Margallo: 'Las relaciones entre España y Cuba son de las más próximas que podemos tener'
Es la primera visita de un ministro español a La Habana desde la de Moratinos en 2010
Hablará a los estudiantes de la Transición pero no se reunirá con disidentes
García-Margallo, a su llegada a La Habana. EFE
José Manuel García Margallo ha llegado a La Habana, en lo que constituye la primera visita de un ministro español a la isla desde la del socialista Miguel Ángel Moratinos, en julio de 2010, y la constatación de todo un giro a la antigua política de José María Aznarhacia el régimen de Castro. Una visita arriesgada y plagada de equilibrios, pero decidida en la voluntad del actual Ejecutivo del PP de acercamiento a Cuba. A pesar de las reticencias que sin duda persisten en el partido y en el seno del propio Gobierno, el titular de Exteriores está pilotando un «cambio en las relaciones» adaptado, según sus propias palabras, a un «cambio de las circunstancias».
No existe un consenso interno muy claro acerca de cuáles son esas «circunstancias». Los círculos más críticos en España reconocen que la excarcelación y salida de la isla de destacados disidentes le ha beneficiado en su imagen, más allá de entender que poco más ha cambiado en materia de libertades. En todo caso, sitúan el punto de inflexión de las actuales relaciones bilaterales en la liberación deÁngel Carromero.
El ministro llegó a La Habana con el objetivo de "pasar revista" a la relación bilateral y a temas internacionales como la próxima Cumbre Iberoamericana o la negociación entre la isla y la UE.
Procedente de Colombia, García-Margallo aterrizó en el país caribeño a las 14:30 hora local (19:30 gmt) de este domingo, aunque será el lunes cuando arranque su agenda oficial.
En unas breves declaraciones a los medios en el aeropuerto de La Habana, el ministro español destacó hay "muchísimos temas" a tratar en esta visita y destacó que las relaciones entre España y Cuba "son probablemente de las más próximas que podemos tener en el mundo". En el plano bilateral, Margallo abordará con las autoridades cubanas asuntos consulares y migratorios relacionados con el incremento de ciudadanos españoles en la isla a consecuencia de la Ley de Memoria Histórica, así como temas económicos dada la importante relación comercial entre Cuba y España.
Sobre los temas internacionales, el jefe de la diplomacia española lleva en cartera la próxima Cumbre Iberoamericana de Veracruz (México) que se celebrará en diciembre y que para el Gobierno de España un "acontecimiento clave" en el proceso para refundar estos foros. "Que Veracruz sea un éxito para nosotros es de capital importancia", recalcó el ministro.
Otros de los asuntos que tratará con autoridades cubanas será la negociación en marcha para alcanzar un acuerdo de cooperación entre la Unión Europea y Cuba, así la conferencia entre el bloque comunitario y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) que se celebrará en 2015.
Desde Exteriores se reconoce este gesto de Cuba -«sin contrapartidas políticas», según subraya el ministro-, así como el de la liberación del periodista Martín Ferraté; pero se hace especial hincapié en la creciente relación económica, consular y multilateral entre España y la isla.
España es el tercer socio comercial de Cuba y el año 2013 marcó un nuevo récord histórico de exportaciones, con 798 millones y un saldo comercial claramente favorable a España. Es además el primer inversor europeo en Cuba y uno de los primeros inversores mundiales. Por otra parte, la aplicación de la Ley de Memoria Históricaconvertirá a Cuba en el segundo país de América Latina con un mayor número de residentes españoles. Antes de la entrada en vigor de la ley había 43.000; pero al final del proceso la cifra puede alcanzar los 400.000 (hoy hay 118.500).
Además, desde el Gobierno se señalan otra serie de «circunstancias», relacionadas con la nueva participación de Cuba en foros internacionales de los que también forma parte España, como la próxima Cumbre Iberoamericana de diciembre, en Veracruz; la Unión de Naciones Sudamericanas o la próxima Cumbre Unión Europea-CELAC, en Bruselas en junio de 2015.
El cambio ha sorprendido
Pero el cambio en las relaciones ha sorprendido por encima del propio cambio de las circunstancias. Y es que, en un clásico proceso de transición de la ley a la ley, lo que el Gobierno de Rajoy ha impulsado en Europa es una negociación de Diálogo Político y Cooperación de la UE con Cuba sin derogar la Posición Comúnacordada en diciembre de 1996 a instancias del Gobierno de Aznar.
Una Posición que reconocía el intento de apertura económica del régimen de Castro -Europa nunca ha respaldado el bloqueo de EEUUy sólo estableció unas sanciones en 2003- pero le exigía una transición a la democracia para que dejara de ser el único país latinoamericano sin acuerdo alguno con la UE. La Posición Común llegó a ser el único punto de fricción entre el PP y el Gobierno delPSOE cuando éste alcanzó la presidencia de la Unión.
Pero a diferencia de Moratinos, que perdió su apuesta de derogar dicha Posición, Margallo está ganando la estrategia de superarla, precisamente, con ese Diálogo Político y de Cooperación, que ya está activo desde febrero de 2014, y para el que ya en mayo ha habido reuniones preparatorias bilaterales en La Habana.
Propio de la Posición Común ha sido siempre que los mandatarios europeos de visita en La Habana tuvieran un encuentro o un gesto hacia la disidencia cubana, amén de algún guiño en los discursos hacia la defensa de la democracia y los derechos humanos. En la agenda del ministro no existe ningún encuentro previsto, pero sí un discurso en la Universidad de La Habana. Hablará a los estudiantes sobre la Transición en España. Y es que ésta es la respuesta que el Gobierno quiere dar a una última «circunstancia» o perspectiva de cambio, la que aún pudiera derivarse de la desaparición de Fidel: «España tiene que estar presente en Cuba si quiere ayudar a Cuba a labrar su futuro», explicó Margallo el jueves pasado en Onda Cero.
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