La Seguridad intenta sobornar a una Dama de Blanco con atenciones especiales para su hija enferma
Ada María López Canino es Dama de Blanco, coordinadora nacional de la Red de Bibliotecas Independientes, autora del blog Mamá en casa y madre de cinco hijos.
Por participar en las actividades del grupo opositor femenino ha sufrido golpizas que le han provocado la pérdida del conocimiento o varios días de dolores, ha recibido amenazas de muerte y los agentes del régimen han intentado intimidarla con la "posible desaparición" de sus hijas menores, las jimaguas Lliliany y Eliany Díaz López, de solo diez años de edad.
Sin embargo, cuando Lliliany enfermó hace unas semanas y fue ingresada en Hospital Pediátrico William Soler, la Seguridad del Estado pensó que podía sobornar a Ada María.
"Mis dos hijas son jimaguas unidas por una cuerda; cuando le da algo a una, le da a la otra", señala la activista.
Relata que a finales de mayo el médico de la familia, Rangel Guerra, decidió someterlas a ambas a exámenes para descartar un dengue. Las primeras pruebas dieron normales, pero en la comprobación los análisis de Lliliany dieron alterados, por lo que el galeno recomendó una radiografía.
La prueba mostró "'un tapón', como le llaman ellos, del tamaño de una naranja, en el pulmón izquierdo de la niña", describe la madre.
La repetición de la radiografía en el policlínico de Capdevilla arrojó la misma imagen. El médico de la familia determinó que la niña debía ser ingresada, y la envió al William Soler donde, tras un ultrasonido, la doctora de guardia indicó un tratamiento con penicilina cristalina endovenosa cada seis horas.
La niña fue internada el 4 de junio. "Al día siguiente, el domingo 5 de junio, se aparece un agente de la Seguridad del Estado mandado por Luisito, con la justificación de que se interesaba por mi hija".
¿Quién es Luisito?
Luisito es el agente de la Seguridad que ordena a la represión de las Damas de Blanco. Se dice que es el jefe de esas operaciones.
¿Con qué nombre se presentó el agente?
No dijo nombre. Yo lo conozco de las represiones de los domingos. No me quisiera equivocar, pero me parece que se hace llamar Jonathan.
¿Y qué pasó entonces?
Yo me molesté al verlo allí. Me dijo: "Ada María no se altere, piense en la salud de su hija". Era increíble.
Yo le dije que en lo que tenía que pensar era en aquel hospital, que tenía la cámara llena de fotos para las noticias que iba a sacar de las condiciones infrahumanas en que vivíamos las madres y los niños allí.
Entonces, me dijo: "Mira, Ada María, nosotros vamos a trasladar a la niña para el Hospital CIMEQ". Le respondí: "No, estás muy equivocado, si los niños de esta sala van para el CIMEQ, la mía va para el CIMEQ; si no, la niña mía se queda con los niños de esta sala, porque la niña mía es del pueblo de abajo".
Además traía una caja de jugo para mi hija; yo le pregunté si traía jugo para los demás niños también y me respondió que la caja se la mandaban a mi niña. Le dije: "Estás equivocado; si traes jugo para todos los niños aquí, si vienes con un camión o una guagua de jugo, pues mi hija toma jugo; si no, mi niña no toma jugo ninguno, sigue tomando agua o lo que yo pueda facilitarle".
¿Cuáles eran esas condiciones infrahumanas que tú viste allí?
Ese hospital está en condiciones deprimentes, los baños están en muy mal estado, hay un baño para toda la sala, el mismo para los niños y los mayores. El refrigerador de allí no enfría y el yogurt de los niños se echaba a perder.
Cuando yo me quejé por el yogurt echado a perder, me cambiaron el mío, porque era Dama de Blanco, pero el de los demás niños no lo cambiaron. Me iba a quejar a la dirección y la enfermera me dijo: "Si yo te tengo que amarrar aquí, yo te amarro, pero tú no vas. Yo me encargo de eso". Y me trajeron un yogurt bueno, con probióticos, para la niña mía. A los demás niños no les dieron nada.
¿Cómo crees que los militares se enteraron de que tu niña estaba ingresada?
No lo sé. Ellos viven pendientes de la vida de nosotras, saben todo de nosotras. Todos los teléfonos los tienen interceptados. Yo llamé a mi hermano, le dije que tenía que ir corriendo con mi hija al hospital, y ya ellos lo sabían.
¿Cuáles fueron las agresiones más fuertes que sufrieron las Damas de Blanco y la campaña #TodosMarchamos el domingo en el que tu niña estaba ingresada y el agente Jonathan aparentaba tanta caridad?
Ese fue un día de lluvia y, cuando las Damas de Blanco salieron, las golpearon. Ahora ellos ponen vehículos entre nuestras cámaras y las personas a quienes agreden, o golpean dentro de las guaguas para que las cámaras nuestras no lo graben.
Ese día golpearon a Maylen González González dentro de la guagua. Un montón de mujeres policías le cayeron encima y le dieron de un modo bárbaro.
El miércoles siguiente le dieron de alta a mi niña. Hasta ahora está bastante bien. Ya el domingo pasado (12 de junio) yo salí para la marcha de las Damas, pero me cogieron en Quinta Avenida y 42 y me llevaron en una patrulla para Santiago de las Vegas. Me soltaron al final de la tarde.
Ellos ya no nos quieren ni en los centros penitenciarios. Nuestro mensaje, el de la libertad, le crea problemas a este Estado dondequiera. A Berta Soler le golpearon la cabeza con algo duro que ella no sabe qué es. Le arrancaron entre varios hombres una bandera cubana y la presión que le hicieron fue tanta que le quemaron un brazo.
¿La niña ya está totalmente recuperada?
Tiene que volver al hospital para que la vean los médicos. Tiene que seguir atendiéndose por el neumólogo, aunque ya el ultrasonido dio que en el pulmón no tiene nada, así como las radiografías. Los médicos me preguntaron: "¿Mamá, qué tú hiciste?". Yo no he hecho nada, lo ha hecho Dios, porque mi Dios es un Dios vivo y hace milagros también en estos tiempos.
¿La atención en el hospital fue buena?
La atención de los médicos fue muy buena.
¿No te sentiste discriminada?
No, no, no. La atención de los médicos fue maravillosa, las enfermeras también.
¿Cuál fue la reacción de Jonathan? ¿Se fue?
Sí, él se fue cuando yo lo traté como lo traté. Hasta la enfermera le dijo: "Si tú no vienes con jugo para todos los niños, aquí no entras más".
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