Acusados de corrupción 60 empleados responsables de recogida de basura en La Habana
Por Redacción CaféFuerte
Sesenta personas entre directivos y trabajadores responsabilizados con la recogida de la basura en La Habana fueron acusados actos de malversación, robo y corrupción que causaron pérdidas millonarias y pusieron en peligro la salud de la ciudadanía.
Como resultado de las investigaciones conjuntas de la fiscalía habanera y especialistas del Ministerio del Interior (MININT) se encuentran actualmente en fase de tramitación 21 procesos judiciales, y de los 60 acusados 20 de ellos están asegurados con medida cautelar de prisión provisional, según un reporte del diario provincial Tribuna de La Habana.
La mayoría de los acusados fueron instruidos por malversación, falsificación de documentos y propagación de epidemias, apuntó la información. A la vez, hasta el momento se han aplicado más de 100 medidas administrativas. “Las investigaciones continúan y se depuran otras presuntas anomalías, por las cuales sus responsables también tendrán que responder ante la Justicia o las entidades empleadoras”, agregó la publicación en un amplio reportaje titulado “¡Cuando la basura suena…!“
Una crisis imparable
El artículo no menciona nombres de los encausados o sancionados. Sin embargo, entre los entrevistados no figura el director provincial de Servicios Comunales, Mario Herrera Justiz, quien todo indica fue destituido de su cargo.
“Para darse cuenta de que en La Habana las cosas en Comunales no marchaban bien, bastaba con salir a las calles”, apuntó el periódico en un tácito ajuste de cuentas al máximo directivo de la entidad. “Fueron evaluados críticamente la falta de gestión y control por parte de las direcciones de Comunales a todos los niveles en la ciudad, y quedó evidenciado su responsabilidad en los actuales problemas, fruto de debilidades en el control y propiciadores de hechos delictivos y corrupción”.
La prolongada crisis en la higiene ambiental, la proliferación de vertederos en las calles y las crecientes quejas de la población por demoras de hasta 15 días para la recogida de desperdicios determinaron la acción de las autoridades para determinar los pormenores del caos que azota la capital del país.
El déficit de contenedores rotos o sin ruedas por la acción de indisciplinas sociales ascendía a 13,000. Para la recogida de desechos en la capital apenas se contaba con 48 carros colectores, según un reportaje televisivo del pasado julio.
Desde el 26 de octubre, la Fiscalía habanera, la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) y otros órganos especializados del MININT en estrecha cooperación con el Consejo de la Administración Provincial (CAP), iniciaron verificaciones y operativos que examinan a la Unidad Presupuestada Provincial de Recogida y Disposición Final de la Basura, la Empresa Provincial de Aseguramiento a los Servicios Comunales y las 15 direcciones municipales de Servicios Comunales.
Presupuesto de 170 millones
Las pesquisas -apunta el periódico- están focalizadas en los sistemas contables y los estados financieros de cada entidad, el uso del combustible y otros insumos, y los inventarios, así como el estado técnico y la explotación del transporte asignado para las tareas de higienización del territorio habanero.
“Ha quedado evidenciada la presencia de hechos delictivos y de corrupción, por parte de directivos y trabajadores inescrupulosos, con lo cual provocaron pérdidas millonarias al presupuesto y también de combustible y otros insumos, con el consiguiente daño social por el empleo, en beneficio personal o para el lucro, de recursos destinados a un servicio de marcada incidencia en la vida y la salud de los capitalinos”, agregó el texto.
El presupuesto para la recogida de basura en La Habana asciende a 170,600,000 pesos, además de las cuantiosos suministros de combustible y otros recursos, asignaciones solo son superadas por las que se destinan a los sectores de Educación y Salud Pública en todos los municipios de la capital.
Pero el millonario financiamiento de la actividad y el pobre resultado higiénico que muestra la ciudad impulsaron a la cruzada de los altos funcionarios del Partido Comunista y el gobierno provincial, buscando inicialmente “identificar las fallas y sus responsables”.
Viajes falsos y trapicheo al por mayor
Entre las más graves irregularidades detectadas como parte del enriquecimiento ilícito de los infractores aparecen el descontrol y uso inadecuado de las tarjetas magnéticas para el combustible, el consumo de petróleo y gasolina sin justificaciones de peso, manejos turbios con las nóminas y pagos salariales inapropiados.
La lista de violaciones se completa con reportes de viajes inexistentes, camiones pernoctando fuera de los parqueos y otros “canibaleados”, y trapicheo con meriendas, almuerzos, módulos de aseo, herramientas, y ropa destinada a los trabajadores, apunta el artículo.
La pesquisa reveló, por ejemplo, que en el vertedero de la Calle 100 no existe báscula para el pesaje, y el personal encargado de la actividad firma y acuña vales, sin verificar la carga que hay consignada en papeles, lo que posibilitó que en ocasiones fuera declarado como lleno un camión que estaba completamente vacío.
“Hechos tan lamentables, evidencian fisuras en el control, y entre otras razones tienen su origen en la falta de exigencia y supervisión. No se trata de hacer mucho más, el asunto radica en cumplir y respetar lo establecido”, concluye el artículo, asegurando que hoy en La Habana empiezan a “soplar y respirarse otras brisas con olor más limpio”.
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