Cuba, víctima del nuevo tratado Molotov-Ribbentrop
@OscarBiscet
OPOSITOR CUBANO | 10 de Agosto de 2015
@OscarBiscet
Puerto Rico está en default. Este impago manifiesto días atrás al no pagar su deuda pública a los acreedores. Esta situación adversa económica fue asemejada con la crisis de Grecia. Pero parece que la depauperada economía griega era una carga mucho más pesada que la boricua. Por lo que, el ministro de finanzas alemán, Wolfang Schäuble, prefería cambiar a los americanos a Grecia por Puerto Rico.
Por supuesto, ante dos males, se escoge el menor, reza un adagio; en especial en la práctica médica. En esta situación Puerto Rico era preferible por dos eventos favorables: su deuda pública es un poco más 75 mil millones de dólares y no es un cliente moroso.
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Por otra parte, la deuda de Grecia es de 320 mil millones de euros para el 180% de su PIB (Producto Interno Bruto). Sin embargo, la boricua es de 100% de su PIB, inclusive por debajo de la de EEUU (106%) y Japón, con 245%.
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Además, los puertorriqueños por primera vez, en 117 años de relación con EEUU, desencadenan un impago de su deuda, que siempre han estado dispuestos a pagar y que en esta ocasión depositaron una parte de ella. Incomparables con la actitud de morosidad prolongada de los gobiernos izquierdistas helénicos y su rebeldía al no pago, convirtiéndose en violadores de la ética y la moral en los negocios.
En realidad, Schäuble le propuso el truque al secretario del Tesoro de EEUU, Jack Lew, en un evento de economistas en Frankfurt, Alemania, varias semanas atrás. Sus palabras fueron: "Le ofrecí a mi amigo Jack Lew que podríamos meter a Puerto Rico en la zona euro si los Estados Unidos están dispuestos a acoger a Grecia en la unión del dólar".
El truque de Schäuble fue una broma que manifiesta su buen humor, mente fría y corazón caliente a la hora de definir una situación en circunstancias difíciles. Es la sabiduría y profesionalidad manifiesta con sencillez de las grandes personalidades de la humanidad. No obstante tenía un mensaje subliminar económico y político, manifiesto en el Grexit, la crítica a las intervenciones casi al límite de la compulsión del Gobierno estadounidense y la exposición definitoria del nuevo estatus de Puerto Rico.
Todo esto, despertó la fuerte herencia germánica en Puerto Rico e iniciaron un proyecto de emancipación política de los EEUU y adherencia a la República Federal de Alemania como un estado soberano de la federación, el decimoséptimo Bundesland. Petición que se formalizará cuando recojan las cien mil firmas de ciudadanos borinqueños para entregar al Congreso americano. Este proyecto comenzó un día después de las palabras del ministro de Finanza alemán.
Por cierto, en Puerto Rico existen muchos descendientes de los primeros 6.000 colonos germánicos que llegaron a la isla entre el siglo XVIII y XIX. En especial, impulsado por el interés de formar el imperio colonial germánico por el Gran Canciller Otto Von Bismarck. En la actualidad existen 63 apellidos alemanes en familias boricuas y muchos de esos isleños son famosos en diferentes áreas del saber. Además se comercializa y consumen muchísimos productos alemanes.
Toda esa herencia alemana que ha promovido un movimiento en su favor se minimiza por los deseos de muchos boricuas. Manifiesto en el último plebiscito, 2012, donde la opción de la Estatidad, entrar a la Unión americana, representó 61,13% de los votos válidos. También frena la germanización la legislación que introdujo este año en el Congreso estadounidense Pedro Pierluisi, representante de Puerto Rico en el Congreso de EEUU, impulsando el ingreso de la isla a convertirse en el estado 51 de Estados Unidos.
La entrada a la Unión americana será una realidad que se opondrá a la germanización; porque los borinqueños pondrán en práctica las mismas ideas de protestas cuando el emperador alemán Guillermo I invadió las Islas Carolinas en 1885 y publicaron su condena en el Boletín Mercantil. Leámosla: “En esta isla podrá haber separatista, podrá haber anexionistas amigos del Norte, pero de seguro que no existe en ellas ni un solo germanista. Si Prusia trata de ponernos en la alternativa de perder nuestra nacionalidad o nuestro hogares, todos los que podemos manejar un fusil nos opondríamos, con las armas en manos, a la prusificación de la tierra borinqueñas”.
Asimismo, el imperio alemán tuvo sus planes colonizadores con Cuba, pero fracasaron. No obstante, uno de sus malos hijos mostró su entreguismo y devoción por los prusianos. Este señor en violación de la soberanía nacional regaló parte del territorio cubano a la República Democrática Alemana. Puso nombre germánico a una isla y la concedió a manera de regalo al jefe de Estado Erich Honecker. La isla es Cayo Blanco del Sur, su nombre teutón es Ernst Thälmann, líder del Partido Comunista de Alemania. El entreguista es Fidel Castro, y contó con el apoyo de su sequito.
Si esta cesión del territorio nacional se realizó sin el consentimiento de los ciudadanos cubanos, que podemos esperar de los conciliábulos entre los Gobiernos norteamericano y cubano. Indiscutiblemente, estas conversaciones secretas me recuerda al pacto germano-soviético o Molotov- Ribbentrop, donde los pueblos europeos fueron víctimas de esos países socialistas totalitarios.
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