Las autoridades cubanas informan que el país entró en recesión, pero la mayoría de los cubanos no parecen sorprendidos mientras tienen que sobrevivir como hace décadas, en medio de los bajos salarios y las carencias.
Cuba no sale a flote porque su sistema no funciona, dijeron cubanos consultados por Radio Martí, un día después que el gobierno comunista admitiera que el país entró en recesión.
Que la economía se contrajo un 0,9 por ciento en 2016 ya no es noticia para la mayoría de los cubanos, acostumbrados como están a sobrevivir con bajos salarios y en medio de la carencia de alimentos, medicamentos y otros bienes de primera necesidad.
“Ya sabemos que no se trata ni de buenas relaciones con el vecino (Estados Unidos), ni de medidas conyunturales, ni de medidas superficiales sino que se trata de un sistema que no funciona y que no funcionará por más facilidades que tenga”, dijo la economista cubana Karina Gálvez, en entrevista con el periodista Adriel Reyes.
La caída en picada llega a pesar de las medidas tomadas por Barack Obama a favor de flexibilizar mecanismos de comercio entre los dos países y el nuevo acercamiento de la Unión Europea.
“Falta todavía la apertura del gobierno cubano a los cubanos, a los ciudadanos, a la iniciativa privada (…) La economía cubana no va a funcionar ni sin el embargo de los Estados Unidos, ni con relaciones con la UE “, dijo Gálvez. “El sistema bloquea la iniciativa privada que es la que hace avanzar a un país”, agregó.
En medio de los malos pronósticos muchos se preguntan a dónde van a parar los ingresos que dejan sectores como el turismo, el níquel y otras exportaciones cubanas.
“No sé lo que está sucediendo en esta nación con el dinero que entra, el dinero de la pesca, el dinero del níquel, el dinero de la madera, el dinero de la miel, todo ese dinero yo no sé qué se hace”, cuestionó el pescador holguinero Bárbaro Tejeda en entrevista telefónica desde Nicaro.
A Ada López, una ama de casa, no la sorprendió que el gobierno pida otra vez apretarse el cinturón.
“Esto está deplorable, lo ha destruido el sistema. Esto viene desde muy atrás, ahora el va a tratar de que el pueblo resista y como el pueblo no tiene otra opción, qué va a hacer el pueblo si el pueblo tiene miedo a perder lo que no tiene”, comentó.
“(La gente) te dice ‘tenemos miedo a perder el trabajo’, a perder lo que no tiene porque el pueblo cubano lo ha perdido todo”, sentenció.
Pero la retórica no le entra ya a los cubanos, seguros como están de que eso será lo último que cambiará en la isla.
“Ese discurso va a existir incluso cuando veamos las transnacionales en Cuba haciendo publicidad y trabajando”, dijo la economista Karina Gálvez. “El discurso es lo que menos me preocupa”, expresó.
“El cambio en Cuba es inminente y necesario. No sé si lo van a llamar capitalismo, socialismo con mercado o mercado con justicia social pero el cambio en Cuba tiene que venir y tiene que venir rápido si queremos que este país no se hunda”, agregó.
[Con entrevistas de Radio Martí]
Que la economía se contrajo un 0,9 por ciento en 2016 ya no es noticia para la mayoría de los cubanos, acostumbrados como están a sobrevivir con bajos salarios y en medio de la carencia de alimentos, medicamentos y otros bienes de primera necesidad.
“Ya sabemos que no se trata ni de buenas relaciones con el vecino (Estados Unidos), ni de medidas conyunturales, ni de medidas superficiales sino que se trata de un sistema que no funciona y que no funcionará por más facilidades que tenga”, dijo la economista cubana Karina Gálvez, en entrevista con el periodista Adriel Reyes.
La caída en picada llega a pesar de las medidas tomadas por Barack Obama a favor de flexibilizar mecanismos de comercio entre los dos países y el nuevo acercamiento de la Unión Europea.
“Falta todavía la apertura del gobierno cubano a los cubanos, a los ciudadanos, a la iniciativa privada (…) La economía cubana no va a funcionar ni sin el embargo de los Estados Unidos, ni con relaciones con la UE “, dijo Gálvez. “El sistema bloquea la iniciativa privada que es la que hace avanzar a un país”, agregó.
En medio de los malos pronósticos muchos se preguntan a dónde van a parar los ingresos que dejan sectores como el turismo, el níquel y otras exportaciones cubanas.
“No sé lo que está sucediendo en esta nación con el dinero que entra, el dinero de la pesca, el dinero del níquel, el dinero de la madera, el dinero de la miel, todo ese dinero yo no sé qué se hace”, cuestionó el pescador holguinero Bárbaro Tejeda en entrevista telefónica desde Nicaro.
A Ada López, una ama de casa, no la sorprendió que el gobierno pida otra vez apretarse el cinturón.
“Esto está deplorable, lo ha destruido el sistema. Esto viene desde muy atrás, ahora el va a tratar de que el pueblo resista y como el pueblo no tiene otra opción, qué va a hacer el pueblo si el pueblo tiene miedo a perder lo que no tiene”, comentó.
“(La gente) te dice ‘tenemos miedo a perder el trabajo’, a perder lo que no tiene porque el pueblo cubano lo ha perdido todo”, sentenció.
El discurso y la realidad
El gobernante cubano Raúl Castro se aferró otra vez el martes al discurso oficial: “No vamos ni iremos al capitalismo, eso está totalmente descartado”.Pero la retórica no le entra ya a los cubanos, seguros como están de que eso será lo último que cambiará en la isla.
“Ese discurso va a existir incluso cuando veamos las transnacionales en Cuba haciendo publicidad y trabajando”, dijo la economista Karina Gálvez. “El discurso es lo que menos me preocupa”, expresó.
“El cambio en Cuba es inminente y necesario. No sé si lo van a llamar capitalismo, socialismo con mercado o mercado con justicia social pero el cambio en Cuba tiene que venir y tiene que venir rápido si queremos que este país no se hunda”, agregó.
[Con entrevistas de Radio Martí]
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