De los 19 detenidos por choques violentos, la mitad son miembros de bandas mafiosas
Su irrupción en la pugna política podría agravar la crisis y provocar un estado de anarquía
Choques entre manifestantes pro-democracia y opositores, en Hong Kong. Philippe Lopez AFP
Leung Kwok-hung continuaba arengando a las escasas decenas de chavales que permanecían por la mañana intentando bloquear los accesos a la sede del gobierno local. El mediático legislador local, conocido por sus desplantes verbales o la quema de la bandera China, vestía una camiseta decorada con los retratos de varios de sus ídolos. Personajes como Gandhi, Nelson Mandela o Martin Luther King. "Siempre parece imposible hasta que lo consigues" (Nelson Mandela), se leía en la impresión grabada en su espalda.
"No vamos a desistir. El bloque continúa, incluso si ahora recurren a las triadas (mafia)", aseguró.
Kwok no tiene ninguna duda sobre el origen de los enfrentamientos callejeros que se están reproduciendo en Hong Kong entre pro-demócratas y oponentes del bloqueo.
"¿Qué pasó en Tahrir (Egipto)? Que Mubarak envió a sus bandoleros. Esto es lo mismo. Eran miembros de las triadas. Estoy seguro", precisó.
La segunda jornada de violencia callejera que registró ayer Hong Kong amenaza con eclipsar el ideario no violento que defiende Kwow y que parecía dominar las movilizaciones de Occupy Central y los estudiantes locales.
Ayer, los chavales se enfrentaron nuevamente a decenas de antagonistas que pretendían desmantelar las barricadas que han establecido en distritos como Mong Kok o Causeway.
Esta vez, al contrario de lo que ocurrió el viernes, los muchachos respondieron en muchos casos con empujones y puñetazos a las agresiones.
"¿Cómo podéis decir que esto es no violencia? ¡Estáis cortando la calle, no dejáis pasar a la gente! ¡Estáis destruyendo la imagen de Hong Kong!", vociferaba un chaval en camiseta frente al parapeto defendido por decenas de estudiantes.
"¿Te pagan por montar este escándalo?", le inquirió uno.
"¡Ese no es el asunto!", respondió el interfecto todavía más indignado.
Al final, el incidente concluyó como otros muchos de la jornada. Con una pequeña algarada más sonora que grave.
Medio centenar de heridos
Sin embargo, las autoridades reconocen que medio centenar de personas resultaron heridas en los distritos de Mong Kok y Causeway durante los altercados del viernes, y confirmaron que, de los 19 detenidos, la mitad están relacionados con las "triadas" de las que hablaba el diputado Kwok.
La irrupción de estos grupos mafiosos en la pugna política podría agravar la crisis, dado el truculento historial que atesoran estas facciones.
Su aparición ha creado una auténtica conmoción social y durísimos señalamientos de los opositores contra las fuerzas de policía y el gobierno local, al que acusaron de connivencia con estas bandas.
"¡Los mafiosos de las triadas han tomado el control de Hong Kong. Esto es la anarquía!", precisó Joseph Lee Kok-long, un político pro-demócrata.
El responsable del departamento de seguridad de Hong Kong, Lai Tung-kwok, negó todos estas hipótesis. "Esos rumores vinculándonos (a la policía) con sociedades 'negras` son totalmente injustos", opinó.
Los adversarios de 'Occupy Central' y sus aliados han conformado también un movimiento propio apodado 'Lazos Azules', en contra posición a los lazos amarillos que portan los estudiantes.
Uno de sus dirigentes, Chan Ching-sum, descalificó en la prensa local las concentraciones. "No tienen nada que ver con la democracia. Sólo quieren destrozar la vida del pueblo de Hong Kong. Queremos que nos devuelvan la armonía social", aseveró.
Aferrado a una de las vallas que cortaba los accesos a la calle Nathan -donde se centraron los altercados del barrio de Mong Kok-,Jonathan Lui, un muchacho de 18 años, insistía en vincular a sus antagonistas con las mafias.
"Les pagan por crear problemas. Son matones. La policía les están dejando hacer. Es un escándalo. No hacen nada", dijo.
Bastión de las mafias
Mong kok es precisamente uno de los reductos principales de las triadas.
Los datos de las fuerzas de seguridad intentan mitigar el impacto de estas bandas en la ciudad, de las que dicen sólo son responsables de un 3% de los delitos que se registran localmente.
Pero medios como 'South Morning China Post' (SCMP) han publicado repetidas informaciones que inciden en las enormes ramificaciones de mafias, como la apodada 14K o Sun Yee On, las dos más importantes de esta villa.
Esta última, fundada en 1919, cuenta según SCMP con 55.000 miembros repartidos por todo el mundo, colaborando incluso con los cárteles de la droga de México.
14K se estableció en 1945 como un grupo paramilitar anti-comunista, cuyos integrantes tuvieron que huir a Hong Kong en 1949 tras la victoria de los maoístas. Las repetidas trifulcas han propiciado que ambos sectores se atrincheren en sus posiciones.
La negativa a negociar de los estudiantes recibió una contundente respuesta del jefe del ejecutivo local, CY Leung Chun-Ying, que exigió que para este lunes tanto los accesos a su oficina como las calles del área central de la ciudad "deben quedar despejados", lo que podría entenderse como un ultimátum a los opositores.
"La policía tiene la responsabilidad y la resolución de adoptar todas las medidas necesarias para recuperar el orden social y permitir que el gobierno y siete millones de ciudadanos vuelva a trabajar y a su vida normal", añadió.
Según Leung, las movilizaciones de 'Occupy Central' y sus aliados están "afectando seriamente" a los "ingresos" de los ciudadanos.
El efecto real del bloque se desconoce. Ayer, cientos de personas congestionaban los negocios de Mong Kok a escasos metros del escenario de los rifirrafes callejeros.
Expertos como Richard Harris, responsable de la firma Port Shelter Investment Management de Hong Kong, escribía este viernes en un diario local que incluso si los manifestantes mantienen durante un año su protesta eso sólo conllevaría una reducción del 1% del PIB de esta metrópoli.
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