CUBA, LA CAPITAL DE LA
UNIDAD.
Por: Ariel Clavijo
Tal vez para algunos
de los que escucharon estas palabras pronunciadas por el Santo Padre en Cuba
durante su encuentro con el Patriarca de la Iglesia Ortodoxa tenga algún
sentido, pero para cerca de tres millones de cubanos que han tenido que emigrar
de la isla, para todos aquellos que pasaron cientos de años en las cárceles,
para aquellas madres que vieron partir a sus jóvenes retoños cuando fueron
parados frente al paredón de fusilamiento, para muchos jóvenes que hoy día han
tenido que recurrir a la prostitución como medio de subsistencia , aquellos
hombres y mujeres que tratan de ganarse honradamente el sustento de su familia,
sin olvidar a aquellos que perecieron en el mar en la travesía en busca de la
libertad. Tenemos aún presente en nuestras mentes los Hermanos al Rescate que
fueron pulverizados en el aire mientras realizaban la labor de localizar a
aquellos que abandonaban la isla para que fueran rescatados. El hundimiento del
Remolcador 13 de Marzo, considerada como una masacre donde perecieron 41
personas incluidos 10 menores de edad. Para muchos, nos suena diferente.
Santo Padre, la
Iglesia tiene como base principal la familia y la familia cubana ha sido
dividida por la tiranía que tiene sometido al pueblo de Cuba por más de 57
años. No tenemos un censo exacto de los cubanos que han abandonado el
territorio nacional, pero le aseguramos que son más de dos millones. Si
ciertamente Cuba llegara a convertirse en la capital de la unidad como usted
dice, como podemos explicar al mundo estos fenómenos.
El tirano de Cuba ha
enviado, por años, a sus jóvenes cargados de ideas ateas y fusiles cargados de
municiones para asesinar a inocentes y causar dolor. Su iglesia fue desbastada
en los primeros años de la fatídica revolución y los sacerdotes y monjas fueron
obligados a salir del país, dejando a la iglesia desprovista de pastores para
la enseñanza de La Palabra. Los conventos y seminarios fueron clausurados y los
feligreses eran perseguidos hasta la saciedad. Los practicantes de las
diferentes creencias eran despedidos de las universidades.
A los jóvenes cubanos
se le introdujo en el sistema educacional la ideología Marxista- leninista, una
ideología basada en el odio, en la destrucción de la familia y la economía
nacional así como destruir los valores morales del ciudadano.
Esos dirigentes,
tiranos, son los mismos que dan las órdenes de golpear a las Damas de Blanco y
a los militantes del Partido Unión por Cuba Libre y los gestores del Proyecto Emilia.
Cada uno de los opositores es un enemigo en potencia para la tiranía. La
política exterior del tirano está basada solo en mentiras y mantiene el
apoyo a aquellos grupos guerrilleros ligados al narcotráfico y al crimen
organizado. En Cubas está abierto un espacio para aquellos criminales de la
ETA, los que asesinan policías, los que cometen fraude contra el sistema de
salud y otros muchos que encuentran a Cuba como un Santuario.
Millones de feligreses
de la Iglesia Católica encuentran en sus Pastorales y su buena voluntad de unir
al mundo, acabar con la pobreza alrededor del mundo, dar de comer al hambriento
y de beber al sediento; pero no se ha dado cuenta quien muerde su mano y quien
está dispuesto a defraudarlo. ¿Es que acaso Ud. cree en la palabra de los
comunistas? No olvide que estuvimos al borde de una tercera guerra mundial por
cause del tirano Fidel Castro y casi nos arrastra a ella.
Los cubanos, en ambos
extremos, estamos esperanzados en devolverle a la patria la libertad perdida,
pero necesitamos de la buena voluntad de todos para sacar del poder al asesino
que nos tiraniza desde hace 57 años. No aspiramos que zombis vayan sin control
a la misa dominical, queremos devolverle el derecho a los creyentes a la
práctica religiosa, pero no a través de una iglesia mediatizada o confabulada
con el tirano, ¿Es que acaso Ud. creyó en la promesa del tirano de que
asistiría a misa cada domingo?, ¿Por qué entonces no le permite a las Damas de
Blanco asistir a Misa y marchar por las calles?, no solamente yo, muchos
piensan igual que yo, que se están burlando de su buena voluntad y del papel
que Ud. juega en el mundo.
Que Dios lo bendiga,
Santo Padre.
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