sábado, 4 de octubre de 2014

Las dos Coreas reanudan por sorpresa los contactos diplomáticos


  • Una delegación norcoreana de alto nivel acude al país vecino por los Juegos Asiáticos

  • Toda relación entre ambos países, técnicamente en guerra, estaba rota desde hace meses

El 'premier' surcoreano Jung Hong-won y el mariscal...
El 'premier' surcoreano Jung Hong-won y el mariscal norcoreano Hwang Pyong-so comparten palco. REUTERS

La ausencia por enfermedad del líder supremo norcoreano Kim Jong-un ha coincidido con un hecho histórico: la sorpresiva visita de una delegación norcoreana de alto nivel a Corea del Sur y la reanudación de facto de contactos entre las dos Coreas, técnicamente en guerra y sin ninguna relación diplomática desde el pasado mes de febrero.

El mariscal Hwang Pyong-so, considerado máximo responsable político del Ejército Popular norcoreano y tachado por los expertos de 'mano derecha' de Jong-un, viajó acompañado de dos altos oficiales a la localidad de Incheon con motivo de la ceremonia de clausura de los Juegos Asiáticos. Sus acompañantes eran los secretarios del Partido de los Trabajadores Choe Ryong-hae y Kim Yang-on, éste un habitual en los escasos contactos con el sur. Los responsables mantuvieron conversaciones con el ministro de unificación surcoreanoRyoo Kihl-jae y con el director de la Seguridad Nacional, Kim Kwan-jin, reanudando así unas relaciones casi inexistentes en los últimos cuatro años.
En un comunicado emitido por Seul, donde no se revelaba el contenido de las conversaciones, se adelantaba que se mantendrán más reuniones de alto nivel a finales de octubre y principios de noviembre. "Al tiempo que se ha mantenido una nueva ronda de diálogo, Corea del Norte ha explicado que confía en mantener más encuentros Norte-Sur en el futuro", se señaló. La primera 'ronda' se refiere a un encuentro mantenido en febrero, tras el cual centenares de coreanos de ambos lados de la frontera fueron autorizados a reencontrarse con sus familiares.

Familias separadas desde hace décadas

El pasado agosto, Corea del Sur propuso conversaciones con su vecino norteño para discutir el problema de las familias separadas por el conflicto civil de 1950-53, que acabó en tregua pero no en acuerdo de paz. Pyongyang, sin embargo, había rechazado entablar conversaciones instando a Seul a cesar el envío de globos repletos de propaganda contraria al régimen norcoreano, una práctica habitual entre los activistas del sur, y criticando sus maniobras militares en colaboración con su aliado norteamericano.
Las relaciones entre los dos vecinos habían empeorado drásticamente a raíz del programa nuclear norcoreano, y en las últimas semanas en tono entre ambas potencias se había elevado tras el intercambio de insultos y las últimas pruebas balísticas norcoreanas. Sin embargo, según los observadores, los problemas económicos de Corea del Norte están obligando al país comunista a cambiar su actitud respecto a su vecino sureño, con quien está técnicamente en guerra. El acercamiento entre Seul y Pekín -aliado estratégico de Pyongyang- y el progresivo aislamiento norcoreano -incluso su aliado chino critica su programa nuclear- podría estar rediseñando su política regional.

Aperturismo diplomático

Eso podría explicar que en las últimas semanas, Corea del Norte haya lanzado un aperturismo diplomático que incluyó la presencia de su ministro de Exteriores a la Asamblea General de Naciones Unidas, pese a estar sometido a sanciones por parte de esta institución como castigo a su programa atómico y a las pruebas de misiles. Pyongyang también ha mostrado su disposición a dialogar con Moscú, Tokio, Pekín, Seul y Washington China sobre un eventual congelamiento de su programa nuclear a cambio de ayudas económicas.
"El Gobierno [surcoreano] desea que la presencia de esta delegación de alto nivel a la clausura de los Juegos Asiáticos se convierta en una ocasión positiva para mejorar los lazos entre el Sur y el Norte", afirmó portavoz del ministro de unificación, Lim Byeong-cheol. La visita de alto nivel pone aún más de manifiesto la extraña ausencia de la escena política del líder supremo, Kim Jong-un, que no ha realizado ninguna aparición pública desde el pasado 3 de septiembre y ha estado ausente de eventos de alto nivel a los que suele asistir. Su régimen ha mencionado "molestias" en el dirigente norcoreano, a quien se podía ver cojeando en sus últimas apariciones televisadas. Su padre y su abuelo, fundado de la República Popular Democrática de Corea, ya padecieron de gota, dolencia que ahora se le achaca a Kim.

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