales y Zapata fue revelada a principios de febrero por el comentarista de televisión Carlos Valverde, quien expresó su sospecha de que la firma china Camce, donde trabajaba ella, se ha beneficiado con varios contratos millonarios del Estado.
El mandatario ha rechazado las denuncias y ha pedido que sean el Parlamento y la Contraloría General, manejados por el oficialismo, los que investiguen esas denuncias.
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