Asfalto, pintura y béisbol para Obama… ¿y la comida de los cubanos qué?
La Habana sufre el desorden habitual de un camerino minutos antes de comenzar la puesta en escena. En esta ocasión, el maquillaje urbano, previo a la visita del presidente estadounidense,Barack Obama, implica más premura, pero también más recursos que el Gobierno cubano evidencia no tener.
"Este Gobierno apenas tiene condiciones para recibir a un mandatario de Estados Unidos, porque 'Liborio' nunca imaginó que su revolución se vería precisada del abrazo del Imperialismo, su enemigo jurado", dice Raúl Ospín, vecino del consejo popular Latinoamericano.
"Para colmo, Obama llega en un momento inoportuno, en el que escasean desde el papel sanitario y el detergente, hasta las viandas y las carnes. El Gobierno podrá esconder a mendigos, desaparecer basurales, retener al 'potencial delictivo', pero no sé cómo podrá disimular la desbandada de gente correteando el día entero tras los camiones de alimentos", añade.
Poda de árboles, pavimentación de avenidas, pintura de fachadas y saneamiento de vertederos, son prácticas que ejecutan organismos del Estado cuando se acercan visitas oficiales de mandatarios u otros altos representantes extranjeros.
La avenida 20 de Mayo, que desemboca en el parque circundante al Estadio Latinoamericano —sede del equipo Industriales—, se suma a las arterias de La Habana que tuvieron la suerte de merecer una reparación capital. Residentes de esta zona aseguran que "nadie recuerda la última vez" que fue asfaltada.
"A lo mejor fue en el año 28 [cuando visitó la Isla el presidente estadounidense John Calvin Coolidge] aunque en aquella fecha no existía el estadio. De cualquier manera, nos tocó la rifa", bromea Hilario Robles, vecino del consejo popular Pilar Atarés.
"Mi padre me contó sobre aquella fanfarria, de los besos y las flores que los cubanos lanzaban muy alegres al paso de Coolidge por las calles habaneras. Mi padre era muy mujeriego, y recordaba el acontecimiento porque lo único que llamó su atención fue que la mujer de Machado tenía mejor aspecto que la del presidente americano", añade.
"Besos sí, pero no sé qué flores pudiéramos lanzarle a Obama, porque si la cosa está mala para conseguir una dieta variada de comida, imagínate flores", comenta.
Obama será el primer presidente estadounidense en activo que visita Cuba en más de 80 años.
"Detesto la pelota, pero me alegro un mundo que a Obama le guste, y que además asista al juego que están anunciando para el Latino", dice Yohandra Cantillo, refiriéndose al partido entre los Rays de Tampa Bay y la selección cubana que presenciará el mandatario el 22 de marzo.
"Al menos tendremos, un rato, calle bonita, limpia y edificios pintados. Pero hay dos cosas que me preocupan: lo primero es qué van a hacer con los carretilleros que venden viandas y frutas en estos alrededores. Supongo que al Gobierno no le conviene que Obama vea a la gente matándose por comprar media cebolla, un pepino, dos boniatos y tres plátanos pintones. Lo segundo es el punto WiFi en el parque, que ahora está iluminadísimo de noche. Me pregunto si cuando se vaya Obama lo dejarán así. Ese parque es histórico, y no precisamente por algo bueno. Ya le prohibí a mis hijos ir a conectarse allí a ninguna hora", afirma Cantillo.
Pese a que muchos llevan meses funcionando, Alexander Galván, vecino del consejo popular Príncipe, desconfía de los puntos de conexión WiFi. "Solo tienen como propósito servir de fachada, como los edificios que pintan, las avenidas que arreglan y las instalaciones que reacondicionan".
"¿Cuándo estas reparaciones sucederán por demanda propia de los ciudadanos y no por motivo de la visita de un dirigente o por conveniencia del Gobierno?", critica.
"Por otro lado, Obama cree que los cubanos nos conectamos a internet para buscar información… menudo loco todo aquel que lo crea, y lo digo con el mayor respeto. La única razón de ser de esta revolución fue la enemistad con Estados Unidos y, su justificación, el embargo. De mi parte digo que si Obama trae comida, tendrá mi agradecimiento infinito, porque internet es caro y además no se come", añade Galván.
Se refiere a declaraciones del presidente estadounidense, quien ha dicho que con los nuevos puntos WiFi, "más cubanos están empezando a conectarse para obtener información del mundo exterior".
Los operativos policiales contra revendedores de productos agrícolas, conocidos como "carretilleros", experimentaron una escalada a finales de 2015 e inicios del presente año. En localidades como Habana Vieja, Centro Habana y Plaza hubo enfrentamientos violentos entre fuerzas de la Policía y cuentapropistas que intentaron resistirse a la confiscación de sus productos y dinero.
"Supongo que ahorita ya nos mandan a recoger desplegando toda su fuerza bruta, porque moral no tienen para decirle a un solo cubano que no venda o compre comida a como dé lugar", advierte Osmar Rivero, carretillero de Centro Habana.
"Quieren evitar que los visitantes vean los tumultos de gente tratando de comprar los productos de los carretilleros, porque el Estado no tiene oferta ni variedad. Solo rebajan los precios, de lo poco que ofertan, para que quedemos como los malos de la película", señala.
"La gente ve un camión y, sin saber que producto trae, le cae atrás en pandilla. Eso es hambre y lo demás es bobería. Ahora, porque viene Obama, mucha fachada, mucho asfalto, mucho deporte, mucho WiFi, pero… ¿y la comida qué?".
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