lunes, 8 de febrero de 2016

París espera que su buena relación con La Habana abra puertas a las empresas francesas en Latinoamérica

París espera que su buena relación con La Habana abra puertas a las empresas francesas en Latinoamérica

El presidente francés, François Hollande, recibe a Raúl Castro en París. 1 de febrero de 2016. (AP)
El Gobierno de François Hollande estaría buscando, a través de una buena relación con el régimen de Raúl Castro, que las empresas francesas consigan suplantar a compañías española y de otros países europeos en Cuba y Latinoamérica, consideraron expertos citados por el diario ABC.

La Habana ha mantenido un discurso encaminado a atraer "pretendientes", que promete fidelidad a quienes, como los empresarios españoles, mantuvieron sus negocios en la Isla durante los años más duros de la crisis económica, pero a la vez corteja a otros posibles socios con el argumento de "diversificar" relaciones.
"Cuba ha decidido diversificar sus relaciones comerciales. Antes de la Revolución, nuestro interlocutor privilegiado fueron los Estados Unidos. Luego fue la difunta Unión Soviética. Cuba ha decidido diversificar su comercio exterior. Francia puede ayudarnos en Europa. Y Cuba puede ayudar a Francia en América Latina", dijo el embajador cubano en París, Héctor Igarza Cabrera, citado por el periódico español.
España es el principal inversor europeo en Cuba, donde su presencia es predominante en el sector turístico. Asimismo, es uno de los principales socios comerciales de La Habana.
Durante el último quinquenio, Holanda y Alemania han incrementado su presencia en la Isla de manera significativa, mientras Francia sigue ocupando un puesto aún marginal en el comercio exterior cubano.
"Condonando parte de la deuda cubana, Francia espera aprovecharse comercialmente, intentando conseguir favores políticos que faciliten la implantación de empresas francesas en Cuba. El Gobierno francés espera que la restauración del diálogo con Cuba permitirá abrir oportunidades empresariales en otros países", dijo Olivier Dabène, especialista en relaciones euro-americanas.
"A juicio del presidente Hollande, la normalización de las relaciones de Francia con Cuba permitirá facilitar las relaciones con otros gobiernos latinoamericanos, sobre todos con los gobiernos de izquierdas, como Venezuela, Bolivia, Ecuador, incluso Brasil", afirmó por su parte Janette Habel, politóloga y profesora en el Instituto de Altos Estudios de América Latina.
Esta diplomacia que apunta a los negocios va acompañada por un silencio en temas de derechos humanos que también está practicando España.
La docena de acuerdos políticos y comerciales firmados por François Hollande y Raúl Castro durantela visita del general a París han sido concebidos para conseguir a través del voluntarismo ideológico lo que no ha logrado Francia con eficacia económica y comercial, consideraron los expertos.
"A quince meses de las próximas elecciones presidenciales, Hollande necesita reconstruir una plataforma electoral para todas las izquierdas, del PS (Partido Socialista) a la extrema izquierda. Caído en el pozo negro de los sondeos, como el presidente más impopular de la historia de la V República, el jefe del Estado ha comenzado a hacer 'guiños' a la izquierda socialista –a los ecologistas, el PCF (Partido Comunista) y el Frente de Izquierdas (FDI)–", consideró el corresponsal de ABC en París, Juan Pedro Quiñonero.
"Dando un 'giro a la izquierda' de su diplomacia ideológica, Hollande espera conseguir alguna indulgencia de comunistas y extrema izquierda, siempre fieles al despotismo castrista y el despotismo populista venezolano", añadió.
"Castro es lo único que tiene bueno François Hollande", dijo el líder del FDI, Jean-Luc Mélenchon.

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