Margallo no busca en Cuba apremiar cambios políticos
El ministro español de Exteriores arribará el próximo lunes a La Habana en visita oficial.
El ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel García-Margallo habla con su homólogo cubano, Bruno Rodríguez, el 26 de septiembre 2012.
noviembre 19, 2014
La gestión por apremiar cambios políticos en Cuba no está en la agenda del ministro español de Exteriores, José Manuel García-Margallo, quien arribará el próximo lunes a La Habana en visita oficial, asegura una nota del diario español El País.
Sus objetivos se enfocan en aplaudir la liberalización económica y estrechar alianzasdonde sea posible, asegura el periódico en un recuento de los políticos europeos que han visitado la isla en los últimos tiempos con la intención de “participar en una eventual transición de mayor calado, con una eventual autorización del asociacionismo”.
“Sin renunciar al objetivo de la democracia y las libertades pretendido por Bruselas, el propósito comunitario es concluir a finales de 2015 un marco de relaciones que permita una interlocución bilateral más fluida”.
“Hacía más de 10 años que un miembro del Gobierno británico no aterrizaba en Cuba, y en octubre lo hizo el secretario de Estado de Exteriores, Hugo Swire. Llevaba una agenda parecida a la que tendrá Margallo: poco belicosa, escorada hacia las coincidencias, las inversiones, las alianzas internacionales y los asuntos bilaterales. Lo hizo sin plantear entrevistas con la oposición como condición sine qua non, porque el régimen insistió en que los disidentes ya pueden salir de Cuba. En lo que va de año han viajado también a la isla el canciller francés, Laurent Fabius, y el entonces jefe de la diplomacia holandesa, Frans Timmermans, actual vicepresidente de la Comisión Europea. "Es mejor el diálogo que el enfrentamiento", declaró entonces Timmermans, el primer miembro de un Gobierno holandés en visitar La Habana desde 1959. Cuba es el único país de América Latina con el que la UE no tiene un acuerdo bilateral porque aplicó desde 1996 la llamada Posición Común concebida por José María Aznar, que condicionaba las relaciones con la isla a los avances democráticos y en materia de derechos humanos”, recuerda el diario.
El País asegura que el diálogo entre La Habana y la UE para alcanzar un nuevo acuerdo de cooperación económica y política se hace ahora más viable porque Barack Obama es más "proclive al entendimiento y no ha pretendido bloquearlo, contrariamente a lo ocurrido bajo la Administración del republicano George Bush (2001-2009), que bendijo la Posición Común".
"Puede ocurrir, además, que la pérdida de la mayoría demócrata en el Congreso lleve a Obama a utilizar sus poderes ejecutivos para aprobar medidas más audaces hacia la normalización diplomática con la estratégica isla”, afirma.
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