Los colombianos celebran 'el fin de la guerra'
El anuncio del cese al fuego bilateral entre el Gobierno de Colombia y la guerrilla de las FARC hizo renacer la esperanza y el deseo de los colombianos de no vivir un día más de guerra, en un país que lleva más de 60 años de conflicto armado interno.
El acuerdo histórico de fin de la guerra es celebrado por víctimas, organizaciones sociales, académicos, estudiantes, funcionarios públicos, periodistas y ciudadanos en general, que esperan que lo acordado en La Habana sea el inicio de un cambio para el país latinoamericano.
Al mediodía de este jueves, desde distintas plazas públicas, vías, universidades, centros de mercado, restaurantes y en la intimidad de los hogares, miles de colombianos siguieron las transmisiones en vivo en las que se anunciaron los acuerdos: cese al fuego y de hostilidades bilateral y definitivo y dejación de armas, garantías de seguridad y lucha contra las organizaciones criminales, y la refrendación del acuerdo.
La noticia histórica para el país se convierte en una manifestación real de acompañamiento y apoyo para las más de siete millones de víctimas que dejó la violencia armada.
"Para las víctimas es una expresión del reconocimiento en términos sociales y políticos; para el país es la manera en que podemos empezar a construir una memoria que nos permita hilar garantías de no repetición a partir de estas nuevas formas sociales de relación”, dijo a DIARIO DE CUBA John Quintero, director de la maestría en Psicología de la Universidad San Buenaventura de Cali.
La entrega de las armas por parte de las FARC se convierte en uno de los puntos de mayor relevancia especialmente para las regiones donde el poder de los fusiles se hizo más fuerte.
Desde el Cauca, en el suroccidente colombiano, uno de los departamentos más afectados por el conflicto, el anuncio fue recibido con regocijo, especialmente de los pueblos indígenas, que durante años resistieron la violencia.
"Es un gran logro y desafío, la lucha sin armas es la esencia. Desde los pensamientos, desde las posturas y sobre todo desde las realidades y la autonomía de nuestros pueblos, que se pueda hacer un trabajo conjunto respetando siempre las diferencias, sin llegar a estos extremos de situaciones violentas ejercidas desde las armas", manifestó a DIARIO DE CUBA Jeremías Tunubalá, líder indígena del pueblo Misak.
Para Tunubalá, también es importante que exista una ruta clara de implementación de los acuerdos, en la que desde los territorios se aporte y se acompañe.
"Ojalá que se cumplan los acuerdos, ojalá que esos acuerdos tengan esos aterrizajes claros y concisos en los territorios; una cosa es lo que se va a firmar en La Habana y otra cosa es lo que vivimos acá en las montañas del Cauca."
Por su parte, las mujeres y madres dieron a conocer sus opiniones de esperanza de ver un país en paz.
"Nariño ha sido un departamento muy marcado por la violencia y para todos los nariñenses, yo creo que esta es una gran noticia. Sabemos y estamos esperando que el cese al fuego permita que la gente viva tranquila, pueda salir a las calles, que la gente del campo pueda trabajar sin ningún tipo de hostilidad, sin ningún tipo de amenaza, y podamos todos vivir en paz y en convivencia", dijo Margarita Alejandra Albornoz Ortiz.
El cubrimiento por parte de los medios de comunicación tanto nacionales como internacionales se dio desde ayer bajo el hashtag #últimodíadelaguerra, que rápidamente generó una gran motivación en todo el país y mucha curiosidad por conocer los acuerdos y la forma de implementación de los mismos.
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