lunes, 26 de diciembre de 2016

'Identidades' dedica su último número al racismo y a la transición política

'Identidades' dedica su último número al racismo y a la transición política


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Portada de 'Identidades'.
El Gobierno no ha producido ningún cambio real en la situación de los afrodescendientes: viven de modo similar a como lo hacían antes de 1959, denuncia el CIR (Comité Ciudadano por la Integración Racial) en este número de Identidades.
La publicación Identidades de la Plataforma de Integración Cubana, que vela por los derechos de los afrodescendientes y otros grupos marginados en Cuba, presentará en La Habana su noveno número, correspondiente a octubre 2016.
Esta entrega agrupa un dosier sobre racismo, otro sobre la transición política cubana, un grupo de artículos sobre artistas afrodescendientes de la Isla y una mirada a las comunidades negras en otros países de América Latina.

En Cuba se abisman las discriminaciones raciales en el mercado laboral. La población negra es la principal marginada en la economía emergente estatal y privada. Las prisiones siguen pobladas por afrodescendientes a quienes se les ha reservado las periferias de la sociedad y de la economía, concluye el CIR.
Sobre la transición, en "El puente de plata: análisis de una necesaria transición en Cuba", Armando Soler propone imaginar a Cuba "como una de esas bombas terroríficas, con un reloj digital marchando en reversa, señalando el cada vez más escaso tiempo para alcanzar la deflagración".
"¿Sabemos transitar?", de Manuel Cuesta Morúa, plantea la paradoja de la transición: "Saber la transición es imposible, pero producirla sí es posible".
"Son los afrodescendientes quienes están mayoritariamente representados en los ambientes de pobreza, desamparo, mendicidad y falta de alternativas de desarrollo y movilidad social, pero en esta aplastante realidad sucumben también amplios sectores sociales marginados como los discapacitados y  las mujeres, con mayor énfasis en las mujeres negras y la comunidad LGBTI", escribe Juan Antonio Alvarado Ramos, editor de Identidades.
Tanto ancianos como jóvenes terminan sumidos por esta realidad. La tercera y cuarta edad sobreviven con jubilaciones que apenas llegan a los 10 dólares mensuales. Son presa del desahucio y de la pobreza extrema como analiza José Hugo Fernández en "La ingratitud como recompensa".
"Bastará con recorrer las pocas cuadras de este populoso paseo (Boulevard de San Rafael) para formarse una opinión del drama de los ancianos tirados a su suerte en las calles, sin amparo familiar y sin el más mínimo auspicio gubernamental, como no sea que la policía, alguna que otra vez, procede a apilarlos dentro de vehículos-jaulas como perros sarnosos", explica Hugo Hernández.
No solo los ancianos, también los jóvenes son víctimas de la maquinaria revolucionaria. Rudicel Batista en "Vida de un joven campesino: diferencia, raza y reto" relata cómo un joven negro tiene que dedicarse a la agricultura, después de no encontrar otro empleo en su especialidad de computación.
Yordis García en "Violencia juvenil: un mal que azota" denuncia el maltrato a los niños en escuelas con maestros sin vocación educadora, la violencia doméstica, los centros educacionales en el campo: verdaderas prisiones de menores, las turbas callejeras que ofenden y apedrean las casas de los activistas.
Asimismo, la sección "Arte e Identidad" presenta a creadores cubanos como el pintor Nicolás Lara, de quien es la imagen de cubierta, así como la figura de la cineasta y documentalista Sara Gómez.
Esta edición aborda también la situación de los afrodescendientes en el contexto  latinoamericano, en Argentina y Perú.

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